Desaparecido

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO, A LAS 11:30 DE LA NOCHE

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO,  A LAS 11:30 DE LA NOCHE Orizaba, Veracruz.- Llevaba una playera negra, pantalon de mezclilla, es de complexion delgado y piel morena...Es militante del Frente Popular Revolucionario y activista de Organizaciones Sociales.

13 febrero 2009

Una ´emperatriz´ en el destierro

Blanca Margarita Cázares comenzó a los 20 años de edad comprando dólares a cultivadores de opio y mariguana en la calle Juárez, en Culiacán. Ahí formó su imperio, según autoridades de EU. Ahora, con 54 años, tuvo que dejar Sinaloa



JUAN VELEDÍAZ / ENVIADO juan.velediaz@eluniversal.com.mx
El Universal
Sábado 07 de febrero de 2009

CULIACÁN, Sin.— Era una ferviente guadalupana que desde hacía tiempo acudía cada año a honrar su devoción. La mañana del 12 de diciembre de 2007 y acompañada por familiares, Blanca Margarita Cázares Salazar ascendió las escalinatas de La Lomita, santuario de esta capital construido sobre una colina en honor a la Virgen de Guadalupe. Llevaba falda y blusa claras con bordados multicolores y el cabello recogido en trenzas atadas con listones. Fue la última vez que se le vio.

Porque esa mañana, en Washington, el Departamento del Tesoro boletinaba sus empresas importadoras de cosméticos, ropa y sistemas de radio, y sus restaurantes y casas de cambio, considerándolas parte de la red de lavado de dinero del cártel de Sinaloa, vinculada a Ismael El Mayo Zambada. Durante la presentación del reporte, el Tesoro estadounidense la “bautizó” como La Emperatriz, aunque en esta ciudad era conocida desde un par de décadas atrás, en torno de la céntrica calle Juárez, como La Chiquis.

Era una mujer de 54 años, dinámica, generosa y madre de tres hijos; se inició muy joven como comerciante ambulante de dólares en esa arteria, donde predomina esta actividad a lo largo de tres cuadras, formando una zona que cronistas locales llaman “la lavandería al aire libre más grande de Latinoamérica”; agricultores de goma de opio y mariguana solían llegar aquí desde sus pueblos en la sierra para cambiar por moneda nacional la divisa que recibían como pago por sus cosechas.

Al terminar su visita guadalupana y antes de sustraerse de la vida pública, La Chiquis posó sonriente para un periódico local en compañía de sus tres nietas, ataviadas igual que ella. Cuando se retiró del santuario la noticia de que el gobierno estadounidense incluyó a su familia en la “lista negra” circulaba ya en la mayoría de los portales de internet de los principales diarios del país.

Pablo Alvarado, representante legal de las empresas, recuerda que el anuncio le afectó emocionalmente, le dio tristeza que el trabajo de décadas pasara a ojos de los estadounidenses como algo ilegal, y lo atribuyó a una medida más política que jurídica. Solía decir, añade Alvarado, que la base del éxito era el esfuerzo y no tenía nada; todo lo había conseguido con empeño. Luego se retiró de la vida pública —en los buenos tiempos figuraba en las páginas de sociales de diarios locales.

La prensa capitalina no pasó por alto que en febrero de 2007, el hermano de La Emperatriz, Víctor Emilio Cázares Salazar, fue señalado por la DEA y el Departamento del Tesoro como líder de una organización distribuidora de droga en California, Arizona, Nueva York e Illinois, que habría lavado en los últimos cinco años alrededor de 45 millones de dólares e introducido 20 toneladas de cocaína. Era identificado como El Licenciado y salió a la luz cuando se difundió la detención de 402 personas de su organización que trabajaban para el cártel de Sinaloa en territorio de Estados Unidos. Meses después, la mayoría de los detenidos fueron liberados, pero una corte federal en California ordenó su captura para ser juzgado por narcotráfico y lavado de dinero.



El 16 de octubre de 2007, EL UNIVERSAL publicó un reportaje sobre el rancho de 10 hectáreas de Víctor Emilio, en la comunidad del Guayabito —en los límites de los municipios de Badiraguato y Mocorito— y que incluía una iglesia, un kiosco y amplios jardines visibles desde el camino principal del pueblo; esta parte de la construcción se comunicaba por un puente sobre un río con el casco principal del rancho, el cual estaba cercado por una barda de roca y metal. La propiedad fue asegurada por la PGR y unos meses después devuelta a sus propietarios.



El Tesoro estadounidense nunca explicó por qué llamó Emperatriz a Blanca Margarita Cázares Salazar, aunque existía el antecedente de que a la operación de la DEA para desmantelar la red de su hermano la llamaron Imperial Emperor. Ella poseía 19 empresas administradas por sus dos hijas y su yerno, en las que participaban su hijo Arturo Meza Cázares y su esposo de entonces, Arturo Meza Gaspar. Su cadena de tiendas de cosméticos y accesorios de importación para mujer tenía locales en Guadalajara, Tijuana y Culiacán desde finales de los años noventa.



“Una bonita ranchera”

“Porque las sinaloenses somos así. Nos gusta andar siempre bien arregladas, traer collares, que unas pulseras o unos anillos y aretes; la que veas trae hasta uñas”, recuerda Elvira Inzunza que decía Blanca Margarita cuando abrió una de las primeras tiendas de la cadena Chika’s, a mediados de los años 90, en Culiacán; la entrevistada fue gerente en una de ellas. Eran otros tiempos, dice quien hoy atiende su propio negocio de telefonía, Blanca Margarita imponía, era recia de carácter y diestra para los negocios.



