Núm. 63 del 9 al 23 de junio de 2008
La información que ama a la patria
José Luis Álvarez Hidalgo
Desde hace mucho tiempo me preguntaba cuál es la posición de los miles de trabajadores y personal administrativo de PEMEX en torno a la pretendida reforma energética calderonista con la cual pretenden privatizar a la institución que les ha dado de bien comer toda su vida. La posición oficial es bien conocida, los centenares de mandos directivos que tiene la empresa están perfectamente alineados con la reforma del Ejecutivo, ya que así conviene a sus intereses y salvaguardan la posición de privilegio en que se encuentran, gracias a los excesivos salarios y prestaciones de las que gozan. Un adelgazamiento en la abultadísima nómina les seria muy perjudicial y por ello son renuentes a una reestructuración administrativa que beneficie al pueblo de México y no sólo unos cuantos amos y señores del feudalismo corporativo.
Me dio mucha pena ver el spot televisivo que produce PEMEX en el que se expresa el apoyo manifiesto a la reforma energética que los va a destruir y los va a entregar al mejor postor de capital privado y extranjero. En el susodicho mensaje televisivo se muestra la 'brillante' argumentación de las mentes más lúcidas de la derecha privatizadora (imagínese como estarán los demás, los no 'brillantes'), escuchamos al premio Nóbel Mario Molina, al periodista seudo intelectual vende patrias número uno, Héctor Aguilar Camín y a otros grises personajes de cuyo nombre no me acuerdo. Sólo dicen boberías afirmativas en torno a la reforma, no hay argumentación de fondo, ni política, ni científica, ni social No hay nada, sólo la repetición tediosa del discurso oficial. Esa es la posición de PEMEX y es lamentable. Lázaro Cárdenas no va a encontrar jamás el eterno descanso de su alma en pena que recorre, lacrimosa, los campos petroleros.
Del sindicato petrolero ni sus luces. No hay una sola muestra de oposición al proyecto privatizador, ni una furtiva lágrima, ni un tímido manifiesto público que repruebe la medida; sólo un silencio cómplice se hace oír, cuando deberían encabezar el movimiento nacional en defensa del petróleo, ni de ellos, ni de los trabajadores independientes de criterio y pensamiento. Es un panorama desolador a donde quiera que se mire.
Por otro lado, la información que circula es sólo la oficialista, el discurso alienante de la derecha es el que aparece en las pantallas televisivas, en los aparatos de radio y en la mayoría de los periódicos nacionales y locales. Los esfuerzos que realizan las brigadas en defensa del petróleo, son heroicos. Día con día van de casa en casa llevando la 'otra' información, aquella que se sustenta en razones y argumentos no sólo de carácter técnico-científico, político y social, en contra de la privatización de PEMEX, sino lo más importante: es la información de carácter patriótico que tanta falta nos hace, aquella que no circula por los canales oficiales y menos aun en la fuentes gubernamentales, en donde debería tener su más férrea y sublime expresión; es la información que de verdad ama a la patria y que sólo encuentra cauce en los espacios informativos alternativos, en la radio independiente y universitaria, en los periódicos y semanarios de izquierda, que sin su presencia, el panorama mediático sería aun más desesperante y desesperanzador (al fin casi sinónimos).
Es la información y la palabra que reposa en los labios del brigadista, en las voces críticas y libertarias de nuestra sociedad que no se van a quedar calladas ante el oprobio, que no van a ser silenciadas por la derecha energúmena que controla todos los medios de comunicación a su alcance ("Estas voces no se callarán jamás"). Es la palabra libertad que busca oídos para defender lo que sólo pertenece al pueblo. Es la palabra que necesita ser dicha y escuchada para que sigamos siendo hombres libres. Digámosla, el tiempo se acaba.
http://www.libertaddepalabra.com/2008/06/09/la-informacion-que-ama-a-la-patria/
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