México, Distrito Federal
Miércoles 14 de noviembre de 2007
* Conferencia de prensa del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, y el senador del PRD, Ricardo Monreal Avila, para dar a conocer el contenido de la denuncia penal que presentan ante la PGR, por la tragedia ocurrida en Tabasco
1. El modelo neoliberal que ha sido impuesto en México desde 1983 ha derivado en una política energética privatizadora basada en el establecimiento de empresas extranjeras que generan y venden electricidad, en detrimento de las plantas instaladas propiedad de la Nación que opera la CFE. A tales empresas se les ha denominado Productores Independientes de Energía (PIES).
Cabe señalar que la generación y venta de energía por estas plantas propiedad de particulares, ha constituido una deliberada y reiterada violación del párrafo sexto del artículo 27 de la Constitución, que al respecto establece: “Corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a particulares y la Nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieren para dichos fines”.
Sin embargo, en 1992 se aprobaron reformas y adiciones a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, para permitir a los particulares, de manera inconstitucional, la generación y venta de electricidad.
A partir del año 2000, cuando las plantas privadas empiezan a venderle energía a la CFE, se incrementa de manera acelerada la participación del sector privado en la prestación del servicio público. Así, las empresas extranjeras pasaron de generar 1.2 Terawatts hora en el año 2000, a 59.4 en 2006; es decir, un incremento mayor a 4,000 por ciento (Anexo 1).
En contraste, las plantas hidroeléctricas del sector público han disminuido su participación en la generación de energía durante el mismo periodo.
En particular, en el Sistema Hidroeléctrico del Grijalva, integrado por las plantas conocidas como Angostura, Chicoasén, Mal Paso y Peñitas, la generación de electricidad fue en aumento hasta el año 2000, cuando llegó, en el período enero - octubre de ese año, a 12,000 Gigawatts hora.
Pero a partir del año 2001 (cuando iniciaron su operación las PIES) la generación promedio descendió a 8,148 Gigawatts hora en el 2007; o sea, una disminución del 32 por ciento. (Anexo 2).
En el caso de la presa Peñitas su capacidad utilizada se redujo de 59 por ciento en 1999, a 39 por ciento, en 2007. Esta hidroeléctrica tiene capacidad para generar energía en sus cuatro turbinas fijas de hasta 1,396 metros cúbicos por segundo.
En esencia, la política orientada a favorecer a las empresas privadas generadoras de energía ha llevado a parar o a subutilizar la capacidad instalada de las plantas propiedad de la Nación.
Inclusive, el mismo Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico (POISE) 2007 – 2016, advierte que esta política privatizadora no solo es contraria al interés nacional, sino que pone en riesgo la seguridad de la población. En este documento, textualmente se señala:
“Es de suma importancia reconocer que las restricciones de generación mínima en el parque termoeléctrico, especialmente en los Productores Independientes de Energía (se les ha supuesto 50%), restan flexibilidad a la operación de las Grandes Centrales Hidroeléctricas ya que Angostura tiende a operar por arriba de sus niveles de seguridad, lo que repercute no solo en mayores riesgos de inundaciones en la cuenca del río Grijalva, sino en una menor generación de las Grandes Centrales Hidroeléctricas.
Esto se reflejaría también en costos de operación del Sistema Interconectado Nacional considerablemente mayores.”
Conviene reiterar que la CFE compra a las empresas extranjeras, que cuentan con el 22 por ciento de la capacidad instalada, el 31 por ciento de la electricidad que se distribuye en el país, como resultado de los "Contratos de Compromiso de Capacidad de Generación de Energía Eléctrica y Compraventa de Energía Eléctrica Asociada”. (Anexo 3).
Para llevar a cabo la operación de esta política, se utiliza al Centro Nacional de Control de Energía de la CFE, organismo que decide cuales plantas y con cuanta energía participan en el Sistema Interconectado Nacional. Como es obvio, este Centro le otorga preferencia a los Productores Independientes de Energía y castiga a las plantas de la CFE.
2. La política privatizadora ha dado lugar a un manejo irresponsable en la operación del Sistema Hidroeléctrico Grijalva y, en particular, de la presa Peñitas. Y esta es la causa fundamental de la inundación y de la tragedia que padece la población de Tabasco.
Debe destacarse que durante los meses de enero y febrero de este año, la presa Peñitas recibió 420 milímetros de lluvia y se turbinó a un ritmo de 624 metros cúbicos por segundo.
En la época de secas, en los meses de marzo a junio, solamente se registró una precipitación pluvial de 76 milímetros, pero se turbinaron 591 metros cúbicos por segundo; en contraste, durante los meses de julio a septiembre, cuando inicia el período de lluvias, se recibió un total de 485 milímetros de precipitación, y se bajó la turbinación a 365 metros por segundo.
