Ahora, por el sector eléctrico
Rosa Santana MÉRIDA, YUC.- El Grupo Energético del Sureste (GES), consorcio empresarial de la familia del jefe de la Oficina de la Presidencia, Juan Camilo Mouriño Terrazo, cuyo fuerte ha sido el ramo gasolinero, se apresta a irrumpir en el sector eléctrico.
Se trata de un proyecto para la fabricación de torres eólicas de última generación que, “en coinversión con una empresa española”, la Gándara Censa –de la que también son dueños–, arrancará el próximo año.
Como parte de los preparativos, el pasado 27 de junio, apenas un mes antes de que el panista Patricio Patrón Laviada pasara la estafeta gubernamental a la priista Ivonne Ortega Pacheco, la Comisión Ordenadora del Uso del Suelo del Estado de Yucatán (COUSEY) protocolizó la compra de 20 hectáreas de terrenos estratégicamente ubicados sobre la carretera Mérida-Progreso.
Dicha superficie se localiza a unos minutos del puerto de altura de Progreso, está próxima a las vías ferroviarias y colinda con otro predio de 350 hectáreas donde se planea establecer una plataforma logística, industrial y comercial que la administración saliente pretendía otorgar por asignación directa –en lo tocante a su operación– a la empresa Prointec, coincidentemente también española, aunque este propósito no se llegó a concretar.
A raíz de que el Diario de Yucatán cuestionó el favoritismo que prodigó el gobierno de Patrón Laviada a la familia Mouriño Terrazo, Carlos Mouriño, hermano mayor de Juan Camilo y administrador en México de los negocios familiares, emitió un comunicado para aclarar que la compra no se hizo con fines especulativos, y reveló detalles de la inversión.
“El Grupo Energético del Sureste –precisó– invertirá, en coinversión con una empresa española, 300 millones de pesos en una fábrica que elaborará torres eólicas de última generación, mismas que serán comercializadas principalmente en el mercado estadunidense.”
Lo que no dijo es que la firma con la que el GES coinvertirá en este proyecto es Gándara Censa, que en España preside Carlos Mouriño Atanes, el patriarca de la familia Mouriño Terrazo. Ese negocio, según su página en internet, es un taller de caldería pesada que tiene entre sus divisiones el cemento, la minería y la fabricación de torres eólicas.
Al respecto, el titular de la Secretaría de Desarrollo Industrial y Comercial (Sedeinco) del estado, Jaime Manuel Zetina González, comentó que, una vez concretado el relevo gubernamental, Mouriño Atanes y su hijo Carlos, acompañados por ejecutivos del GES, se presentaron ante él para informar sobre su proyecto, que consiste en “una maquiladora de torres eólicas”.
Confirmó que la coinversionista será Gándara Censa, pero dijo ignorar a quién pertenece. “Sé por medio de ellos que físicamente están haciendo sus trámites de permiso con el ayuntamiento de Progreso, porque los terrenos pertenecen a esa jurisdicción, y hasta donde sé los trámites van bien y son básicamente los permisos de construcción y de uso de suelo”.
Y, en efecto, la alcaldesa de Progreso, Reina Quintal Recio, informó el 9 de diciembre pasado al Diario de Yucatán que ya se expidieron los permisos de uso de suelo y que en breve tendrán los de construcción.
En su entrevista con Proceso, Zetina González aseguró que el lote que adquirieron los Mouriño es aledaño al que el gobierno anterior había destinado para la plataforma logística, y que el nuevo negocio de los Mouriño no guarda ninguna relación con ésta.
“El giro de su empresa –señaló–, al menos que yo tenga conocimiento, hasta ahora es único en el país, y las dimensiones de los productos que van a generar no son manejables dentro de ninguna plataforma logística.
“Nomás para dar una idea: Las torres de energía eólica miden alrededor de 30 a 40 metros de ancho y 100 de alto. Su traslado es por partes. No caben en ninguna bodega.”
Aunque en la presentación de su proyecto los Mouriño no establecieron plazos, agregó, probablemente inicien las obras en los primeros meses de este año. Dijo también que el actual gobierno no ha negociado con el GES ningún tipo de apoyo ni facilidades como la exención de impuestos. Sin embargo, pudiera darse algún respaldo normal porque, “hasta donde sé, generará alrededor de 300 empleos”.
Por su parte, Carlos Mouriño hijo expresó en su boletín que en el proyecto, que generará “150 empleos directos”, se dará “especial atención” a la ocupación de jóvenes yucatecos egresados de las escuelas tecnológicas de la entidad en áreas técnicas de alta especialidad.
E indicó que la inmobiliaria GES adquirió un predio de 20 hectáreas en la carretera Mérida-Progreso a la Comisión Ordenadora del Uso del Suelo del Estado de Yucatán (COUSEY), mediante un contrato de compraventa firmado el pasado 27 de junio.
Mencionó el primogénito de Carlos Mouriño Atanes que el proyecto “es plenamente conocido por los funcionarios de la actual administración”.
