Del 29 de julio de 2007. No 1604
Palabra de Lector
De Lorena Herrera Ojeda
Señor director:
Le solicito publicar esta carta, dirigida al historiador Enrique Krauze, en su sección Palabra de Lector.
Señor Krauze: Mi familia se suscribió a Proceso a partir del fraude electoral de 2006. En la edición número 1603, en entrevista con Álvaro Delgado, usted dice no estar de acuerdo con Lorenzo Meyer en que “…la democracia fundada en el miedo es miedo a la democracia”, y afirma que los votantes castigaron a AMLO por los errores de su posición de izquierda fundamentalista.
Los hechos sustentan al doctor Meyer, pues toda la campaña mediática de Fox, de los empresarios y del PAN vía Dick Morris –en la misma edición de Proceso Castañeda lo ratifica– se basó justamente en aterrar al electorado, el cual actuó como menor de edad al creer lo que se aullaba en medios electrónicos, en vez de leer libros de historia y prensa escrita objetiva, como hacen los ciudadanos adultos.
López Obrador dista mucho de ser radical, pues no tomó las armas, como muchos querían. No se requiere ser letrado notable, sino tener simple sentido común, para darse cuenta. Usted apuntala a quien quiere subir los impuestos y busca privatizar Pemex; a quien subió el precio de la tortilla, recortó el presupuesto a la cultura, impuso sin democracia la ley del ISSSTE que impugnan todos los trabajadores, y calló a Monitor.
¿Quién es el peligro para México?
Anulamos nuestra suscripción a Letras Libres porque: ¿Qué credibilidad tiene alguien que para sostener a Calderón se para junto a “pensadores” del panismo como Chespirito, quien opina que el Guernica de Picasso es sólo una caricatura y cuyo mayor logro es encarnar eternamente a un menor de edad?
Atentamente
Lorena Herrera Ojeda
De Roberto Ramos Trujillo
Señor director:
La incisiva entrevista que Álvaro Delgado (Proceso 22-7-07) le hace a Enrique Krauze se instala pronto en la palestra donde se producen los chasquidos incandescentes de la esgrima.
Siempre resultará más interesante establecer y dirimir una controversia con el director de Letras Libres que con el campeón del humorismo blanco, Chespirito. Si bien su posición política fue idéntica al abominar al candidato favorito de las elecciones presidenciales.
Sin embargo, es una lástima que el argumento central del entrevistado sea un ardid remoto, una reliquia que entraña el sopor de los siglos, el disfraz predilecto de las cúpulas para soterrar el descarrilamiento del adversario. “El electorado castigó a López Obrador”, dice. Además, lo ha tildado de “mesías tropical”, pero en el escenario desplegado por esa emanación retórica, el propio autor de la metáfora queda como el fariseo de Coyoacán.
En fin, el horror que produjo el inminente triunfo del representante de la izquierda arracimó a la derecha vergonzante en una fraternidad insólita. Fuertemente se ciñeron de la mano Carlos Fuentes, Enrique Krauze, Carlos Abascal, Norberto Rivera, Roberto Gómez Bolaños, Elba Esther…
El espectro político de López Obrador los hermanó. Debe ser difícil, aun en lo más recóndito de la conciencia, reconocer el escarnio brutal de esa tutoría.
Atentamente
Roberto Ramos Trujillo
De Antonio Ares de Parga
Señor director:
Qué grande y qué claro se ve Lorenzo Meyer cuando las circunstancias nos permiten compararlo con el inefable señor Krauze.
En la entrevista con Álvaro Delgado, el señor Krauze nos demuestra que tiene confundida la palabra izquierda con las palabras democracia y libertad, confusión que para alguien que se dice historiador es inaceptable.
La democracia llevó al poder a Hitler; las democracias traicionaron a la República Española y apoyaron a Franco; la democracia eligió diputado a Mussolini; las democracias y los adalides de la libertad hicieron o apoyaron las dos guerras de Irak y la de Afganistán; la democracia llevó a Bush al poder, y así, podríamos llenar páginas de liberalismos y actos democráticos que elevaron a las más infames derechas al poder.
Ser de izquierda es luchar contra la iniquidad, por la igualdad de oportunidades y la justicia social, contra esa “legalidad tramposa que a la mala gana elecciones” (vaya frase del señor Castañeda… y pensar que él nos representó ante el mundo); promover una educación gratuita de calidad, en lugar de atacarla como lo hacen los empresarios cuyo pensamiento representa el señor Krauze; ser de izquierda es, en fin, considerar que los derechos no sólo deben estar plasmados en la ley, sino respaldados en los hechos por un gobierno que sancione los abusos…
Mis amigos me preguntan: Si tanto te gusta el dominó, ¿por qué no aprendes a jugarlo? Así habría que preguntarle al señor Krauze: Si tanto le gusta la historia, ¿por qué no aprende a leerla?
Atentamente
Ingeniero Antonio Ares de Parga García
De René Morales Arvizu
Señor director:
Permítame dirigir las siguientes líneas al historiador Enrique Krauze y al politólogo Jorge Castañeda.
