Distinguidos perredistas y simpatizantes del PRD:
Son de llamar la atención las numerosos voces periodísticas que últimamente hacen señalamientos sobre "el desmoronamiento del PRD" basánadose en el "reconocimiento" que algunos de sus dirigentes o líderes más representativos han hecho de Felipe Calderón como Presidente de México.
Entre ellos se señala a Ruth Zavala, presidenta de la Cámara de diputados, a Cuauhtemoc Cárdenas, a Leonel Cota Montaño (presidente del PRD), a Leonel Godoy y a los "Chuchos" encabezados por el senador Jesús Ortega aspirante a la presidencia del partido.
Lamentablemente, a las notas periodísticas que se han publicado en relación a las traiciones interna y a las rupturas dentro del PRD, se han sumado las de algunos militantes que en cierta forma avivan el fuego.
No hay que caer en el error. Eso es lo que pretende la derecha, la ruptura del PRD y por eso agita las aguas.
No hay que olvidar que el PRD no es propiedad ni de "los chuchos", ni de Leonel Cota, ni de nadie, es más, ni siquiera de AMLO.
Aún cuando pudieran darse (lo digo sin conceder) quiebros de algunos dirigentes o prominentes miembros del partido hacia la derecha, eso no significa nada, como lo he dicho, el partido no es de unos cuantos ni de ninguna tribu, sino de todos los perredistas y simpatizantes que le dan fuerza y orientan su dirección en las urnas.
Si consideramos que Chucho Ortega es un traidor, simplemente no votemos por él para la presidencia del partido. Si Cuauhtemoc se va con Calderón, pues que le vaya bien, es su decisión personal; que si la Ruth Zavala reconoce a Fecal, ella sabrá su cuento y no afecta a la unidad perredista en su conjunto.
La verdad es que los que están más interesados que nadie en la atomización del PRD son los derechosos del PAN y sus aliados del PRI, por lo que están haciendo el escándalo mediático, otra "guerra sucia" por algunas aparentes disidencias que se están dando en su interior, pero que ni es la primera vez ni será la última en que esto suceda en un instituto político democrático (a diferencia de las instituciones corporativas) y sin embargo no ha pasado nada.
Así sucedió cuando renunció su presidenta nacional Rosario Robles, y ¿qué sucedió?, nada, simplemente nada, pues después de la caída de la Robles el PRD en vez de decrecer subió hasta ser la segunda fuerza política del país y arrollar en las elecciones presidenciales con AMLO.
Así que, no se hagan bolas" el PRD sigue firme, fuerte y unido. No significa nada que los "Chuchos", la Ruth , Leonel Cota u otros pretenda (si fuera verdad) cambiar de orientación política o de sexo (por aquello de "la nalguipronta").
Los perredistas somos todos los que participamos en esta gran movimiento nacional y no puñados aislados de dirigentes o de corrientes.
Igual que los árboles, los partidos de cuando en cuando necesitan una poda.
Atte:
Atila
23 octubre 2007
PRD màs Fuerte que Nunca
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