Jesusa Cervantes “Quien entra a Sonora a hacer negocios tiene que consultar antes a los Bours porque ellos se tienen que llevar una participación; si no lo hace, se convierte en su enemigo.”
La afirmación es del presidente municipal de Villa Juárez, Ernesto Cornejo Valenzuela, una de las primeras víctimas del gobernador Eduardo Bours Castelo, pues fue encarcelado el 13 de septiembre de 2003, el mismo día en que el mandatario asumió su cargo.
Entrevistado por Proceso, el edil sostiene que las desavenencias con Bours se iniciaron desde que no apoyó a éste en la contienda interna del PRI cuando fue candidato interno. Además, dice, es su rival de negocios, pues ambos tienen empresas en el ramo de los fertilizantes.
Cornejo sugirió que la entrevista con la reportera se realizara en un poblado sonorense donde no hubiera teléfonos, “porque (el gobernador) todo lo tiene intervenido y para él yo soy su enemigo político, aunque el brazo ejecutor de todo el bajo mundo es su hermano Ricardo”.
En los comicios de 2003, él contendió por la presidencia municipal bajo las siglas del Partido Fuerza Ciudadana, que en esa época ganó sólo un municipio en todo el país, precisamente el de Villa Juárez, Sonora.
La afirmación es del presidente municipal de Villa Juárez, Ernesto Cornejo Valenzuela, una de las primeras víctimas del gobernador Eduardo Bours Castelo, pues fue encarcelado el 13 de septiembre de 2003, el mismo día en que el mandatario asumió su cargo.
Entrevistado por Proceso, el edil sostiene que las desavenencias con Bours se iniciaron desde que no apoyó a éste en la contienda interna del PRI cuando fue candidato interno. Además, dice, es su rival de negocios, pues ambos tienen empresas en el ramo de los fertilizantes.
Cornejo sugirió que la entrevista con la reportera se realizara en un poblado sonorense donde no hubiera teléfonos, “porque (el gobernador) todo lo tiene intervenido y para él yo soy su enemigo político, aunque el brazo ejecutor de todo el bajo mundo es su hermano Ricardo”.
En los comicios de 2003, él contendió por la presidencia municipal bajo las siglas del Partido Fuerza Ciudadana, que en esa época ganó sólo un municipio en todo el país, precisamente el de Villa Juárez, Sonora.
Relata: “El triunfo se recibió muy bien. Lo malo fue cuando Bours tomó posesión como gobernador, el 13 de septiembre de ese año. Ese mismo día (dos antes de que yo asumiera la presidencia municipal) me mandó un grupo antisecuestro sin ninguna orden de aprehensión. Eran como las 8 de la noche. Iba por la carretera con mi esposa, mi hija de seis años y otra de 20 días de nacida, cuando un centenar de policías me cerró el paso, sacaron armas largas y cortaron cartucho.
Cornejo fue a parar a la cárcel de Huatabampo, acusado de tres delitos: asonada o motín, quema de patrullas y resistencia a particulares, cargos por lo que se debían purgar seis años de condena. Asegura que ese fue un aviso para atemorizar a la sociedad sonorense. Estuvo tres meses en prisión.
Los resquemores
El alcalde de Villa Juárez considera que el origen de la venganza se remonta al 2000, cuando él le ganó a los Bours una empresa en una subasta. “Desde entonces han tratado de quitármela pero no han podido. Hasta le fecha el asunto se encuentra en litigio”.
Las diferencias con el clan se acentuaron tres años después, cuando Cornejo le retiró el apoyo a Bours en la contienda interna del PRI para designar a su candidato a la gubernatura. Eso le caló y lo dejó ver durante su campaña. Cuando iba a Villa Juárez decía a la gente: “No puede haber un cacique en el pueblo y que no los deje vivir (se refería a mí). Yo prometo que cuando sea gobernador lo primero que voy a hacer es quitárselos”.
