Javier palou garcía.
“Los propietarios mediáticos demuestran así que la mejor política de comunicación es que no haya ninguna política.
Marta Colomina
El derecho a la información es un derecho fundamental reconocido al final del artículo 6º de la Constitución Mexicana desde 1977: "El Derecho a la Información será garantizado por el Estado". Es la garantía fundamental que tiene toda persona para obtener información (noticias, datos, hechos, opiniones e ideas), informar y ser informada, de forma compatible con otros derechos humanos, engloba tanto libertades individuales (libertades de pensamiento, expresión e imprenta) como otras de carácter social (el derecho de los lectores, escuchas o espectadores a recibir información objetiva, oportuna y el acceso a la documentación pública).
Parecía que a partir del 28 de junio de 1995 después de lo ocurrido en Coyuca de Benítez, se acuerda usted del vergonzoso caso de Aguas Blancas, en las que murieron 17 campesinos y veintitantos resultaron heridos, cuando el Gobierno de Guerrero aplastó, emboscó y asesinó a sus ciudadanos, todavía fue más lastimoso cuando nos enteramos que la información había sido alterada, manipulada, modificada; gracias a unos videos que valientemente Ricardo Rocha publicó, asombrados vimos como nos pueden engañar tan fácilmente, a partir de esa fecha y de esos hechos, se pensaba que dicha práctica tendría que acabar, pero los años pasan y seguimos enterándonos de cómo los gobiernos de todo tipo, ya sean municipales, estatales o federales siguen engañándonos constantemente, la Suprema Corte en aquella investigación terminó con una tesis de jurisprudencia que dice:
“Tan importante como los acontecimientos concretos y lesionantes de ´El Vado´ resulta el manejo público oficializado de los mismos. Es ahí donde aparece como sumamente preocupante para la sociedad mexicana la persistencia en incurrir en una política de falta de ética, de ocultamiento, de engaño y de desprecio a la propia sociedad, por parte de quienes son elegidos o designados precisamente para defenderla y servirla. Lo anterior se encuentra respaldado por el artículo 6º de la Constitución, en cuanto dispone que, el derecho a la información será garantizado por el Estado, garantía social que a través de los diferentes elementos que formalmente se manejaron con motivo de la aprobación de este texto, se debe interpretar como un derecho básico para el mejoramiento de una conciencia ciudadana y que contribuirá a que ésta sea más enterada, vigorosa y analítica, lo cual es esencia para el progreso de nuestra sociedad.”
Falta de ética
Engaño
Ocultamiento
Desprecio
Las palabras no tienen pierde.
En la Constitución en los artículos sexto y séptimo de 1857, ya están escritas las ideas mismas sobre el derecho a la información, ratificadas después en 1917, vigentes en los mismos artículos el sexto en ambas establece que:
La manifestación de las ideas no puede ser objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque la moral, los derechos de terceros, provoque a algún crimen o delito, o perturbe el orden público.
Desde 1917, este artículo sólo ha sido modificado una vez, agregándole “El derecho a la información será garantizado por el Estado".
Así México con los años ha ido firmando diversos tratados internacionales sobre el derecho a la información así en el libro “el derecho a la información, veinte años después” de Beatriz Solís entre otros muchas firmas aparece esta;
En abril de 1982 México firma en Guyana la Declaración de Principios sobre el Derecho a la Información, elaborada en la IV Asamblea General de la Acción de Sistemas Informativos Nacionales (ASIN), que recomienda "que en cada uno de los países miembros se busquen los mecanismos idóneos para que el derecho a la información traspase las barreras sociales y se conceda voz a toda la población".
Si queremos un México democrático son indispensables las fuentes alternativas de información, caminamos a pasos lentos en esta materia, pero -legalmente- ya es posible. La lógica está de nuestro lado, mientras más información, más herramientas para analizar, para discernir, más acción ciudadana, más democracia, más verdad, menos Aguas Blancas. No sólo hablamos del derecho a la información pública, hablamos del derecho a informar y ser informados. La propia ONU en su declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 19 reconoce el derecho a la información como un derecho humano y bajo su perspectiva menciona:
Mientras la comunicación interpersonal fue la única forma de comunicación humana, el derecho a la libertad de opinión era el único derecho a la comunicación. Más adelante, con la invención de la imprenta se añadió el derecho de expresión. Y más tarde aún, a medida de que se desarrollaban los grandes medios de comunicación, el derecho a buscar, recibir e impartir información pasó a ser la preocupación principal. Desde este punto de vista, el orden de los derechos específicos enumerados en el artículo 19 de la Declaración Universal traza una progresión histórica: opinión, expresión, información.