Sin embargo, lo más grave fue que durante el mes de octubre, solamente en cuatro días reportados por el Sistema Meteorológico Nacional cayeron 1,011 milímetros, pero entre el primero y el 28 de octubre, sólo se turbinaron 479 metros cúbicos por segundo en promedio. (Anexo 4).
3. El análisis de la operación de la presa Peñitas durante el mes de octubre de este año, es de la mayor importancia. Con toda la información que poseemos, podemos demostrar lo siguiente:
Durante los primeros once días del mes de octubre se turbinó un promedio de 408 metros cúbicos por segundo, una de las más bajas del año. Esto provocó que el día 12 el nivel del agua en la presa subiera a 88.38 metros sobre el nivel del mar. Lo que significó colocarse por encima del Nivel de Agua Máximo Operativo que es de 87 metros sobre el nivel del mar. Como respuesta a esta situación extraordinaria, CFE elevó la turbinación a 637 metros cúbicos por segundo en promedio hasta el día 16. De esta forma, el agua de la presa bajó a su nivel normal de 85 metros sobre el nivel del mar.
No obstante, entre el 19 y el 25 de octubre, se recibieron 15 avisos de norte y condición invernal. El primero con el número 037, del 19 de octubre de 2007 a las 10 horas. Y el último con el número 051, del 25 de octubre a las 22 horas. Estos avisos alertaban del frente frío número 4 para los días del 22 al 24 octubre. Sin embargo, haciendo caso omiso a estas advertencias, continuaron con las turbinaciones bajas, lo que trajo en consecuencia que la presa alcanzó a un nivel de 89.14 metros sobre el nivel del mar para el día 25 de octubre.
Por si esto fuera poco, ese mismo día, 25 de octubre, recibieron los pronósticos del frente frío número 5, donde los alertaban de lluvias intensas que son las mayores que registra su escala, para los días 28, 29 y 30 de octubre.
Inexplicablemente, las autoridades federales responsables ignoraron los avisos meteorológicos y continuaron con la baja turbinación los días 25, 26, 27 y 28, trayendo como consecuencia el incremento del agua en la presa al nivel crítico de 90.06 metros sobre el nivel del mar, ante lo cual, abrieron las compuertas a partir del día 29 de octubre a las 8:45 horas, y durante tres días consecutivos, dejando caer sobre la planicie 2 mil metros cúbicos por segundo (2 millones de litros por segundo), provocando el desastre que padece la población de Tabasco.
Conviene señalar que en el mes de enero de este año, ante una situación similar, en donde el nivel de embalse llegó a 89.98 metros sobre le nivel del mar (8 centímetros menos del nivel crítico de octubre cuando abrieron las compuertas), se actuó de manera diferente. Incrementaron la turbinación a 910 metros cúbicos por segundo durante cuatro días y de esta manera, lograron bajar el nivel del agua a 85 metros sobre el nivel del mar.
Esta misma decisión se pudo haber tomado desde el día 23 de octubre para evitar la tragedia. Como se demuestra en el siguiente ejemplo:
CÁLCULO DE NIVEL DE PEÑITAS AL TURBINAR A UN RITMO SIMILAR
AL DEL MES DE ENERO
Niveles TURBINACIÓN en m3/s Volumen Diferencia Nivel posible
DÍAS Msnm Turbinación real en octubre m3/s Enero Diferencia entre lo turbinado en octubre y enero m3/s en m3 En metros Msnm
23 85.82 395 910 515 44,496,000
24 88.22 505 910 405 34,992,000
25 89.14 466 910 444 38,361,600
26 89.02 466 910 444 38,361,600
27 88.58 512 910 398 34,387,200
28 88.08 516 910 394 33,177,300
29 90.06 223,775,700 4.13 85.93
La diferencia se calcula dividiendo el volumen turbinado entre 542,000 m3
Cantidad requerida para variar un cm hasta el nivel de 90 msnm.
Fuente: Elaboración propia con datos de la CFE.
En suma, como lo señalamos, los días del 23 al 29 de octubre, se mantuvo una turbinación baja del orden de 476 metros cúbicos por segundo en promedio. Si se hubiera turbinado a 910 metros cúbicos por segundo, como se hizo en enero ante un evento similar, los niveles de la presa se hubieran mantenido en 85.93 metros sobre el nivel del mar y no a 90.06, como ocurrió el 29 de octubre.
Cabe señalar que esto era factible porque los niveles de los ríos Samaria y Carrizal, que conducen el agua de la presa Peñitas, se mantuvieron debajo de su nivel crítico durante estos días, y hasta el 29 de octubre a las 8 de la noche.
En conclusión:
1. La tragedia de Tabasco pudo evitarse y es consecuencia de una política energética privatizadora que ignora la seguridad de la gente y el interés nacional.
