LYDIA CACHO OBTIENE UN TRUNFO EN SU LUCHA:
Julio Pomar
Por fin la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio visos deactuar con toda la justicia y la sensatez jurídica que siempre debía serleinherente. Determinó este martes 19 ampliar la indagación sobre la violaciónde derechos sufrida por la periodista Lydia Cacho Ribeiro, por parte deautoridades poblanas, principalmente su gobernador, Mario Marín Torres, másconocido en todo el orbe como "mi góber precioso", según la brillantedefinición del soez empresario Kamel Nacif Borge. Ya parecía --según denunció la propia Lydia Cacho-- que la enjuiciada ibaser ella, la víctima de los atropellos oficiales, y no los autores de laagresión, tanto los policías que con lujo de crueldad la trasladaronilegalmente de Cancún a Puebla, como los funcionarios de la "procuración dejusticia" poblanos y el mismo "gober precioso", así como el maquinador detoda esa represión, el procaz Kamel Nacif, empresario textil. Esta decisiónde la SCJN empieza a poner las cosas en su lugar, y no de cabeza, comoestaba. Por siete votos a tres los ministros desecharon el dictamen que, con laaprobación del presidente del tribunal, Mariano Azuela Güitrón, habíapresentado el ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia, el cual exculpaba(imagínese usted, lector) al desgobernador Marín de la acusación deviolación grave de las garantías individuales de la periodista, con laposibilidad, entonces, de que el o los acusados por Lydia Cacho lerespondieran en contrademanda por calumnias y acusaciones falsas. Elargumento central del primer dictamen es que las grabaciones deconversaciones telefónicas son ilegales a menos que las autorice un juez, yen este asunto, como en todos los demás de grabaciones ilegales que se hanconocido, se vio este aspecto como el fundamental, y no el delito mayor quees denunciado en ellos, como en este caso por la periodista Cacho, sobre lapederastia y el tráfico de niños para abuso sexual. Las grabaciones entre elgóber y Nacif, según la decisión de los ministros, no se toman como prueba,pero sí como "pistas" para la nueva indagatoria. Estaba siendo, o iba a ser, una espantosa ignominia que la enjuiciada fueraa resultar Lydia Cacho, lo cual hubiese corroborado (y todavía falta vercómo actúan los ministros en este y en otros asuntos) la absoluta inutilidadlegal para impartir justicia de este tribunal, tal como está constituido,tanto estructural como humanamente. La nueva investigación le fue encargadaal ministro José de Jesús Gudiño Pelayo la elaboración de un nuevo proyectoque abarque la integración de una nueva comisión investigadora y losalcances de la misma, a efecto de determinar si existió una acciónconcertada entre el gobernador de Puebla y los titulares del tribunalsuperior de justicia y la procuraduría estatales en perjuicio de laperiodista. Esto que se dice serenamente, para muchos en México ya era motivo de unainmensa e intensa indignación. ¿Cómo es posible que se pretenda solapar elterrible delito de inducción a la prostitución infantil por arguciaslegaloides y muy presumiblemente corruptas? Los ministros de la SCJN todavíaestán a muy buen tiempo para probar que son dignos juzgadores, y que hacenaprecio positivo de los clamores públicos y no se ciñen tinterillamente a unletrismo juridicoide. Eso se espera de ellos, esto es, que cumplan sufunción, y, por lo pronto, un aplauso a la colega Lydia Cacho, quiendemuestra que en México se deben y pueden defender los derechosfundamentales, como el de la libertad de expresión, aunque sea arrostrandolas iras y las venganzas de los poderosos.pojulio2@prodigy.net.mx
24 septiembre 2006
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1 comentario:
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