Cornejo sostiene que nunca le pudieron comprobar ninguno de los delitos, pero le dejaron abierto el proceso por asonada o motín. “El objetivo de las autoridades era que no reclamara la presidencia municipal que había ganado. Querían impedir que tomara posesión”.
–¿Quién?
–Pues Eduardo Bours, para qué voy a culpar (al procurador) Abel Murrieta. Las órdenes eran de Eduardo. Y el que ordenaba en la procu era su Ricardo; Abel y Roberto Tapia sólo son los brazos ejecutores del gobernador.
Cornejo agrega que Eduardo Bours “es un hombre sin escrúpulos, con mucho rencor. No se detiene para nada, para nada”. Los Bours empezaron teniendo el poder político y económico en Ciudad Obregón, “pero ahora tienen también el Poder Judicial, así como todo el estado”.
Como no se le comprobó el tercer delito, Cornejo reclamó la presidencia municipal, pero el regidor interino le dijo que no podía regresársela “porque si lo hacía le iba a ir muy mal con el gobernador”.
Sin embargo, siguió intentando recuperar el cargo, pero desistió cuando uno de sus hermanos, de 39 años, fue baleado en un supuesto asalto. No le robaron nada, sólo lo centraron y le dispararon. Su hermano quedó con la medula espinal desbaratada y tuvo que trasladarse con él a la Ciudad de México, donde fue sometido a un tratamiento.
La gente del pueblo le recomendó dejar todo por la paz, pero Ernesto Cornejo se volvió a lanzar como candidato, esta vez con el respaldo del Partido Acción Nacional (PAN), y volvió a ganar.
Antes de la toma de posesión, dice, varios líderes sociales que lo apoyaron fueron perseguidos, otros encarcelados; sus empresas fueron cateadas. “Yo me tuve que amparar contra cualquier detención”. Incluso se exilió en la Ciudad de México mientras llegaba el día de la toma de posesión. Confiaba en que una vez lográndolo ya no le podrían hacer nada, pues contaría con fuero constitucional.
“Me lo hicieron una vez, no dos. Ahora estoy prevenido”, responde y luego suelta una carcajada. ?
1 comentario:
Para ningún Sonorense es desconocido que el clan Bours maneja sus intereses a un nivel en beneficio personal y familiar sin que realmente este gobernando a favor de los Sonorenses. Lo que seguramente muchos no están enterados es del manejo obvio y sucio que hizo al implementar el sistema de transporte SUBA. Para el consumidor de este medio es todo un éxito; ya que lo comparan con un servicio que solo funciona sin complicaciones en países de primer mundo.
Pero es muy claro que su interés prioritario no es hacerle llegar a todos los sonorense un servicio de calidad y de comodidad; aunque las cosas cambian si en este proyecto va incluido el interés en donde su hermano se puede convertir de millonario a mas millonario vendiendo cientos de autobuses en cada una de las ciudades del estado.
El barco que lleva por nombre SUBA se está hundiendo, eso es inevitable; pero quienes se van a quedar con la deuda de los autobuses precisamente no será el clan Bours sino lo concesionarios que obligados e inconformes tuvieron que aguantarse sin derecho a elegir; y que este narco político les impuso a cada uno de ellos. A unos les fue mal, solo pagaran un autobús, pero a otros les ira peor, pagando una deuda de 2, 3 o hasta 4 autobuses que en este momento el hermano mimado de Eduardo Bours esta gozando de jugosas ganancias que ya habrá gastado, multiplicado o triplicado en sus “negocios familiares” estatalmente conocidos.
La solución es muy sencilla, simplemente no dejemos que otro miembro de la familia Bours llegue otra vez a tener el control de la fuerza del Estado de Sonora; mucho menos permitamos que Eduardo llegue a la grande como El ahora lo tiene planeado.
Bien dijo Napoleón Bonaparte “la inteligencia se mide de la cabeza al infinito” y este chapo feudalista ha sabido utilizar muy bien esta célebre frase.
Dios bendiga a Sonora.
Publicar un comentario