Fox llega al final de su sexenio con el medio ambiente en alerta roja: Greenpeace
Septiembre del 2006
Acción de Bosques y selvas contra la deforestación en México,
Ciudad de México, México —
Para una administración que ofreció de manera insistente proteger el medio ambiente, el saldo es completamente negativo: el gobierno de Vicente Fox llega al final de sus seis años sin nada bueno que reportar: desmanteló la política ambiental; puso a remate ecosistemas tan importantes como los manglares y los bosques; las pesquerías comerciales están al máximo de aprovechamiento o francamente en declive; mantenemos la quinta tasa de deforestación a nivel mundial; se promueve la energía nuclear; el país es un descontrolado cementerio de desechos peligrosos; se aprueban proyectos industriales pisoteando la legislación, el medio ambiente y la salud pública; se alienta el tráfico ilegal de especies desde las altas esferas del gobierno, y cada año se incrementa más nuestra vulnerabilidad a los fenómenos climáticos, sólo por mencionar algunos hechos. Y como cereza del pastel, el presidente Fox busca dejar plenamente legalizada la siembra de maíz transgénico antes del 30 de noviembre, dio a conocer Greenpeace.
“Eso sí, el presidente Vicente Fox podrá decir que México ha firmado y ratificado los acuerdos sobre temas ambientales que la comunidad internacional ha impulsado para proteger los recursos naturales del planeta. Y así es: somos parte del Protocolo de Cartagena, del Convenio de Estocolmo, del Protocolo de Kyoto, del Convenio de Diversidad Biológica, se han declarado muchos sitios Ramsar, por mencionar sólo algunos. Pero la realidad es que aquello a lo que estos marcos legales nos obligan no se cumple, sino todo lo contrario”, afirmó Patricia Arendar, directora de Greenpeace la organización Greenpeace presente un balance de estos seis años en materia de política ambiental, desde cado uno de los temas que trabaja: bosques y selvas, océanos y manglares, organismos transgénicos, tóxicos y cambio climático. Desafortunadamente, el sexenio que llega a su fin podría calificarse como de retroceso en términos tanto de política ambiental como de protección del ambiente.Selvas y bosquesEste rubro fue considerado “de seguridad nacional” por la presente administración. Y así queda: - En este sexenio se perdieron 3 millones 600 mil hectáreas de bosques (1), en tanto que el gobierno dice que en el mismo periodo plantó mil millones de arbolitos en campañas de reforestación lo que, de sobrevivir en su totalidad, hubiera reforestado 1 millón de hectáreas. Considerando el índice de sobrevivencia reportado por Conafor, se reforestaron con éxito 287 mil hectáreas en este sexenio (2).- La Semarnat asegura que la deforestación pasó de 630 mil hectáreas por año en el 2000, a menos de 234 mil en 2005. Estas cifras sólo concuerdan en los escritorios de los funcionarios, pues si se considera que el principal programa para reducir la pérdida de bosque es la reforestación y ésta ha fracasado, no hay manera de explicar tal “reducción”. La Semarnat ha manipulado la información para reportar esta disminución artificial: retiró de la definición de bosques a los matorrales, con lo que saca de sus cuentas a este ecosistema, a grandes superficies de manglar y de selva baja caducifolia. Es decir, la Semarnat cambió los parámetros para definir la deforestación pero eso no cambia la realidad.- El presupuesto destinado al sector forestal durante este sexenio es de apenas 0.11 por ciento del presupuesto federal, es decir, mil 975 millones de pesos para 56 millones de hectáreas de bosques y selvas del país. De ese recurso, 53 por ciento se destina a reforestación, combate a incendios y plantaciones comerciales, que no han detenido la deforestación. Mientras, la promoción del manejo forestal sustentable y el apoyo a comunidades recibe apenas17 por ciento de esos recursos.La tala ilegal se da impunemente, incluso en áreas protegidas: cada año se producen 7 millones de metros cúbicos de madera ilegal (3), casi lo mismo que se produce legalmente: 8 millones de m3). Más de 36 millones de hectáreas de bosques y selvas (65 por ciento de nuestra superficie forestal) no reciben ningún apoyo por lo que fácilmente pueden convertirse en pastizales y tierras de cultivo o bien degradarse debido a la tala ilegal. Los incendios aumentan año con año sin que los programas de combate lo impidan, por lo que en este sexenio se presentaron 4 de los 5 años con más incendios en la historia.Océanos y manglares- Se modificó la norma de protección de humedales para permitir la destrucción de manglares. - Se permitió la destrucción del último reducto de manglares en Cancún y se aumentó la vulnerabilidad de esta ciudad debida a los huracanes. - No hay una política clara para reducir la contaminación de playas. - Se ha permitido la instalación de industrias que afectan importantes ecosistemas. - Ha habido flagrante impunidad en casos como la importación ilegal de delfines, las autorizaciones para exportar peyote y otros de tráfico de especies.- No hay una regulación que proteja el hábitat de las tortugas marinas y que disminuya la captura incidental de esta especie.- En estos 6 años no se ha logrado una regulación efectiva para la pesca de tiburón. Tóxicos- No hay una política de gestión de sustancias químicas y no se aplica el Principio Precautorio y de Sustitución, lo que permite el uso en las industrias de sustancias que dañan la salud y el ambiente.