Con ellos, abundó, “sostenemos no sólo un diálogo permanente, sino (…) que estamos realizando las gestiones propias de una inversión de esta naturaleza que, además, traerá beneficios colaterales por el uso de las instalaciones del puerto de altura de Progreso, para enviar los productos al mercado estadunidense. El gobierno del estado de Yucatán conoce con detalle este proyecto, que deberá operar a partir de 2008, una vez cubiertos todos los trámites legales, lo que descarta cualquier indicio de que se haya adquirido con fines especulativos”.
La construcción de la fábrica de torres eólicas de última generación “no ha dado inicio precisamente porque nos encontramos en la fase de consecución de cada uno de los permisos correspondientes…”.
Por último, en el texto, que fue publicado íntegramente por el Diario de Yucatán, Carlos Mouriño hijo destacó que su hermano, el actual jefe de la Oficina de la Presidencia, quien fue justamente subsecretario de Electricidad cuando Felipe Calderón fungió como secretario de Energía –en el sexenio foxista– y antes presidente de la Comisión de Energéticos de la Cámara de Diputados cuando Calderón coordinó a la bancada panista, “ni es accionario ni participa en modo alguno en las empresas del corporativo GES”.
Según documentos obtenidos por esta corresponsal, la venta del predio al grupo de Carlos Mouriño Atanes y a GES, S.A. de C.V., fue aprobada el pasado 18 de junio por el Consejo de Administración de la COUSEY, que en su calidad de gobernador presidía Patrón Laviada.
En cuanto al funcionario que entonces fungía como director de la COUSEY, José Carlos Guzmán Alcocer, ahora está sujeto a un proceso penal por el delito de peculado por más de 500 millones de pesos. En esa causa se le atribuye la presunta compraventa irregular de terrenos donde actualmente se construye un country club. Esa área, por cierto, se ubica en la zona donde se asentará la maquiladora de torres eólicas.
Y a ésta, desde luego, no le faltaron facilidades. El lote correspondiente se vendió a la inmobiliaria GES a 35 pesos el metro cuadrado. Según el contrato PLL001 que signó con la COUSEY, el monto de la transacción fue por 7 millones 4 mil 743 pesos con 55 centavos.
Sin embargo, se determinó que esa cifra se pagaría mediante un enganche de 1 millón 400 mil 948 pesos con 70 centavos, mientras que el saldo, 6 millones 234 mil 673 pesos con 76 centavos, se cubriría en un plazo de 24 mensualidades de 259 mil 778 pesos con 7 centavos… l
Rosa Santana MÉRIDA, YUC.- El Grupo Energético del Sureste (GES), consorcio empresarial de la familia del jefe de la Oficina de la Presidencia, Juan Camilo Mouriño Terrazo, cuyo fuerte ha sido el ramo gasolinero, se apresta a irrumpir en el sector eléctrico.
Se trata de un proyecto para la fabricación de torres eólicas de última generación que, “en coinversión con una empresa española”, la Gándara Censa –de la que también son dueños–, arrancará el próximo año.
Como parte de los preparativos, el pasado 27 de junio, apenas un mes antes de que el panista Patricio Patrón Laviada pasara la estafeta gubernamental a la priista Ivonne Ortega Pacheco, la Comisión Ordenadora del Uso del Suelo del Estado de Yucatán (COUSEY) protocolizó la compra de 20 hectáreas de terrenos estratégicamente ubicados sobre la carretera Mérida-Progreso.
Dicha superficie se localiza a unos minutos del puerto de altura de Progreso, está próxima a las vías ferroviarias y colinda con otro predio de 350 hectáreas donde se planea establecer una plataforma logística, industrial y comercial que la administración saliente pretendía otorgar por asignación directa –en lo tocante a su operación– a la empresa Prointec, coincidentemente también española, aunque este propósito no se llegó a concretar.
A raíz de que el Diario de Yucatán cuestionó el favoritismo que prodigó el gobierno de Patrón Laviada a la familia Mouriño Terrazo, Carlos Mouriño, hermano mayor de Juan Camilo y administrador en México de los negocios familiares, emitió un comunicado para aclarar que la compra no se hizo con fines especulativos, y reveló detalles de la inversión.
“El Grupo Energético del Sureste –precisó– invertirá, en coinversión con una empresa española, 300 millones de pesos en una fábrica que elaborará torres eólicas de última generación, mismas que serán comercializadas principalmente en el mercado estadunidense.”
Lo que no dijo es que la firma con la que el GES coinvertirá en este proyecto es Gándara Censa, que en España preside Carlos Mouriño Atanes, el patriarca de la familia Mouriño Terrazo. Ese negocio, según su página en internet, es un taller de caldería pesada que tiene entre sus divisiones el cemento, la minería y la fabricación de torres eólicas.
Al respecto, el titular de la Secretaría de Desarrollo Industrial y Comercial (Sedeinco) del estado, Jaime Manuel Zetina González, comentó que, una vez concretado el relevo gubernamental, Mouriño Atanes y su hijo Carlos, acompañados por ejecutivos del GES, se presentaron ante él para informar sobre su proyecto, que consiste en “una maquiladora de torres eólicas”.
