De ciudad espectral un abrazo a paquitaaaaaa.
Adaptación irreverente de un poema hermoso de Sor Juana Inés de la Cruz. La última estrofa es textual del poema.
Hombres necios que no incentiváis
a la tortilla mexicana,
sino a sus detractoras
que obligáis al mexicano
a pagar una costilla por un muñón
sin ver que la importación es la ocasión
de lo mismo por lo que no os preocupáis.
Si con ansia sin igual solicitáis
más maíz gringuín
¿Por qué queréis que los campesinos obren bien
si importáis el mal?
Combatís la regulación de precios
y luego con frialdad
decís que fue la necesidad
lo que hizo la diligencia
Parecer quiere el denuedo
de vuestro proceder insano
al pefepo que chinga un ojo
y luego lo denigra por ciego
Queréis con presunción necia
hallar más contribución fiscal
para la tortilla, plaz!
para el campo pura indolencia
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de sentido,
él mismo nos cubre de cieno
y le vale que el maiz está caro?
Con el torzón y el vaivén
teneis condición igual
importando si vamos mal
destruyendo si vamos bien
Resolución, ninguna gana
pues la que más nos adapta
al productor le estira la pata
y la otra nos joderá mañana
Siempre tan necios andáis
que con yunque en la piel
al presupuesto por cruel
y al pobre por insoluble culpáis
¿Pues como ha de estar templado
el precio de la tortilla que vende?,
¿si ayudar al campo os ofende,
y regular el precio os enfada?
Mas, entre el enfado y la pena
que vuestra ineptitud refiere,
bien haya el que buen trabajo refiere
y no aplastáis, enhorabuena.
Y todas nuestras bastas penas
A sus neoliberales alas
Ni de chiste parecen malas
Pues su bolsillo hallan muy buenas
¿Cuál mayor culpa ha tenid
en una decisión errada:
la tierra que cae derrotada,
o el espurio que tira del hilo?
¿O cuál es de más culpar,
aunque el Fecal todo con las patas haga;
el que no puede con la paga
o el que reduce lo que hay por pagar?
¿Pues, para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Arregladla si la cagáis
o esperad a la RCP cuando la embarráis.
Dejad de solicitar,
pues tú, economista panzón
que nos ofrezcamos pagar
para darle de tragar
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
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