- El Sistema de Rastreo de Residuos Peligrosos no cuenta con información de cantidades de residuos retornados y está atrasado 3 años. - Se promulga la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos que promueve la valorización de los residuos peligrosos, en lugar de su reducción. Esta ley contraviene también el Convenio de Estocolmo ya que permite la incineración de residuos peligrosos clorados y con ello la formación de dioxinas y furanos.- Se viola el Convenio de Estocolmo, pues se siguen otorgando permisos para incinerar residuos peligrosos y se violan los derechos de las comunidades, pues no se realizan los procesos de consulta pública necesarios para aprobar o rechazar este tipo de industrias.- Las cifras sobre el volumen de residuos peligrosos están sin actualizarse desde el 2000 y se estima que 70 por ciento de la generación de residuos peligrosos sigue sin reportarse.- Van más de 100 derrames de petróleo sólo en este año. Los delitos ambientales en materia de tóxicos se vieron recrudecidos, en particular debido a los derrames recurrentes de Pemex. - El Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes finalmente publica datos preliminares sobre vertidos tóxicos. Este es un logro de las organizaciones pero falta evaluar el alcance real de este Registro, pues las industrias han tratado de reducir su efectividad y debilitarlo.- La restauración de sitios contaminados anunciada no se ha concluido en casos, como Metales y Derivados y Cytrar, y en otros no se ha hecho, como los de Cromatos, Guadalcazar y Tekchem.- El presidente Fox declaró que los estándares de calidad ambiental serían iguales o superiores a los de la OCDE, para evitar que nuestro país se convierta en receptor de industrias contaminantes. Esto no ha sido así. Un ejemplo es la industria electrónica en México, que utiliza sustancias químicas que dañan la salud y el ambiente, y que ya están prohibidas en la Unión Europea. Bioseguridad y transgénicos- En septiembre de 2001 se hizo pública la contaminación de variedades criollas de maíz en Oaxaca y Puebla y hasta la fecha el gobierno no ha hecho nada para detener esta contaminación ni para saber qué tan extendida está.- Se aprobó la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, que en los hechos legaliza la contaminación transgénica del país.- Antes de terminar el sexenio se está promoviendo la siembra de maíz transgénico de las corporaciones disfrazada de “investigación científica” (Plan Maestro de Maíz 2005 y 2006). - Con la importación de Estados Unidos de 6 millones de toneladas de maíz, en las que vienen mezcladas variedades transgénicas y convencionales, México infringe de manera sistemática el Convenio de Cartagena y pone en peligro la diversidad biológica del maíz mexicano.- Pese a la transparencia de la que se habla en la presente administración, el gobierno no ha tenido la voluntad necesaria para garantizar el etiquetado de los alimentos transgénicos, con lo que los mexicanos no sabemos qué llevamos a nuestras mesas.Energía y cambio climático- Aunque el gobierno ha manifestado preocupación por el impacto del cambio climático, no ha definido ni implementado una política para disminuir la vulnerabilidad física y social frente a este fenómeno.- En el país existen 20 millones de personas expuestas debido al aumento de eventos climáticos extremos ocasionados por el cambio climático, por ejemplo, los huracanes.- Aunque prevenir es más barato, en Chiapas, estado azotado por la tormenta Stan el año pasado, prevalece un retraso injustificable en las tareas de reconstrucción tales como el desazolve de los ríos, el mantenimiento de caminos y puentes y la reubicación de viviendas asentadas en zonas de riesgo.- Hubo un compromiso para promover las energías renovables y reducir el uso de combustibles fósiles. En los hechos, no existe un marco regulatorio que permita el desarrollo de las energías limpias en México con beneficio para las comunidades y de manera sustentable. Por el contrario, se está estimulando el uso de la energía nuclear.Otros compromisos de Fox y algunos temas legales- En el presente sexenio se modifico el Código Penal para sancionar algunos delitos ambientales con penas más severas; se creó el delito en materia de bioseguridad, los delitos contra la gestión ambiental y algunas disposiciones comunes para los delitos contra el ambiente. Se catalogan algunos delitos ambientales con carácter grave y sin derecho a fianza.- Fox ofreció dotar a la Profepa de autonomía operativa, orgánica y de gestión y descentralizar sus funciones. En los hechos esto no se logró debido a la fuerte oposición del PAN en el Congreso.- México está atrasado en el pago de cuotas a la Comisión para la Cooperación Ambiental y colocó al frente de la secretaría ejecutiva de esta instancia a un funcionario de la Semarnat.“Como se ve, el balance de la administración foxista no es bueno, representa un fuerte retroceso en la protección de los bienes comunes. Lamentablemente, el sexenio llega a su fin con una Secretaría de Medio Ambiente muerta, que no pinta color ambiental, que responde a los intereses particulares de grupos empresariales, a la que le fue cercenada su capacidad técnica, y que ha sido utilizada para premiar a cuadros panistas grises sin antecedentes en protección ambiental. Estos funcionarios ignorantes sobre lo ambiental se dedicaron a improvisar y modificar reglamentos y decretos, a desandar caminos y logros, a destrabar frenos legales que obstaculizaban negocios privados, en particular de la industria turística y de empresas mineras extranjeras, entre otros. Cabe preguntarle al presidente Fox ¿qué puede responder ante este saldo?, ¿qué buena noticia puede haber para el medio ambiente?”.
25 septiembre 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario