La Cárcel se merecen todos aquellos que son cómplices de pederastas, y Norberto Rivera es uno de tantos encubridores. Si tienen oportunidad de comprar y leer los libros de SanJuana Martinez o leerla en LaJornada, háganlo. Por el momento les dejo esta nota del semanario PROCESO.
luciano campos garza
Monterrey, N.L., 23 de julio (apro).- Después del acuerdo entre la Diócesis de Los Ángeles y víctimas de abuso sexual perpetrado por sacerdotes católicos, para indemnizarlos con 600 millones de dólares, los afectados confían en que Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, sea también juzgado como encubridor y sea encarcelado. Erick Barragán, integrante de la red de Sobrevivientes de Abusos de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), demanda que el cardenal también sea sometido a la justicia por participar en una “conspiración internacional” para encubrir al sacerdote poblano Nicolás Aguilar, quien abusó a decenas de niños en México y Estados Unidos con la complicidad de la jerarquía católica mexicana. Barragán asegura que Norberto Rivera es culpable de conspiración por encubrir al sacerdote Nicolás Aguilar en el caso del abuso sexual contra Joaquín Aguilar y “otras víctimas de Los Ángeles”, y adelantó que en el mes de agosto se reunirán con abogados del cardenal en México para recabar más evidencias y comprobar ante la Corte de Estados Unidos la culpabilidad del jerarca católico. El sacerdote Nicolás Aguilar abusó sexualmente de 26 menores en Los Ángeles, California, “por culpa de Norberto Rivera”, quien lo envió a la diócesis angelina “sin avisar estrictamente que este hombre era un violador y un peligro para los niños”, afirma. Barragán, quien se identifica como “mexicano nacido en Los Ángeles”, fue abusado sexualmente junto con sus hermanos Edgar y Manuel, por el párroco Carlos René Rodríguez, entre 1989 y1992. El sacerdote Rodríguez fue sentenciado por una Corte de California en el 2004 a ocho años de cárcel por violación. El prelado estaba a las órdenes del cardenal Roger M. Mahoney. Actualmente de 32 años de edad, Barragán considera que existe la posibilidad de que la Iglesia católica mexicana también indemnice a las víctimas, pero éstas prefieren que los culpables vayan a prisión. “Nosotros queremos que sean enjuiciados y paguen con cárcel, porque aquí en México las víctimas nunca han recibido un centavo de la Iglesia católica, ni de Norberto, ni de nadie. Lo que siempre han pedido aquí es justicia, que se castigue a los responsables y ese es el camino que se sigue ahora con más fuerza, pues van a tener la verdad que salió de Los Ángeles por este arreglo”, dice. --¿Consideras posible que en México, dado el arraigo católico de la población, Norberto Rivera pueda pagar con cárcel? --Bueno, eso esperamos. Vamos a ver qué va a probar la Corte de Estados Unidos. Esto es algo que los católicos aquí y el mismo gobierno deben de ver directamente: que si Norberto Rivera, siendo una persona religiosa y de autoridad en la República Mexicana, controlando una institución con mucho poder sobre los mexicanos, tomó decisiones para proteger a este pederasta, enviando a esta persona, que hizo tanto daño, a Estados Unido; si él quebró alguna ley aquí en México, también se le debería otorgar algún proceso en México. “Porque eso de mandar violadores de niños a otro país, yo pienso que es un delito y debe de ser perseguido en México también”, menciona en entrevista telefónica desde la Ciudad de México. Barragán se encuentra en el Distrito Federal junto con el mexicano Joaquín Aguilar Méndez --también víctima del sacerdote Nicolás Aguilar y beneficiario de la millonaria indemnización--, con el objetivo de constituir en el país la organización SNAP para apoyar a personas que han sido afectadas por sacerdotes pederastas. El cardenal Roger Mahoney, arzobispo de la Diócesis de Los Ángeles, confirmó que concluyeron las negociaciones para repartir, entre 508 personas que presentaron denuncias por abuso sexual de sacerdotes, 660 millones de dólares, a cambio de que retiraran los cargos criminales en su contra. Barragán explica que de los 660 millones de dólares, la Diócesis de Los Ángeles pagará 250 millones y el resto será aportado por aseguradoras y agrupaciones de franciscanos y jesuitas que apoyan a Mahoney. La Diócesis de Los Ángeles posee un “portafolio inmobiliario” de 4 mil millones de dólares, precisa Barragán. Ahora que el cardenal Mahoney reconoció la responsabilidad de los clérigos en los casos de abuso sexual, es más fácil que Rivera Carrera encare