2. El Ejecutivo Federal tuvo la información y los instrumentos necesarios para evitar la tragedia.
3. En consecuencia, deben fincarse responsabilidades y reparar el daño causado al pueblo de Tabasco.
1. El modelo neoliberal que ha sido impuesto en México desde 1983 ha derivado en una política energética privatizadora basada en el establecimiento de empresas extranjeras que generan y venden electricidad, en detrimento de las plantas instaladas propiedad de la Nación que opera la CFE. A tales empresas se les ha denominado Productores Independientes de Energía (PIES).
Cabe señalar que la generación y venta de energía por estas plantas propiedad de particulares, ha constituido una deliberada y reiterada violación del párrafo sexto del artículo 27 de la Constitución, que al respecto establece: “Corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a particulares y la Nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieren para dichos fines”.
Sin embargo, en 1992 se aprobaron reformas y adiciones a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, para permitir a los particulares, de manera inconstitucional, la generación y venta de electricidad.
A partir del año 2000, cuando las plantas privadas empiezan a venderle energía a la CFE, se incrementa de manera acelerada la participación del sector privado en la prestación del servicio público. Así, las empresas extranjeras pasaron de generar 1.2 Terawatts hora en el año 2000, a 59.4 en 2006; es decir, un incremento mayor a 4,000 por ciento (Anexo 1).
En contraste, las plantas hidroeléctricas del sector público han disminuido su participación en la generación de energía durante el mismo periodo.
En particular, en el Sistema Hidroeléctrico del Grijalva, integrado por las plantas conocidas como Angostura, Chicoasén, Mal Paso y Peñitas, la generación de electricidad fue en aumento hasta el año 2000, cuando llegó, en el período enero - octubre de ese año, a 12,000 Gigawatts hora.
Pero a partir del año 2001 (cuando iniciaron su operación las PIES) la generación promedio descendió a 8,148 Gigawatts hora en el 2007; o sea, una disminución del 32 por ciento. (Anexo 2).
En el caso de la presa Peñitas su capacidad utilizada se redujo de 59 por ciento en 1999, a 39 por ciento, en 2007. Esta hidroeléctrica tiene capacidad para generar energía en sus cuatro turbinas fijas de hasta 1,396 metros cúbicos por segundo.
En esencia, la política orientada a favorecer a las empresas privadas generadoras de energía ha llevado a parar o a subutilizar la capacidad instalada de las plantas propiedad de la Nación.
Inclusive, el mismo Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico (POISE) 2007 – 2016, advierte que esta política privatizadora no solo es contraria al interés nacional, sino que pone en riesgo la seguridad de la población. En este documento, textualmente se señala:
“Es de suma importancia reconocer que las restricciones de generación mínima en el parque termoeléctrico, especialmente en los Productores Independientes de Energía (se les ha supuesto 50%), restan flexibilidad a la operación de las Grandes Centrales Hidroeléctricas ya que Angostura tiende a operar por arriba de sus niveles de seguridad, lo que repercute no solo en mayores riesgos de inundaciones en la cuenca del río Grijalva, sino en una menor generación de las Grandes Centrales Hidroeléctricas.
Esto se reflejaría también en costos de operación del Sistema Interconectado Nacional considerablemente mayores.”
Conviene reiterar que la CFE compra a las empresas extranjeras, que cuentan con el 22 por ciento de la capacidad instalada, el 31 por ciento de la electricidad que se distribuye en el país, como resultado de los "Contratos de Compromiso de Capacidad de Generación de Energía Eléctrica y Compraventa de Energía Eléctrica Asociada”. (Anexo 3).
Para llevar a cabo la operación de esta política, se utiliza al Centro Nacional de Control de Energía de la CFE, organismo que decide cuales plantas y con cuanta energía participan en el Sistema Interconectado Nacional. Como es obvio, este Centro le otorga preferencia a los Productores Independientes de Energía y castiga a las plantas de la CFE.
2. La política privatizadora ha dado lugar a un manejo irresponsable en la operación del Sistema Hidroeléctrico Grijalva y, en particular, de la presa Peñitas. Y esta es la causa fundamental de la inundación y de la tragedia que padece la población de Tabasco.
Debe destacarse que durante los meses de enero y febrero de este año, la presa Peñitas recibió 420 milímetros de lluvia y se turbinó a un ritmo de 624 metros cúbicos por segundo.
En la época de secas, en los meses de marzo a junio, solamente se registró una precipitación pluvial de 76 milímetros, pero se turbinaron 591 metros cúbicos por segundo; en contraste, durante los meses de julio a septiembre, cuando inicia el período de lluvias, se recibió un total de 485 milímetros de precipitación, y se bajó la turbinación a 365 metros por segundo.
Sin embargo, lo más grave fue que durante el mes de octubre, solamente en cuatro días reportados por el Sistema Meteorológico Nacional cayeron 1,011 milímetros, pero entre el primero y el 28 de octubre, sólo se turbinaron 479 metros cúbicos por segundo en promedio. (Anexo 4).