Confirmó que la coinversionista será Gándara Censa, pero dijo ignorar a quién pertenece. “Sé por medio de ellos que físicamente están haciendo sus trámites de permiso con el ayuntamiento de Progreso, porque los terrenos pertenecen a esa jurisdicción, y hasta donde sé los trámites van bien y son básicamente los permisos de construcción y de uso de suelo”.
Y, en efecto, la alcaldesa de Progreso, Reina Quintal Recio, informó el 9 de diciembre pasado al Diario de Yucatán que ya se expidieron los permisos de uso de suelo y que en breve tendrán los de construcción.
En su entrevista con Proceso, Zetina González aseguró que el lote que adquirieron los Mouriño es aledaño al que el gobierno anterior había destinado para la plataforma logística, y que el nuevo negocio de los Mouriño no guarda ninguna relación con ésta.
“El giro de su empresa –señaló–, al menos que yo tenga conocimiento, hasta ahora es único en el país, y las dimensiones de los productos que van a generar no son manejables dentro de ninguna plataforma logística.
“Nomás para dar una idea: Las torres de energía eólica miden alrededor de 30 a 40 metros de ancho y 100 de alto. Su traslado es por partes. No caben en ninguna bodega.”
Aunque en la presentación de su proyecto los Mouriño no establecieron plazos, agregó, probablemente inicien las obras en los primeros meses de este año. Dijo también que el actual gobierno no ha negociado con el GES ningún tipo de apoyo ni facilidades como la exención de impuestos. Sin embargo, pudiera darse algún respaldo normal porque, “hasta donde sé, generará alrededor de 300 empleos”.
Por su parte, Carlos Mouriño hijo expresó en su boletín que en el proyecto, que generará “150 empleos directos”, se dará “especial atención” a la ocupación de jóvenes yucatecos egresados de las escuelas tecnológicas de la entidad en áreas técnicas de alta especialidad.
E indicó que la inmobiliaria GES adquirió un predio de 20 hectáreas en la carretera Mérida-Progreso a la Comisión Ordenadora del Uso del Suelo del Estado de Yucatán (COUSEY), mediante un contrato de compraventa firmado el pasado 27 de junio.
Mencionó el primogénito de Carlos Mouriño Atanes que el proyecto “es plenamente conocido por los funcionarios de la actual administración”.
Con ellos, abundó, “sostenemos no sólo un diálogo permanente, sino (…) que estamos realizando las gestiones propias de una inversión de esta naturaleza que, además, traerá beneficios colaterales por el uso de las instalaciones del puerto de altura de Progreso, para enviar los productos al mercado estadunidense. El gobierno del estado de Yucatán conoce con detalle este proyecto, que deberá operar a partir de 2008, una vez cubiertos todos los trámites legales, lo que descarta cualquier indicio de que se haya adquirido con fines especulativos”.
La construcción de la fábrica de torres eólicas de última generación “no ha dado inicio precisamente porque nos encontramos en la fase de consecución de cada uno de los permisos correspondientes…”.
Por último, en el texto, que fue publicado íntegramente por el Diario de Yucatán, Carlos Mouriño hijo destacó que su hermano, el actual jefe de la Oficina de la Presidencia, quien fue justamente subsecretario de Electricidad cuando Felipe Calderón fungió como secretario de Energía –en el sexenio foxista– y antes presidente de la Comisión de Energéticos de la Cámara de Diputados cuando Calderón coordinó a la bancada panista, “ni es accionario ni participa en modo alguno en las empresas del corporativo GES”.
Según documentos obtenidos por esta corresponsal, la venta del predio al grupo de Carlos Mouriño Atanes y a GES, S.A. de C.V., fue aprobada el pasado 18 de junio por el Consejo de Administración de la COUSEY, que en su calidad de gobernador presidía Patrón Laviada.
En cuanto al funcionario que entonces fungía como director de la COUSEY, José Carlos Guzmán Alcocer, ahora está sujeto a un proceso penal por el delito de peculado por más de 500 millones de pesos. En esa causa se le atribuye la presunta compraventa irregular de terrenos donde actualmente se construye un country club. Esa área, por cierto, se ubica en la zona donde se asentará la maquiladora de torres eólicas.
Y a ésta, desde luego, no le faltaron facilidades. El lote correspondiente se vendió a la inmobiliaria GES a 35 pesos el metro cuadrado. Según el contrato PLL001 que signó con la COUSEY, el monto de la transacción fue por 7 millones 4 mil 743 pesos con 55 centavos.
Sin embargo, se determinó que esa cifra se pagaría mediante un enganche de 1 millón 400 mil 948 pesos con 70 centavos, mientras que el saldo, 6 millones 234 mil 673 pesos con 76 centavos, se cubriría en un plazo de 24 mensualidades de 259 mil 778 pesos con 7 centavos… l
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