Presidente Espurio

sigue queriendo vender PEMEX al mejor postor

Viable, la "inversión complementaria" en energéticos: Calderón

Brasilia, Brasil, 6 de octubre.

Después de haber tenido una agenda de actividades privadas, sin acceso a los medios de comunicación, lo que contrastó con las ceremonias públicas de sus otras visitas, el presidente electo de México, Felipe Calderón Hinojosa, se declaró de "centro, porque la solución a los problemas va más allá de las ideologías", y señaló que pidió al mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, su ayuda para intercambiar las experiencias útiles de Petrobras.
Renuente a aclarar si seguirá impulsando la inversión privada en algunas áreas del sector energético, sólo indicó que siempre hay rubros de "inversión complementaria" a la de Petróleos Mexicanos (Pemex) que se pueden impulsar.

El michoacano cerró su primera gira internacional con actividades cerradas por completo a la prensa mexicana. Se declaró satisfecho porque conversó con el presidente brasileño durante una hora y 10 minutos. Sin embargo, nunca hicieron un pronunciamiento conjunto ante los representantes de los medios de comunicación que asistieron a este país.

Por la mañana desayunó con José Sergio Gabrielli, presidente de Petrobras, con quien -según comentó el presidente electo- abordó las oportunidades que tiene México de tomar la experiencia de la política energética de Brasil para la producción de biodiesel y etanol, como parte de un plan para impulsar el uso de energía alterna.
Señaló que Lula da Silva le expresó su disposición a ampliar los mecanismos de cooperación entre Pemex y Petrobras; incluso, dijo que comentaron la posibilidad de hacer intercambios tecnológicos para que la paraestatal mexicana pueda hacer labores de exploración a grandes profundidades.

Luego de haber visitado nueve países, lo que le permitió entrar en contacto con mandatarios de distinto signo ideológico, el panista intentó sacudirse el referente que tiene su partido en la derecha. "Hoy me considero un político de centro".

Para reforzar su dicho recordó una anécdota de su anfitrión, el presidente Lula da Silva, quien decía que era mecánico tornero cuando le preguntaban si era marxista-leninista. Forzado por los reporteros, adaptó la frase del mandatario brasileño y dijo: "soy abogado o político, del barrio de Fátima".

Luego explicó que en su recorrido por Centro y Sudamérica concluyó que más allá de las ideologías, los problemas de la gente son los mismos, y las soluciones, si son técnicamente viables, deben ser muy parecidas.
Según el político michoacano, los problemas de la pobreza y de mantener una política responsable de las finanzas públicas no tienen signo ideológico: "es lo mismo ser de izquierda que de derecha".


Refirió que tanto Lula da Silva, en Brasil; como Alan García, en Perú; Michelle Bachelet, en Chile, y Néstor Kirchner, en Argentina, enfrentan los mismos conflictos, y la responsabilidad de los gobernantes implica encontrar soluciones sin signo ideológico.

En medio del proceso electoral en Brasil, donde se realizará una segunda vuelta para determinar si el actual mandatario continúa en el poder, explicó que desea suerte a Lula da Silva, y éste incluso mostró interés en el alto porcentaje de representación política que tiene el PAN en México.
En una conferencia de prensa que ofreció en la embajada de México en Brasil, y que prácticamente fue su única actividad pública, Calderón refirió que también recibió el apoyo de los presidentes de Brasil y Argentina -con este último se reunió la noche del jueves pasado- para que en un futuro México pueda ingresar al Mercosur.

Dijo que encontró disposición, "en mayor o menor medida", para que el país explore la posibilidad de participar como observador en el bloque.
Aseguró que México necesita cambiar de velocidad, "de segunda a tercera", y acelerar para incrementar su intercambio comercial.
Aunque no fue recibido con ceremonias protocolarias a las que tuviera acceso la prensa -ni siquiera pudo dar mensaje conjunto con Lula da Silva-, se declaró muy contento por los resultados de su encuentro. Tanto en el caso del brasileño como del argentino aseguró: "nos entendimos perfectamente en términos personales, más allá de partidos y tendencias ideológicas".

Además, Calderón invitó al mandatario brasileño a su toma de posesión, para que lo acompañe "en este acto republicano".

Horas antes, a bordo del avión presidencial TP02, en el trayecto de Argentina a Brasil, Arturo Sarukhán, del equipo de transición, pareció desmarcarse de la política exterior del canciller Luis Ernesto Derbez, al señalar que esta gira servirá para construir un "nuevo andamiaje" en la relación con América Latina. La política exterior del gobierno de Felipe Calderón "tendrá ajustes en algunos casos, y en otros, golpes de timón".
Admitió que México ha perdido espacios de interlocución política y diplomática con América Latina, "en parte porque nuestra mirada se enfocó mucho hacia el norte a raíz de la negociación y el cabildeo en favor del TLC (Tratado de Libre Comercio de América del Norte)", indicó en entrevista.
Refirió que, por ejemplo, en el caso de Venezuela y Cuba el gobierno panista buscará que la diplomacia se dé sin "histrionismos", para mejorar la relación con ambos gobiernos.