De las mentiras que nos recetan a diario las autoridades en éste país, una, que ni el mismo Pinocho se atreve a decir, es la tasa inflacionaria. Pensar que lo dicho por el Banco de México es verdad, es creer que las hadas del bosque se nos aparecerán en plena alameda central.
Todos sufrimos a diario el detrimento en nuestra calidad de vida, y parte importante de ello ha sido el cada vez más bajo poder adquisitivo de los ingresos obtenidos. Paradójicamente, nuestra moneda se revalúa en función a monedas consideradas más fuertes. Muchos inocentes, creen a pie juntillas que por esa razón y el incremento en las reservas internacionales, la nación está inmune a cualquier crisis venidera. Nada más falso.
25 julio 2008
Caricatura sin monitos
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