Me refiero a la respuesta que ustedes dan al maestro Lorenzo Meyer y a la ciudadanía respecto de su intervención en el proceso electoral de 2006 para contrarrestar al candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador (Proceso 1603).
Usted, señor Krauze, no se limita a calificar de “simplista y maniquea” la división entre izquierda y derecha que hace Meyer, sino que, pese a aquellos aciagos días del proceso electoral y las secuelas que estamos viviendo, considera que el triunfo electoral de Calderón fue legal y que la legislación no prevé, según usted, sanciones para quienes participan en una guerra sucia y otras gravísimas irregularidades, como la injerencia de la Presidencia de la República, el CCE, la Iglesia, etcétera, para favorecer a unos de los contendientes.
Además de aprovechar la oportunidad para describirse como un escritor y editor de carácter liberal y democrático, va mucho más allá y descalifica a López Obrador como un personaje mesiánico radical y fundamentalista que no sólo desconfía del libre mercado, sino que tiene “odio” hacia Estados Unidos.
En cuanto a usted, señor Jorge Castañeda, reconozco que su réplica es por demás directa, pues sostiene que a López Obrador había que “ganarle a la buena, a la mala y de todas las maneras posibles”, aunque según usted ahora lamenta no haber agregado que eso tendría que hacerse dentro de la legalidad (qué lástima que entonces no lo recordó); dice así mismo que usted no conoce ningún país donde no haya campañas del miedo, y acepta haber propuesto la unión de los empresarios en la estrategia del “miedo” para contrarrestar la ventaja de López Obrador.
A su juicio, señores Krauze y Castañeda, no sólo ganó el mejor, sino que vamos por buen camino y todo está bien. Pero en sus reflexiones omiten datos como estos: 50 millones de mexicanos se hallan en la línea de pobreza, y casi la mitad de ellos están sumidos en la pobreza extrema; ante la falta de oportunidades y empleo, la emigración va en aumento (este año han muerto 500 mexicanos tras cruzar ilegalmente la frontera), medio millón de ciudadanos con títulos académicos han abandonado el país por los mismos motivos, y mientras se explota la mano de obra infantil en supermercados y faenas agrícolas, se dispara la delincuencia…
Estos y otros muchos rasgos que no terminaría de enumerar conforman el país que, con sus ideas de liberalismo y globalización, consideran aceptable Krauze y Castañeda.
Atentamente
René Morales Ar
Recomienda a Gordillo dejar el poder antes de que un movimiento la expulse
Señor director:
Le ruego publicar la siguiente carta, dirigida al magisterio nacional y a Elba Esther Gordillo, en relación con el desplegado que, publicado en Proceso 1602, surgió de la XXIII Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional del SNTE, en donde menos de 300 dirigentes sindicales afirman que el magisterio seguirá defendiendo el artículo 3º constitucional y la educación pública laica, gratuita y de calidad.
En eso, sin duda, la mayoría de los maestros estamos de acuerdo. Aplaudimos esa postura. Pero no podemos concordar con el hecho de que esos supuestos 300 representantes decidan, sin consultar al millón y medio de sindicalizados, prorrogar la gestión de la actual dirigencia nacional, con Elba Esther y sus ambiciones y desvaríos de poder por delante, hasta el año 2012. ¿Quién les dio esa facultad? ¿Quién los autorizó?
Dicen en el desplegado que el Consejo Nacional estuvo integrado de manera legal y democrática con representantes elegidos en todo el país, lo cual es falso porque, desde la fundación del SNTE, en 1943, los temarios de las convocatorias de Congresos o Consejos Seccionales o Nacionales, así como en las Asambleas Delegacionales, jamás aparecen estos puntos a discusión.
Resulta pues inaceptable que una élite, cúpula, mafia, pandilla, sin el consentimiento de 1 millón y medio de sindicalizados, decida quedarse en el poder más tiempo. Esta es una simulación de democracia que el magisterio no se merece, pues si se hiciera una encuesta nacional, un referéndum o como le quieran llamar, la mayoría de los maestros rechazaría la reelección de Elba Esther y le exigiría que se fuera.
A Elba Esther, quien lleva 18 años regenteando el sindicato y enriqueciéndose de él, conviene recordarle que, en abril de 1989, cuando Salinas de Gortari le acababa de regalar el SNTE, declaró: “No permitiremos que el sindicato sea un botín de nadie, de nadie. No habrá reelección. Los estatutos no lo permiten”.
Y luego, en octubre del mismo año, señaló: “Se acabaron los tiempos de los dueños del SNTE, el cacicazgo y el autoritarismo. Por encima de todo ello debe prevalecer la voluntad de la clase trabajadora. No vengo con vocación de cacique (...) tres años más y me iré con la frente en alto”.
