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octubre 19, 2007
"Benefician a más de 8 mil indígenas". Chenalhó, Chis. El rezago histórico en los pueblos indígenas del país obliga al gobierno y a la sociedad a acercar las oportunidades de desarrollo a quienes han estado más alejados de ellas, afirmó el director general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Luis H. Álvarez. En la colocación de la primera piedra de lo que habrá de ser el albergue escolar "Benito Juárez" en esta localidad, Álvarez sostuvo que, "el estado de Chiapas cuenta con 146 albergues escolares, que apoyan a 8 mil 500 niños y jóvenes choles, mames, tzotziles, tzeltales, tojolabales y zoques, desde el nivel preescolar hasta bachillerato". El ex Coordinador del Diálogo para la Paz en Chiapas, sostuvo que la CDI con apoyo de la Fundación Coca Cola logró reunir tres millones 600 mil pesos para la construcción de este albergue destinado a brindar a estudiantes indígenas servicios de hospedaje y alimentación, para contribuir a fortalecer la formación básica de niños indígenas. Ver Foto (Cuarto Poder)

"Aflora la decepción en enclave zapatista". Palenque, Chis. Los tzeltales de la comunidad de Roberto Barrios difícilmente se identifican, a diferencia de hace 13 años, con el EZLN. Actualmente, sólo 10 familias originarias de la comunidad pertenecen al Quinto Caracol; en 1994 se adhirió la comunidad entera. A sus 12 años, Virginia, estudiante de la telesecundaria, comenta que salvo los zapatistas - provenientes de todos lados, dice, menos de Roberto Barrios- nadie puede entrar al Quinto Caracol, que permanece enclavado en el pueblo, rodeado de un alambrado. "Vienen de Europa, de África, pero no son de aquí", remarca. Esta vez llevan tres semanas capacitando a los "nuevos milicianos", que vienen de los ejidos cercanos a Roberto Barrios -San Antonio, Samaritano, América Libre, Nuevo Mundo y Luis Echeverría- con el objetivo de custodiar el Caracol. Según el antropólogo Abelino Flores, director de la Comisión para el Desarrollo de Pueblos Indígenas de Palenque, actualmente 126 indígenas en Roberto Barrios están siendo entrenados por el EZLN. Las niñas están convencidas de que los "rebeldes" las excluyen, pues la entrada al Caracol está permanentemente prohibida a los tzeltales; en contraste, en las paredes de madera del Quinto Caracol, los zapatistas dan la bienvenida a los "compas del mundo". Flores explica que la visita de Luis H. Álvarez al lugar atrajo la presencia de más zapatistas. De hecho, un par de ellos, ambos extranjeros, se acercaron a escuchar su discurso, sin que los habitantes de la comunidad les dijeran nada. El director de la Comisión para el Desarrollo de Pueblos Indígenas (CDI) llegó a Roberto Barrios en un helicóptero privado pasadas las 14:30 horas de este martes y fue recibido por un cuarteto de tzeltales que tocaban instrumentos de cuerdas y por tres mujeres indígenas que, vistiendo sus trajes típicos, lo tomaron de los brazos para acompañarlo a la mesa con mantel blanco desde donde emitiría sus palabras. Fue la décima segunda vez que Álvarez visitó esta comunidad, considerada uno de los bastiones más importantes del zapatismo hace más de una década. "Ustedes aquí en Roberto Barrios han perseverado. En un principio, como ya se ha dicho, pensaron que otro era el camino, pero venturosamente rectificaron, y si bien no han llegado satisfechas las peticiones que ustedes han formulado, pues ya se van materializando", señaló al micrófono el panista, ex integrante de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa).. (Reforma)

"Siguen sin llegar caravanas". Palenque, Chis. Cuando Luis H. Álvarez llegó a Roberto Barrios en helicóptero, una niña de año y medio se desmayó. Según la doctora del pueblo, a la bebé le dio un paro cardiorrespiratorio por la impresión que le produjo la aeronave. A falta de clínicas, los padres de la menor tuvieron que esperar a que Álvarez concluyera su visita a la zona, casi dos horas después del desmayo de su niña, para llevara a Palenque en una camioneta de la CDI. El trayecto de 18 kilómetros de terracería se logró en hora y media, hasta llegar al Hospital Regional, a donde la niña llegó con fiebre. Lo mismo sucede en Chenalhó, donde si se requiere atención médica los indígenas tienen que trasladarse hasta San Cristóbal de las Casas. Según Abelino Flores, las Caravanas de la Salud, cuyo objetivo es brindar atención médica a las comunidades más marginadas y aisladas, nunca han visitado Roberto Barrios. En Chenalhó, aunque los habitantes han oído hablar de ellas, tampoco se han beneficiados sus servicios, informó Luis Pérez. De acuerdo con la Secretaría de Salud, el 29 de marzo el titular de la dependencia, José Ángel Córdova, dio el banderazo de salida a 82 unidades móviles de las caravanas en Chiapas. Sin embargo, el director de Atención Médica de la Secretaría de Salud del estado, Alfonso Torres Aguilar, reportó que sólo operaban 14. (Reforma)

Iñaki García, miembro de la Comisión Civil Internacional de Observación por los Derechos Humanos, apunta bajo la cabeza de A 10 años de Acteal continúa la impunidad que este 22 de diciembre próximo se cumplen 10 años de la masacre de Acteal, en la que murieron asesinados 45 indígenas, la mayoría mujeres y niños, a manos de paramilitares. Este hecho criminal ocurrió en un contexto de violencia social y política denunciado de forma exhaustiva sin que nada se hiciera por impedirlo. Como quedó sobradamente probado, la responsabilidad institucional fue condición indispensable para que ocurriera. Sí tuvo sus costos políticos para el gobierno mexicano, debido a la gran respuesta nacional e internacional por la indignación que provocó la matanza de civiles desarmados. Con este hecho Ernesto Zedillo perdió la presidencia de la OMC, Emilio Chuayffet la Secretaría de Gobernación y Julio César Ruiz Ferro la gubernatura de Chiapas. Recordar Acteal es evocar El Bosque, Aguas Blancas, El Charco, Atenco y Oaxaca. En todos ellos la misma respuesta represiva del gobierno ante los conflictos sociales no resueltos. Son intentos oficiales por desmantelar la protesta social por medio de la fuerza. La impunidad en la que se mueven los responsables de estos delitos, no sólo en México, sino en tantos lugares del mundo, se confronta con los deseos de muchas personas que no cejarán en su demanda de justicia. La Columna de la Infamia, presente en Acteal, es un símbolo de la indignación que aún se recuerda y está presente para que nunca más ocurran. Seguiremos vigilantes para dar respuesta a la vigencia de los derechos humanos, acompañando el dolor de las víctimas y atentos a lo que viene para conseguir lo que ya entonces fue dicho: una paz con justicia y dignidad. (Jornada)


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