a la justicia, considera. “El juicio contra el cardenal Norberto Rivera es muy diferente porque el arreglo financiero y de documentación es solamente contra el cardenal Mahoney, de Los Ángeles. “Es muy importante que se diga que el caso contra Rivera Carrera sigue y ahora sí hasta más fuerte, porque ahora el cardenal Mahoney dijo que sí fue violador Nicolás Aguilar y sí hubo conspiración internacional y corrupción muy fuerte para proteger al abusador de niños. “El cardenal Mahoney puede testificar ahora contra Norberto Rivera, contra la Diócesis de Tehuacan, contra el obispo de Tehuacan por el encumbramiento que afectará negativamente a Norberto Rivera en México”, afirma. Pese a la indemnización que a algunos de los afectados les ha provocado alivio, hay quienes se sienten molestos porque no podrán encarar al prelado en la corte para expresarle su repudio. “Hay quienes están contentos porque al fin se les validaron sus reclamos, de que fueron violados y dañados. Algunos otros están un poco molestos porque no van a poder estar en la Corte para preguntarle a Rogelio Mahoney cuál fue su papel y pedir que le hagan un fuerte interrogatorio en la Corte”, explica. Hay quiénes lo perdieron todo por causa de los abusos: “Ahora nos vemos que lo único que le preocupa a él mismo es subir a la Corte a rendir cuentas, pero también tenemos que ver que hay muchas víctimas que han sufrido por décadas, que necesitan tratamiento psicológico, quizás consejería sobre abuso de drogas y alcohol. Algunos no tienen ni empleo por su misma enfermedad por causa del trauma. Hay muchas perspectivas que tienen qué verse. No hay muchos contentos pero al fin se acabó el camino de la Diócesis de Los Ángeles, pero aún falta”, dice. “Los únicos casos que se quedarán pendientes son los que implican a Norberto Rivera y el cardenal Mahoney por los daños que hicieron en México”, asegura. Es innegable que el prestigio de la Iglesia católica resulte lesionado luego del escándalo de los curas pederastas, asegura Barragán, aunque el daño puede ser mayor si no sale a relucir la verdad, advierte. “Eso claramente va a suceder, viendo que el cardenal Mahoney quiso evadir la justicia, estar frente a un juez para rendir cuentas a un juez, al público, a los fieles católicos. Ese era el mayor temor y se veía. Desde el primer día que no quería que se divulgara nada de documentos, información de él o sus obispos para proteger la imagen de la Iglesia católica. “Pero si los fieles católicos pueden ver detrás de ese arreglo que el cardenal Mahoney está pensando solamente en él y no en la protección de los niños y en la verdad, entonces sí se va a dañar más la imagen de la Iglesia. Pero esto también puede hacerla más fuerte, para que los fieles puedan tomar control de la institución y no dejar que siga controlada por miles de años por hombres, sacerdotes, obispos que solamente piensan en el dinero y el poder”, afirma. El activista de SNAP lamenta que personas como el sacerdote Marcial Maciel, acusado también de pederastia, se encuentre protegido en Roma por la Iglesia católica, “que lo ha ocultado detrás de los muros del vaticano para que no sea expuesto a la acción de la justicia”. “Su papel fue organizar los Legionarios de Cristo, y sabemos que está en Roma, protegido allá, retirado de su oficio, y nosotros conocemos varias víctimas suyas en la República Mexicana; he convivido con ellos y comprendido el daño que han sufrido. Ellos comparten nuestra alegría y nuestra labor de sacar a relucir las verdades, como que la Iglesia Católica ha estado por tantos años involucrada en corrupción y encubrimiento y violación de niños y esto tiene qué parar”, dice. La protección a Mahoney es una práctica común entre los jerarcas de la Iglesia católica que se compactan para proteger a otros sacerdotes pederastas, como hicieron también con el cardenal de Boston Bernard Law, para protegerlo de acusaciones de pederastia, agrega Barragán. “Parece que el Vaticano no puede ver la moralidad, el daño que siguen haciendo al encubrir y proteger (a los curas pederastas). El Vaticano no es más que una organización corrupta igual que la mafia, como cualquier otra organización que decide quebrar las leyes y evadir la justicia. “Estoy agradecido con las víctimas que han denunciado y han batallado durante años para sacar la verdad de Marcial Maciel, pero en cada esquina han chocado con el poder del Vaticano y ahora que se han llevado a Maciel, ¿quién lo puede sacar de allá para que rinda cuentas? A ver qué se puede hacer en el futuro”, cuestiona.
