Columna del Periquiello Sarmiento
Con el paso de las campanas y el paso de las reformas poco queda de una economìa familiar que se enfrenta ante desiciones gubernamentales que nos dejan sin nda dentro de la esfera de los grandes magnates ni en las revistas del corazón. Fuera de los reflectores de miles de imagenes dentro de la televisiòn se encuentras las voces de millones que nuevamente se encuentran fuera de esas imagenes televisivas y las tiendas comerciales llenas de compras compulsivas caminando a los hogares llamado a la alegria de las "epocas".
Ante el desamparo que cada año trae "el año nuevo" la espera de protestas prontas es lo que nos espera en las calles. Ante esa nube de inconformidades esperamos la llamada unidad de un campo muerto ante la apertura del campo mexicano (que ya lleva abierto varios años en el pecho). Esto se ha convertido en un nuevo estandarte de lucha que podría generar una coyontura de unidad, con las declaraciones de varios sectores de izquierda es lo que menos se espera.
El Gasolinazo ha entrado dentro de la clase media y aun cuando la medida de el nuevo impuesto trae el descontento general no deja de pegar nuevamente a los que menos tienen. El año negro que algunos dejan de lado se convertira nuevamente en negro como desde hace 20 años, para una clase trabajadora que no puede dejar de sentir los estragos del capitalismo salvaje y los tecnogratas neoliberales en las estructuras del poder.
Ante un panorama no menos obscuro esta la lucha de egos dentro de diversos movimientos, dentro de las estructuras de izquierda que dejan aun mucho que desear. Aun cuando no hay un llamado general a protestar por el campo no podemos dejar de pensar que este es un momento en que nada debe de impedir que seamos alfiles de una lucha que concentre el descontento de grandes sectores del pueblo de México.
Sin duda las reformas no dejan nada a la imaginaciòn de la protesta y poco queda para que todos seamos terroristas persegidos por interpol en cualquier país del mundo.
Vamos a ver que es lo que viene. Deseamos con un resistente llamado la posibilidad de tener presente lo principal, lo significativo. lo que le da un valor casi religioso al movimiento: La soberanía y el espiritú del país.
Un abrazo y seguimos resistiendo y gracias a todos aquellos que hacen que proyectos de la RCP esten en pie y resistiedo.
31 diciembre 2007
Hasta que la cartera nos alcance
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