Lo que aporta esta declaración y a diferencia del resto es que, entre otras cuestiones, el contenido esencial del derecho a la información queda definido por las facultades de investigación, recepción y difusión (un derecho que tiene por titular a la persona humana y no sólo a periodistas y empresas de información), que la información cumple una función social y se sitúa como objeto central de las relaciones jurídico-informativas al calificar cada acto informativo como algo debido al público.
Indispensable son las fuentes de información alternativas e independientes, ya sean escritos, orales o de televisión. Los ciudadanos tenemos el derecho a tenerlas para poder participar libremente en la vida política, en la acción gubernamental, si el Gobierno controla todas las fuentes importantes de información o en su defecto un monopolio o duopolio es el encargado, no podemos avanzar en ningún otro orden de ideas, simplemente es imposible la democracia y el Estado de Derecho.
Con los hechos demostramos que urgen nuevos medios de comunicación en México, independientes y apegados a los fundamentos de veracidad y objetividad.
La más reciente aparición de Calderón en un acto en el Auditorio Nacional apenas anteayer, nos demuestra que se siguen las viejas prácticas de Aguas Blancas, existen dos audios del mismo evento, el oficial; difundido por Notimex, la agencia del gobierno mexicano donde sólo escuchamos aplausos y el que mostró Jacobo Zabludovsky de un periodista independiente donde se aprecian los chiflidos y las palabras espurio, y mentiroso. Nos siguen engañando, ocultando y despreciando, siguen manipulando la realidad, la verdad, siguen creyéndose Dios.
Tenemos el derecho a informar y ser informados, pongámoslo en práctica.
Con información de Fidela Navarro “Derecho a la información y Democracia en México”
Escucha la verdad en www.radioamlo.org…. ..“el canal de la información por Internet”
“Los propietarios mediáticos demuestran así que la mejor política de comunicación es que no haya ninguna política.
Marta Colomina
El derecho a la información es un derecho fundamental reconocido al final del artículo 6º de la Constitución Mexicana desde 1977: "El Derecho a la Información será garantizado por el Estado". Es la garantía fundamental que tiene toda persona para obtener información (noticias, datos, hechos, opiniones e ideas), informar y ser informada, de forma compatible con otros derechos humanos, engloba tanto libertades individuales (libertades de pensamiento, expresión e imprenta) como otras de carácter social (el derecho de los lectores, escuchas o espectadores a recibir información objetiva, oportuna y el acceso a la documentación pública).
Parecía que a partir del 28 de junio de 1995 después de lo ocurrido en Coyuca de Benítez, se acuerda usted del vergonzoso caso de Aguas Blancas, en las que murieron 17 campesinos y veintitantos resultaron heridos, cuando el Gobierno de Guerrero aplastó, emboscó y asesinó a sus ciudadanos, todavía fue más lastimoso cuando nos enteramos que la información había sido alterada, manipulada, modificada; gracias a unos videos que valientemente Ricardo Rocha publicó, asombrados vimos como nos pueden engañar tan fácilmente, a partir de esa fecha y de esos hechos, se pensaba que dicha práctica tendría que acabar, pero los años pasan y seguimos enterándonos de cómo los gobiernos de todo tipo, ya sean municipales, estatales o federales siguen engañándonos constantemente, la Suprema Corte en aquella investigación terminó con una tesis de jurisprudencia que dice:
“Tan importante como los acontecimientos concretos y lesionantes de ´El Vado´ resulta el manejo público oficializado de los mismos. Es ahí donde aparece como sumamente preocupante para la sociedad mexicana la persistencia en incurrir en una política de falta de ética, de ocultamiento, de engaño y de desprecio a la propia sociedad, por parte de quienes son elegidos o designados precisamente para defenderla y servirla. Lo anterior se encuentra respaldado por el artículo 6º de la Constitución, en cuanto dispone que, el derecho a la información será garantizado por el Estado, garantía social que a través de los diferentes elementos que formalmente se manejaron con motivo de la aprobación de este texto, se debe interpretar como un derecho básico para el mejoramiento de una conciencia ciudadana y que contribuirá a que ésta sea más enterada, vigorosa y analítica, lo cual es esencia para el progreso de nuestra sociedad.”