luciano campos garza
Monterrey, N.L., 23 de julio (apro).- Después del acuerdo entre la Diócesis de Los Ángeles y víctimas de abuso sexual perpetrado por sacerdotes católicos, para indemnizarlos con 600 millones de dólares, los afectados confían en que Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, sea también juzgado como encubridor y sea encarcelado. Erick Barragán, integrante de la red de Sobrevivientes de Abusos de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), demanda que el cardenal también sea sometido a la justicia por participar en una “conspiración internacional” para encubrir al sacerdote poblano Nicolás Aguilar, quien abusó a decenas de niños en México y Estados Unidos con la complicidad de la jerarquía católica mexicana. Barragán asegura que Norberto Rivera es culpable de conspiración por encubrir al sacerdote Nicolás Aguilar en el caso del abuso sexual contra Joaquín Aguilar y “otras víctimas de Los Ángeles”, y adelantó que en el mes de agosto se reunirán con abogados del cardenal en México para recabar más evidencias y comprobar ante la Corte de Estados Unidos la culpabilidad del jerarca católico. El sacerdote Nicolás Aguilar abusó sexualmente de 26 menores en Los Ángeles, California, “por culpa de Norberto Rivera”, quien lo envió a la diócesis angelina “sin avisar estrictamente que este hombre era un violador y un peligro para los niños”, afirma. Barragán, quien se identifica como “mexicano nacido en Los Ángeles”, fue abusado sexualmente junto con sus hermanos Edgar y Manuel, por el párroco Carlos René Rodríguez, entre 1989 y1992. El sacerdote Rodríguez fue sentenciado por una Corte de California en el 2004 a ocho años de cárcel por violación. El prelado estaba a las órdenes del cardenal Roger M. Mahoney. Actualmente de 32 años de edad, Barragán considera que existe la posibilidad de que la Iglesia católica mexicana también indemnice a las víctimas, pero éstas prefieren que los culpables vayan a prisión. “Nosotros queremos que sean enjuiciados y paguen con cárcel, porque aquí en México las víctimas nunca han recibido un centavo de la Iglesia católica, ni de Norberto, ni de nadie. Lo que siempre han pedido aquí es justicia, que se castigue a los responsables y ese es el camino que se sigue ahora con más fuerza, pues van a tener la verdad que salió de Los Ángeles por este arreglo”, dice. --¿Consideras posible que en México, dado el arraigo católico de la población, Norberto Rivera pueda pagar con cárcel? --Bueno, eso esperamos. Vamos a ver qué va a probar la Corte de Estados Unidos. Esto es algo que los católicos aquí y el mismo gobierno deben de ver directamente: que si Norberto Rivera, siendo una persona religiosa y de autoridad en la República Mexicana, controlando una institución con mucho poder sobre los mexicanos, tomó decisiones para proteger a este pederasta, enviando a esta persona, que hizo tanto daño, a Estados Unido; si él quebró alguna ley aquí en México, también se le debería otorgar algún proceso en México. “Porque eso de mandar violadores de niños a otro país, yo pienso que es un delito y debe de ser perseguido en México también”, menciona en entrevista telefónica desde la Ciudad de México. Barragán se encuentra en el Distrito Federal junto con el mexicano Joaquín Aguilar Méndez --también víctima del sacerdote Nicolás Aguilar y beneficiario de la millonaria indemnización--, con el objetivo de constituir en el país la organización SNAP para apoyar a personas que han sido afectadas por sacerdotes pederastas. El cardenal Roger Mahoney, arzobispo de la Diócesis de Los Ángeles, confirmó que concluyeron las negociaciones para repartir, entre 508 personas que presentaron denuncias por abuso sexual de sacerdotes, 660 millones de dólares, a cambio de que retiraran los cargos criminales en su contra. Barragán explica que de los 660 millones de dólares, la Diócesis de Los Ángeles pagará 250 millones y el resto será aportado por aseguradoras y agrupaciones de franciscanos y jesuitas que apoyan a Mahoney. La Diócesis de Los Ángeles posee un “portafolio inmobiliario” de 4 mil millones de dólares, precisa Barragán. Ahora que el cardenal Mahoney reconoció la responsabilidad de los clérigos en los casos de abuso sexual, es más fácil que Rivera Carrera encare a la justicia, considera. “El juicio contra el cardenal Norberto Rivera es muy diferente porque el arreglo financiero y de documentación es solamente contra el cardenal