Felipe Cobián Y Gloria Reza y Hace unas cuantas semanas, el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, declaró al suplemento que Proceso edita para esa entidad que en cuanto hubiera una demanda penal contra el procurador Tomás Coronado por los casos de pederastia y prostitución infantil en los cuales se le involucra, crearía una fiscalía especial investigadora. Esa denuncia ya fue presentada. La interpuso Víctor Manuel Landeros Arvizu, quien fue subalterno del propio Coronado. Ahora falta que el mandatario cumpla su palabra.
GUADALAJARA, JAL.- El pasado viernes 23 el exsubprocurador Víctor Manuel Landeros Arvizu denunció formalmente al procurador de Justicia de Jalisco, Tomás Coronado Olmos, por pederastia, prostitución y pornografía infantil, así como por su presunta protección a Martín Aguirre Aguirre, acusado de violación y privación ilegal de la libertad contra una menor de edad, y quien se desempeñó como director jurídico de Alumbrado Público del ayuntamiento de Guadalajara hasta hace unas semanas.
En su querella, el denunciante asegura que Aguirre lo hostigó a partir de que dio curso a dos denuncias –una por violación y otra por privación ilegal de la libertad– presentadas por la menor Águeda Jazmín, de 16 años, y por su madre Araceli Arellano. La primera se hizo el 25 de abril pasado y quedó asentada en la averiguación previa 1737/2007/S; la segunda, el 30 de agosto, según la averiguación 010935/007/039-P24.
En ambas, la menor acusó a Martín Aguirre de haberla violado, y señaló a Coronado Olmos –a quien identificó mediante una fotografía, sin saber que se trataba del procurador– como la persona a quien otra menor apodada La China le hizo sexo oral durante una fiesta realizada a finales de abril en una granja ubicada en la carretera que va a Chapala.
Sin embargo, en la primera de las denuncias –dijeron madre e hija a estos reporteros a principios de septiembre pasado (Proceso Jalisco 149)– el nombre del procurador fue borrado por el agente del Ministerio Público y no se le permitió a Araceli Arellano estar presente en la declaración de su hija.
En la segunda querella, de la que este semanario tiene copia, Águeda Jazmín describe cómo eran los juegos sexuales entre las menores y Coronado, Aguirre y otros funcionarios que asistieron a la fiesta: “A la que le fue un poco más mal fue a mi amiga La China, la cual no recuerdo el nombre, pero a ésta, como perdió, le dijeron que se la tenía que mamar al señor de nombre Tomás Coronado, por lo que se metieron a un cuarto que se encuentra en la misma granja”.
Tanto Águeda Jazmín como su madre ratificaron su declaración en contra del procurador y de Aguirre. La menor acusó que el 28 de agosto por la noche fue secuestrada y que sus captores le apuntaron con una pistola a la cabeza, amenazándola de matarla junto con toda su familia. El propósito era obligarla a desistirse de la acusación. No lo hizo. Dos días después ratificó su denuncia ante la Procuraduría General de Justicia de Jalisco (PGJ).
Madre e hija dijeron a este semanario que el 1 de septiembre pasado fueron retenidas por agentes de la PGJ encabezados por Eduardo López Pulido, coordinador de la División de Asuntos Patrimoniales contra las Personas. “Fuimos liberadas hasta que firmamos un documento sin saber qué decía, y después nos dimos cuenta de que era para exculpar a Coronado Olmos”.
El 13 de septiembre, luego de que se hizo pública la red de pederastia y pornografía infantil donde se implicaba al propio Coronado y su amigo Aguirre Aguirre, el procurador declaró en una conferencia de prensa que él era inocente y acusó de inmediato a su entonces subprocurador, Landeros Arvizu, de haber montado un complot en su contra.
Las otras agraviadas
Para confirmar la imputación que la señora Araceli Arellano y su hija hacen al procurador, los reporteros obtuvieron el testimonio de una joven de 16 años, a quien por razones de seguridad sólo se menciona como “Carolina”. En cuanto se le mostró una fotografía de Tomás Coronado, ella lo identificó sin dudar: “Es él, es uno de los cuatro viejos puercos que estuvieron en la granja y que nos ofrecieron dinero para que hiciéramos cosas. Ese, el Tomás, dijo que era licenciado, como Martín (Aguirre)”.
Según Carolina, Nayeli la invitó a ella y a otra menor llamada Marisol, y juntas fueron trasladadas a la granja en la camioneta de Martín Aguirre, en la cual ya iban a bordo Mary y otra amiga.
“Cuando llegamos compraron pollo, primero estábamos bien, pero después Nayeli y Mary se encueraron y se metieron a la alberca, y los cuatro viejos también, sin nada de ropa. Después Martín me quiso agarrar y me metió a un cuarto en el que había una cámara, no dejé que me hiciera nada. A mí me decía que yo era bien escandalosa, porque no me dejaba, y mejor se salió. Nayeli se enojó y me empezó a pelear, entonces me dijo que ese Tomás me daba dinero si me metía con él, pero yo le dije: ‘No, dile que se meta en el culo su dinero, yo me quiero ir’.