Falta de ética
Engaño
Ocultamiento
Desprecio
Las palabras no tienen pierde.
En la Constitución en los artículos sexto y séptimo de 1857, ya están escritas las ideas mismas sobre el derecho a la información, ratificadas después en 1917, vigentes en los mismos artículos el sexto en ambas establece que:
La manifestación de las ideas no puede ser objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque la moral, los derechos de terceros, provoque a algún crimen o delito, o perturbe el orden público.
Desde 1917, este artículo sólo ha sido modificado una vez, agregándole “El derecho a la información será garantizado por el Estado".
Así México con los años ha ido firmando diversos tratados internacionales sobre el derecho a la información así en el libro “el derecho a la información, veinte años después” de Beatriz Solís entre otros muchas firmas aparece esta;
En abril de 1982 México firma en Guyana la Declaración de Principios sobre el Derecho a la Información, elaborada en la IV Asamblea General de la Acción de Sistemas Informativos Nacionales (ASIN), que recomienda "que en cada uno de los países miembros se busquen los mecanismos idóneos para que el derecho a la información traspase las barreras sociales y se conceda voz a toda la población".
Si queremos un México democrático son indispensables las fuentes alternativas de información, caminamos a pasos lentos en esta materia, pero -legalmente- ya es posible. La lógica está de nuestro lado, mientras más información, más herramientas para analizar, para discernir, más acción ciudadana, más democracia, más verdad, menos Aguas Blancas. No sólo hablamos del derecho a la información pública, hablamos del derecho a informar y ser informados. La propia ONU en su declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 19 reconoce el derecho a la información como un derecho humano y bajo su perspectiva menciona:
Mientras la comunicación interpersonal fue la única forma de comunicación humana, el derecho a la libertad de opinión era el único derecho a la comunicación. Más adelante, con la invención de la imprenta se añadió el derecho de expresión. Y más tarde aún, a medida de que se desarrollaban los grandes medios de comunicación, el derecho a buscar, recibir e impartir información pasó a ser la preocupación principal. Desde este punto de vista, el orden de los derechos específicos enumerados en el artículo 19 de la Declaración Universal traza una progresión histórica: opinión, expresión, información.
Lo que aporta esta declaración y a diferencia del resto es que, entre otras cuestiones, el contenido esencial del derecho a la información queda definido por las facultades de investigación, recepción y difusión (un derecho que tiene por titular a la persona humana y no sólo a periodistas y empresas de información), que la información cumple una función social y se sitúa como objeto central de las relaciones jurídico-informativas al calificar cada acto informativo como algo debido al público.
Indispensable son las fuentes de información alternativas e independientes, ya sean escritos, orales o de televisión. Los ciudadanos tenemos el derecho a tenerlas para poder participar libremente en la vida política, en la acción gubernamental, si el Gobierno controla todas las fuentes importantes de información o en su defecto un monopolio o duopolio es el encargado, no podemos avanzar en ningún otro orden de ideas, simplemente es imposible la democracia y el Estado de Derecho.
Con los hechos demostramos que urgen nuevos medios de comunicación en México, independientes y apegados a los fundamentos de veracidad y objetividad.
La más reciente aparición de Calderón en un acto en el Auditorio Nacional apenas anteayer, nos demuestra que se siguen las viejas prácticas de Aguas Blancas, existen dos audios del mismo evento, el oficial; difundido por Notimex, la agencia del gobierno mexicano donde sólo escuchamos aplausos y el que mostró Jacobo Zabludovsky de un periodista independiente donde se aprecian los chiflidos y las palabras espurio, y mentiroso. Nos siguen engañando, ocultando y despreciando, siguen manipulando la realidad, la verdad, siguen creyéndose Dios.
Tenemos el derecho a informar y ser informados, pongámoslo en práctica.
Con información de Fidela Navarro “Derecho a la información y Democracia en México”
Escucha la verdad en www.radioamlo.org…. ..“el canal de la información por Internet”
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