3. El análisis de la operación de la presa Peñitas durante el mes de octubre de este año, es de la mayor importancia. Con toda la información que poseemos, podemos demostrar lo siguiente:
Durante los primeros once días del mes de octubre se turbinó un promedio de 408 metros cúbicos por segundo, una de las más bajas del año. Esto provocó que el día 12 el nivel del agua en la presa subiera a 88.38 metros sobre el nivel del mar. Lo que significó colocarse por encima del Nivel de Agua Máximo Operativo que es de 87 metros sobre el nivel del mar. Como respuesta a esta situación extraordinaria, CFE elevó la turbinación a 637 metros cúbicos por segundo en promedio hasta el día 16. De esta forma, el agua de la presa bajó a su nivel normal de 85 metros sobre el nivel del mar.
No obstante, entre el 19 y el 25 de octubre, se recibieron 15 avisos de norte y condición invernal. El primero con el número 037, del 19 de octubre de 2007 a las 10 horas. Y el último con el número 051, del 25 de octubre a las 22 horas. Estos avisos alertaban del frente frío número 4 para los días del 22 al 24 octubre. Sin embargo, haciendo caso omiso a estas advertencias, continuaron con las turbinaciones bajas, lo que trajo en consecuencia que la presa alcanzó a un nivel de 89.14 metros sobre el nivel del mar para el día 25 de octubre.
Por si esto fuera poco, ese mismo día, 25 de octubre, recibieron los pronósticos del frente frío número 5, donde los alertaban de lluvias intensas que son las mayores que registra su escala, para los días 28, 29 y 30 de octubre.
Inexplicablemente, las autoridades federales responsables ignoraron los avisos meteorológicos y continuaron con la baja turbinación los días 25, 26, 27 y 28, trayendo como consecuencia el incremento del agua en la presa al nivel crítico de 90.06 metros sobre el nivel del mar, ante lo cual, abrieron las compuertas a partir del día 29 de octubre a las 8:45 horas, y durante tres días consecutivos, dejando caer sobre la planicie 2 mil metros cúbicos por segundo (2 millones de litros por segundo), provocando el desastre que padece la población de Tabasco.
Conviene señalar que en el mes de enero de este año, ante una situación similar, en donde el nivel de embalse llegó a 89.98 metros sobre le nivel del mar (8 centímetros menos del nivel crítico de octubre cuando abrieron las compuertas), se actuó de manera diferente. Incrementaron la turbinación a 910 metros cúbicos por segundo durante cuatro días y de esta manera, lograron bajar el nivel del agua a 85 metros sobre el nivel del mar.
Esta misma decisión se pudo haber tomado desde el día 23 de octubre para evitar la tragedia. Como se demuestra en el siguiente ejemplo:
CÁLCULO DE NIVEL DE PEÑITAS AL TURBINAR A UN RITMO SIMILAR
AL DEL MES DE ENERO
Niveles TURBINACIÓN en m3/s Volumen Diferencia Nivel posible
DÍAS Msnm Turbinación real en octubre m3/s Enero Diferencia entre lo turbinado en octubre y enero m3/s en m3 En metros Msnm
23 85.82 395 910 515 44,496,000
24 88.22 505 910 405 34,992,000
25 89.14 466 910 444 38,361,600
26 89.02 466 910 444 38,361,600
27 88.58 512 910 398 34,387,200
28 88.08 516 910 394 33,177,300
29 90.06 223,775,700 4.13 85.93
La diferencia se calcula dividiendo el volumen turbinado entre 542,000 m3
Cantidad requerida para variar un cm hasta el nivel de 90 msnm.
Fuente: Elaboración propia con datos de la CFE.
En suma, como lo señalamos, los días del 23 al 29 de octubre, se mantuvo una turbinación baja del orden de 476 metros cúbicos por segundo en promedio. Si se hubiera turbinado a 910 metros cúbicos por segundo, como se hizo en enero ante un evento similar, los niveles de la presa se hubieran mantenido en 85.93 metros sobre el nivel del mar y no a 90.06, como ocurrió el 29 de octubre.
Cabe señalar que esto era factible porque los niveles de los ríos Samaria y Carrizal, que conducen el agua de la presa Peñitas, se mantuvieron debajo de su nivel crítico durante estos días, y hasta el 29 de octubre a las 8 de la noche.
En conclusión:
1. La tragedia de Tabasco pudo evitarse y es consecuencia de una política energética privatizadora que ignora la seguridad de la gente y el interés nacional.
2. El Ejecutivo Federal tuvo la información y los instrumentos necesarios para evitar la tragedia.
3. En consecuencia, deben fincarse responsabilidades y reparar el daño causado al pueblo de Tabasco.
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