“Como no me dejé, Martín agarró a mi amiga y la metió a uno de los cuartos. Yo me arrinconé y vi que el Tomás se metió con Nayeli, Marisol, que es marimacha, y Mary. Al ratito mi amiga salió llorando del cuarto y Nayeli se estaba riendo de ella. Me iba a pelear con Nayeli, pero me dijo que no quería bronca. Mi amiga y yo salimos corriendo y ella le pidió a un señor que vimos en la entrada (del fraccionamiento) dinero para que regresáramos (a Guadalajara). Nos dio 30 pesos para el camión.”
“Carolina” aseguró que el procurador se dio cuenta de todo y no hizo nada para ayudarlas, y reafirmó: “te digo que hasta quería conmigo”.
Ante las denuncias, el gobernador Emilio González Márquez aseguró que se estaba haciendo la investigación correspondiente, pero que no había denuncia contra Coronado y, por tanto, no lo removería del cargo. No obstante, después dijo a Proceso Jalisco (edición 150) que en el momento en el cual se presentara una sola denuncia al respecto nombraría un fiscal especial para encargarse del caso.
El martes 13, en el Congreso del estado se realizó una ceremonia donde se hizo un reconocimiento a luchadoras contra la violencia hacia las mujeres. En ese acto, en el que estuvo presente el procurador Coronado, la expresidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Guadalupe Morfín Otero reconoció el valor de Areceli Arellano y de su hija por denunciar los delitos cometidos contra la menor.
Sin mencionarlas por su nombre y tras felicitarlas por su valentía –porque “se atrevieron a denunciar una red de pederastia con funcionarios de alto nivel incluidos”–, Morfín expresó: “Para llevar a un buen término el proceso que brota de esa valiente denuncia, espero que este Congreso anime al Ejecutivo estatal a dejar de ser juez y parte de este caso y a nombrar un fiscal especial que profundice la investigación”.
Sólo de esta manera, añadió, la sociedad volverá a creer en sus gobernantes. Expuso que el mandatario podría solicitar que la PGR atrajera el caso por medio de un área creada específicamente para investigar este tipo de ilícitos.
El gobernador respondió que lo haría en el momento en que se presentara una denuncia en contra del procurador, y hasta añadió que una de sus candidatas para ocupar la fiscalía especial era precisamente la ex ombudsman.
La denuncia
Víctor Manuel Landeros Arvizu, quien fue despedido en octubre pasado, retomó el asunto y denunció a su exjefe Coronado porque todos estos acontecimientos “no han sido indagados por la Representación Social, toda vez que se señala directamente al procurador general de Justicia del Estado, Tomás Coronado Olmos”.
En su querella del pasado viernes 23, Landeros sostiene: “me presento con el objeto de formular formal denuncia con motivo de las conductas narradas, que salvo error de apreciación, resultan ser típicas, antijurídicas y culpables sancionadas por la legislación penal del estado de Jalisco. No han sido materia de indagatoria alguna, porque son señalamientos que involucran a un alto funcionario, siendo éste el titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Tomás Coronado Olmos, entre otros”.
Y agrega que fue víctima de “la amañada averiguación previa 187/2007-V” tramitada en el área de Visitaduría a cargo de la jefa de División, Blanca Arcelia Barrón Rosales. Refiere también que se le acusa “para contar con un chivo expiatorio. Yo estoy plenamente dispuesto a que me investigue una autoridad ministerial imparcial”. Además, exige que se investigue la conducta de Tomás Coronado Olmos, quien “manifiesta que yo orquesté un complot en su contra y, en lo oscurito, se integra una averiguación previa amañada en mi contra”.
Más: “Lo correcto es que ambos seamos investigados por un fiscal especial plenamente imparcial. Una vez que ello ocurra se conocerá la verdad y evidentemente uno de los dos tendrá que enfrentar las acusaciones penales ante los tribunales competentes.
Antes de ratificar su denuncia contra Coronado Olmos y quienes resulten responsables, Landeros pide que “se tutele mi seguridad personal y la de mi familia”.
Por su parte, el defensor de Landeros, Marco Antonio del Toro Carazo, asegura a este semanario que solicita públicamente “que el gobierno estatal tome las medidas para que el cargo que ostenta el C. Tomás Coronado no le permita desdibujar el asunto y valerse del doctor Landeros como válvula de escape.
“Lo justo –precisa– es que las averiguaciones en contra de mi defenso y del señor Coronado sean conducidas por un fiscal especial. Lo jurídicamente adecuado es que el señor Coronado no permanezca en su encargo, ya que ese hecho haría imposible el que existiera equidad. Lo ética y legalmente correcto es que un procurador imparcial también tome las riendas de la procuraduría.” l
26 noviembre 2007
El procurador de Jalisco, demandado por pederastia
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