Mahoney, de Los Ángeles. “Es muy importante que se diga que el caso contra Rivera Carrera sigue y ahora sí hasta más fuerte, porque ahora el cardenal Mahoney dijo que sí fue violador Nicolás Aguilar y sí hubo conspiración internacional y corrupción muy fuerte para proteger al abusador de niños. “El cardenal Mahoney puede testificar ahora contra Norberto Rivera, contra la Diócesis de Tehuacan, contra el obispo de Tehuacan por el encumbramiento que afectará negativamente a Norberto Rivera en México”, afirma. Pese a la indemnización que a algunos de los afectados les ha provocado alivio, hay quienes se sienten molestos porque no podrán encarar al prelado en la corte para expresarle su repudio. “Hay quienes están contentos porque al fin se les validaron sus reclamos, de que fueron violados y dañados. Algunos otros están un poco molestos porque no van a poder estar en la Corte para preguntarle a Rogelio Mahoney cuál fue su papel y pedir que le hagan un fuerte interrogatorio en la Corte”, explica. Hay quiénes lo perdieron todo por causa de los abusos: “Ahora nos vemos que lo único que le preocupa a él mismo es subir a la Corte a rendir cuentas, pero también tenemos que ver que hay muchas víctimas que han sufrido por décadas, que necesitan tratamiento psicológico, quizás consejería sobre abuso de drogas y alcohol. Algunos no tienen ni empleo por su misma enfermedad por causa del trauma. Hay muchas perspectivas que tienen qué verse. No hay muchos contentos pero al fin se acabó el camino de la Diócesis de Los Ángeles, pero aún falta”, dice. “Los únicos casos que se quedarán pendientes son los que implican a Norberto Rivera y el cardenal Mahoney por los daños que hicieron en México”, asegura. Es innegable que el prestigio de la Iglesia católica resulte lesionado luego del escándalo de los curas pederastas, asegura Barragán, aunque el daño puede ser mayor si no sale a relucir la verdad, advierte. “Eso claramente va a suceder, viendo que el cardenal Mahoney quiso evadir la justicia, estar frente a un juez para rendir cuentas a un juez, al público, a los fieles católicos. Ese era el mayor temor y se veía. Desde el primer día que no quería que se divulgara nada de documentos, información de él o sus obispos para proteger la imagen de la Iglesia católica. “Pero si los fieles católicos pueden ver detrás de ese arreglo que el cardenal Mahoney está pensando solamente en él y no en la protección de los niños y en la verdad, entonces sí se va a dañar más la imagen de la Iglesia. Pero esto también puede hacerla más fuerte, para que los fieles puedan tomar control de la institución y no dejar que siga controlada por miles de años por hombres, sacerdotes, obispos que solamente piensan en el dinero y el poder”, afirma. El activista de SNAP lamenta que personas como el sacerdote Marcial Maciel, acusado también de pederastia, se encuentre protegido en Roma por la Iglesia católica, “que lo ha ocultado detrás de los muros del vaticano para que no sea expuesto a la acción de la justicia”. “Su papel fue organizar los Legionarios de Cristo, y sabemos que está en Roma, protegido allá, retirado de su oficio, y nosotros conocemos varias víctimas suyas en la República Mexicana; he convivido con ellos y comprendido el daño que han sufrido. Ellos comparten nuestra alegría y nuestra labor de sacar a relucir las verdades, como que la Iglesia Católica ha estado por tantos años involucrada en corrupción y encubrimiento y violación de niños y esto tiene qué parar”, dice. La protección a Mahoney es una práctica común entre los jerarcas de la Iglesia católica que se compactan para proteger a otros sacerdotes pederastas, como hicieron también con el cardenal de Boston Bernard Law, para protegerlo de acusaciones de pederastia, agrega Barragán. “Parece que el Vaticano no puede ver la moralidad, el daño que siguen haciendo al encubrir y proteger (a los curas pederastas). El Vaticano no es más que una organización corrupta igual que la mafia, como cualquier otra organización que decide quebrar las leyes y evadir la justicia. “Estoy agradecido con las víctimas que han denunciado y han batallado durante años para sacar la verdad de Marcial Maciel, pero en cada esquina han chocado con el poder del Vaticano y ahora que se han llevado a Maciel, ¿quién lo puede sacar de allá para que rinda cuentas? A ver qué se puede hacer en el futuro”, cuestiona.
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