Para 1990, en el Primer Congreso Nacional Extraordinario en Tepic, expresó: “No queremos que el SNTE sea patrimonio de un grupo, ni que exista maximato”. Y en octubre de 1998, cuando el periódico La Jornada le preguntó: “¿Qué aprendió de Jonguitud sobre lo que se debe o no se debe hacer en política?”, Elba Esther respondió: “La gran lección de mi vida fue que un país, una institución, un partido, un grupo social, no pueden estar bajo la sombra de una persona. El primer deber que se tiene es dejar que crezcan los relevos generacionales. Si el maestro le hubiese dado cauce a eso, hubiese visto cómo se concretaban muchos de sus sueños personales”.
Por lo visto ella no aprendió bien esa lección. No aprendió lo bueno de la lección de su maestro Jonguitud. Con un poco de congruencia y decencia política se iría del SNTE, solita y por su cuenta. No esperaría a que, más detestada, la echara un movimiento nacional de repudio. No esperaría a que le pasara lo mismo que a Jonguitud. (Carta resumida.)
Atentamente
Profesor Fidencio Romero Carrera (29 años de docencia en el nivel primaria), Puebla, Pue. pibefi@hotmail.com
ACERCA DEL CASO DE JOSE GUTIERREZ VIVO
Rechaza las campañas contra los medios orquestadas desde el poder
Señor director:
Las organizaciones y personas suscritas le agradeceríamos publicar la siguiente carta en la sección Palabra de Lector, respecto del caso de Gutiérrez Vivó, que ha sido ampliamente tratado en las páginas de Proceso.
Los integrantes de la Mesa Ciudadana de Medios queremos externar públicamente nuestra solidaridad con José Gutiérrez Vivó, con el Grupo Monitor y sus trabajadores, al tiempo que manifestamos nuestra convencida defensa del Noticiario Monitor en tanto ha sido por muchos años un espacio plural, de análisis, de servicio a la sociedad y de expresión de las diferentes corrientes políticas, económicas y sociales del país.
Consideramos inaceptable que campañas orquestadas desde el poder político y económico atenten contra los medios de comunicación que ejercen la crítica ciudadana y la libertad de prensa. Es anticonstitucional que estos intereses y violaciones se impongan por encima de los derechos fundamentales.
También repudiamos los hechos que vulneran los acuerdos jurídicos a los que se someten las partes, y que se desconozcan los resultados del arbitraje pactado entre Grupo Radio Centro e Infored.
Ante el cierre de Monitor, dejamos clara la necesidad de impulsar y fortalecer la diversidad informativa, pues la opinión pública puede enriquecerse solamente a través del debate amplio de ideas.
El golpe a Gutiérrez Vivó y a Monitor demuestra lo mucho que le falta al Estado mexicano para garantizar y respetar, para todos los actores sociales, la libertad de expresión que es elemento indispensable de la democracia que queremos construir.
Atentamente
Incide Social, A.C.; Fomento Cultural y Educativo, A.C.; Centro Nacional de Comunicación Social, A.C. (Cencos); AMARC-México, A.C.; La Voz de Los
Campesinos, A.C.; Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vittoria, O.P.”, A.C.;
Servicios y Asesoría para la Paz, A.C.; Centro de
Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, A.C.;
Clara Jusidman, Miguel Concha Malo, Alma Rosa Alva de la Selva, Brisa Maya, Sergio Cobo, Samuel Ruiz
García, Miguel Álvarez Gándara, Alfredo Zepeda, Pita Cortés, Laura Breña, Carlos Zetina, Eréndira Cruzvillegas, José Miguel Álvarez, Alicia Ibargüengoitia y Francisco Barrón Trejo (responsable de la publicación)
Estrecha red de complicidades
Señor director:
Poco a poco se han ido acabando en este país los espacios noticiosos responsables que informan de manera imparcial y respetan y toman en cuenta a su público. Antes se contaban con los dedos de ambas manos, y ahora los de una mano sobran…
Después del golpe al Canal 40, ha salido del aire Monitor y, con ellos, varios analistas independientes y comprometidos que, en sus espacios dedicados a la crítica y a la reflexión, ayudaban no sólo a informar, sino a generar una conciencia social.
Esto es particularmente grave porque en nuestro país, si no se trata de chismes, deportes y nota roja, poca gente lee los medios escritos, de manera que la sociedad “se informa” sobre todo a través de una radio y una televisión alineadas al poder por una estrecha red de intereses y complicidades.
Por eso México se encuentra sumido en un laberinto cada vez más complicado, más enredado y que no parece tener salida próxima.
Esto, como dice Carlos Fuentes, lo escribo no porque sea algo nuevo, sino por aquellos que piensan lo mismo pero que no tienen voz, por aquellos que ni siquiera se dan cuenta de lo que está ocurriendo y por aquellos que creen que nadie sabe cómo son realmente las cosas.
A quienes resienten la pérdida de un espacio de información, análisis, cultura y esparcimiento inteligente, los invito a no resignarse, a seguir buscando la verdad con un criterio independiente que no esté manipulado por los medios.
Carmen Aristegui, tal vez seas la última. Proceso, un gran ejemplo.
A Gutiérrez Vivó y a todo su equipo, gracias por su entrega, compromiso y lealtad a su público. (Carta resumida.)
Eduardo Álvarez
edual25@yahoo.com
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