“La Chiquis era una bonita ranchera, era una güerita que usaba ropa apretadita, pantalones blancos o de yute, era muy guapa en esos años”, recuerda Ismael Bojórquez, director del semanario Río Doce, una de las publicaciones locales más influyentes; dice que la rememora como alguien afable y generosa.



Regresar a esos años, caminar por la calle Juárez es dar un estirón a la memoria. Aparecen los vendedores ambulantes de dólares a mitad de la vía, frente a las casas de cambio. Un viejo comerciante del mercado Buelna, plaza comercial donde se surten de utensilios y se equipan los agricultores venidos de la montaña, dice que ahora “La Chiquis es famosa” pero que la “verdadera Reina del Sur —en alusión a la novela del escritor español Arturo Pérez Reverte— es La Juani”, mujer menuda, popular por andar en cuatrimoto y ser “más canija que Margarita”, y quien tiene ya su propio local de canje de divisas. Al saber que el tema sería Cázares Salazar, La Juani se negó a ser entrevistada.



El comerciante del mercado Buelna —quien pidió reservar su identidad, por su seguridad— refiere que en sus más de 80 años de vida presenció cómo esta calle pasó, en los años 50, de tener carpas “donde se bebía y se estaba con mujeres bonitas toda la noche, hasta que comenzaron a aparecer esos hombres que venían de la sierra con fajos de dólares y que como si fuera abono hicieron aumentar como plantas a los que aparecieron para cambiarles los billetes”.



“La Chiquis llegó muy plebe, ha de haber tenido sus 18, 20 años. Andaba a la carrera con sus pantalones ajustados cambiando los dólares; era muy hábil para los negocios y muy canija, al poco ya tenía un gran equipo de arreadores. Haga de cuenta una verbena la que armaban sus empleados. Ahora anda huyendo, ya la hicieron nuevo personaje a raíz de lo de su hermano; éste ya debió de andar en los campos de aprendizaje (de la droga) cuando ella andaba aquí de vendedora”.



En pocos años abrió su primera casa de cambio, a la cual denominó Oro Verde, para luego pasar a Servicios de Cambio Culiacán y, más tarde, Servicio de Cambio Cuquis. El Tesoro de EU registró Casa de Cambio Cázares como parte de la red criminal, pero el establecimiento desapareció de la calle Juárez.



Pablo Alvarado, representante legal de los negocios de importación de La Chiquis, dice que a raíz de las clausuras y requisas que hizo el Ejército en esta arteria hace unos meses, el establecimiento mercantil dejó de operar desde mayo de 2008, cuando se dio de baja en la Secretaría de Hacienda. No ha sucedido lo mismo con el resto de las tiendas, que siguen abiertas. “Las importadoras (Brimar´s, Cazper, Patraca) están al corriente de los pagos ante Hacienda, están legalmente funcionando, son los primeros en el padrón de importación, con alrededor de 40 millones de dólares; los contenedores vienen de China, donde ya son fabricantes”.



José Luis Aispuro, presidente de la Canaco local, asegura que las empresas de la familia Cázares son del tipo medio que no generan un gran número de empleos, aparte de que “no tienen una generación de comercio, no hay capacitación, generación de software o consultoría en recursos humanos, no es su fin ampliar la base de negocios”.



Exceso y muerte

“Son uno ante Dios”, tituló en su sección de Sociales el periódico Noroeste la reseña de la boda de Lizbeth, la hija menor de Arturo Meza Gaspar y Blanca Margarita Cázares Salazar. Ésta aparece sonriente en una de las fotografías de la ceremonia, efectuada en los amplios jardines de la hacienda Las Ilusiones, rústica construcción de teja roja rodeada de dos hectáreas y media de jardines que incluyen un lago artificial y una alberca, todo circundado por un muro de roca. El festejo, amenizado por la banda de los hermanos Cota, una de las más cotizadas de Sinaloa, fue a finales de noviembre de 2006. Situada a la salida norte de Culiacán, en la zona conocida como La Presita, a la hacienda llegaron alrededor de 700 invitados de varias partes de México. La celebración continuó al día siguiente en el rancho de los Cázares, en el poblado del Guayabito y que sería asegurado meses después por la PGR.



Gypsi y Arturo Meza Cázares, padrinos en la boda de su hermana menor, también fueron boletinados por la DEA y el Tesoro como parte de la red financiera, lo mismo que su padre, Arturo Meza Gaspar, detenido el 5 de marzo de 2008, tres meses después de difundirse la alerta estadounidense por lavado de dinero y a unas semanas de separarse legalmente de Blanca Margarita.



El 9 de mayo pasado, a semanas de que éste fuera recluido en el penal de La Palma, su hijo cayó abatido afuera de un centro comercial de la capital sinaloense, en el atentado donde perdió la vida su acompañante Édgar Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.



El 7 de octubre, Jorge Abel Cázares Salazar, hermano de La Emperatriz, falleció en un ataque armado cuando presenciaba un partido de voleibol al oriente de la ciudad.



Los crespones ensombrecieron las tiendas de ropa Cazper y las butiques Patraca, dos de los negocios más concurridos por jóvenes de clase media en Culiacán. Por esos días, la presencia de Blanca Margarita en la calle Juárez era ya un recuerdo, y entre los parroquianos —que solían verla degustar como cualquiera una tostada de mariscos en el popular El Buyi, uno de los comercios de comida llamados “carretas”— se convirtió en una referencia de la época en que había tranquilidad. La Chiquis abandonó Sinaloa, según autoridades locales consultadas, no sólo por la imputación del Departamento del Tesoro en su contra, sino también por la violenta pugna entre los antiguos socios del cártel, que durante 2008 dejó en Sinaloa más de mil muertos.

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