Desaparecido

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO, A LAS 11:30 DE LA NOCHE

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO,  A LAS 11:30 DE LA NOCHE Orizaba, Veracruz.- Llevaba una playera negra, pantalon de mezclilla, es de complexion delgado y piel morena...Es militante del Frente Popular Revolucionario y activista de Organizaciones Sociales.

01 enero 2007

La megacaja de Pandora de Sari Bermúdez


Judith Amador Tello y Jenaro Villamil Una auténtica caja de Pandora se ha abierto en torno de las irregularidades, desvío de recursos, daños irreversibles en la construcción que han convertido a la “megabiblioteca” José Vasconcelos en el hilo conductor de un gran fraude, cuyos protagonistas más visibles son, hasta ahora, los responsables del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE), Fernando Larrazábal, y la exdirectora del Conaculta, Sari Bermúdez.

Las primeras 20 observaciones de 2005 que esta semana entregó la Auditoría Superior de la Federación a la Cámara de Dipu-

tados revelan que el sistema de impermeabilización de las azoteas de los cuatro edificios de la “megabiblioteca” están dañados; que la estructura de los libreros de más de siete toneladas representan un riesgo en caso de sismo; que la acumulación de agua originó grietas en los muros; que se violaron, por lo menos, cuatro artículos del reglamento de construcciones para el Distrito Federal, y que existió “falta de supervisión, vigilancia, control y revisión de los trabajos” del CAPFCE.

Estas observaciones sólo constituyen 20% de supervisión de toda la obra en el año 2005. Faltan las observaciones de 2006, el año electoral en el que el gobierno de Vicente Fox presionó para que la obra, cuyo costo rebasó los 2 mil 300 millones de pesos, se inaugurara en mayo. Las autoridades de la SEP, el Conaculta y el CAPFCE tienen 45 días hábiles para responder a estas observaciones que no se cumplieron.

En declaraciones a la prensa después de su comparecencia ante la Cámara de Diputados, el auditor superior Arturo González de León reveló que la dependencia ha detectado 70 millones de pesos en gastos de la megabiblioteca que no se justifican en la construcción de una obra como ésta. La mayoría son viáticos al interior del país y otros gastos suntuarios de la expresidenta del Conaculta, Sari Bermúdez.



Amenaza sísmica



En contra de sus promotores y principales responsables, la Auditoría Superior de la Federación advierte en varias de sus observaciones que la construcción de la megabiblioteca tuvo errores de ingeniería elementales, que hubo “falta de supervisión, vigilancia, control y revisión de los trabajos del CAPFCE” y que, incluso, hay serias amenazas de daño por sismos, que contraviene los artículos 146, 150, 153 y 158 del Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal.

En la observación número 17, la auditoría establece que la estructuración de los libreros en los edificios “A”, “B” y “C” se realizó a base de “tensores y placas articulados en las armaduras del sistema de cubierta; el sistema de piso de los libreros está formado por perfiles metálicos con una base de vidrio templado”. De acuerdo con la lista de contratos del CAPFCE, el 1 de diciembre de 2004 se firmó un contrato por 111 millones 610 mil pesos con la empresa Inmuebles y Construcciones Goval S.A. de C.V., para la construcción de la primera etapa de libreros.

La observación número 16 revela que no se construyeron los drenes necesarios en el muro de contención para evitar el empuje del agua. Esto originó “grietas en algunos muros”.

Como sintetiza el diputado perredista Alfonso Suárez del Real, “construyeron una especie de piscina sin determinar por dónde se irá el agua”.

En la observación número 13, la auditoría revela el daño provocado por filtraciones de agua en las azoteas.

Exdelegado de la Cuauthémoc y experto en protección civil, Suárez del Real advierte que la megabiblioteca constituye un riesgo para toda la zona aledaña. En las ocho manzanas adyacentes existen 32 unidades habitacionales de renovación que fueron dañadas por el sismo, y “la misma estación de trenes de Buenavista se afectó por el sismo en el 85”, recordó Suárez.

El pasado martes 27 de marzo, diputados del PRI y del PRD solicitaron la creación de una comisión especial en la Cámara de Diputados para investigar las cuentas de la megabiblioteca, sin embargo, el voto contra los diputados del PAN logró poner freno a la iniciativa.



El papel de Conaculta



La responsabilidad de transparentar los costos de la biblioteca José Vasconcelos no debe ser sólo tarea de la Cámara de Diputados y la Auditoría Superior de la Federación (ASF); el órgano de control interno del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) debe ser parte coadyuvante, considera Suárez del Real, también secretario de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados.

Para él, la existencia de elementos “que pueden configurar una omisión, una precipitación que pone en riesgo un patrimonio generado con recursos públicos” debe ser razón para que el consejo inicie una investigación interna.

La Cámara ha solicitado la auditoría a la megabiblioteca para conocer a detalle los recursos fiscales utilizados en su construcción, así como el destino de las donaciones recibidas, entre ella 40 millones de dólares del empresario Bill Gates, dueño de Microsoft. Además solicita a la ASF acelerar los tiempos, pues auditó ya el ejercicio 2005, pero lo ideal será tener a la brevedad el informe completo de la obra “desde el día en que se hizo el primer bosquejo”, hasta el momento en el cual Sari Bermúdez dejó la presidencia del Conaculta el 30 de noviembre pasado.

Arturo Saucedo, asesor del diputado Suárez del Real, abunda que “por sistema”, sobre todo cuando termina un sexenio, el órgano de control interno del Conaculta debió investigar, sobre todo porque la megabiblioteca fue un proyecto multianual, con una inversión cuantiosa (más de 2 mil millones de pesos), y en la cual intervinieron dos instituciones distintas: el Conaculta y el CAPFCE. Le añade el hecho de que el consejo debió hacer licitaciones para trabajos como la cimentación profunda, cuando no cuenta con un comité técnico para ello.

Comenta que el Conaculta tiene un “libro blanco” sobre el proyecto (disponible en su página web), pero no fue hecho por el órgano interno. Está firmado por Jorge von Ziegler, a la sazón director general de Bibliotecas, y Sari Bermúdez, entonces presidenta del Conaculta. CAPFCE tiene su propio “libro blanco” (cuyo contenido adelantó Proceso en el número pasado). Pero, subraya el asesor, no coinciden aun cuando se trata del mismo proyecto y proceso administrativo, lo cual es un elemento más para una investigación interna del consejo.

Para el asesor la falta de esta investigación puede configurar una “deliberada actitud, una omisión que podría representar cierto tipo de complicidad, en la medida en que no quieren actuar sino darle carpetazo al asunto, es la actitud que estamos viendo en el señor Sergio Vela (actual titular del Conaculta). No está asumiendo sus responsabilidades como funcionario público. En este caso la obligación de revisar las recomendaciones de la ASF y los resultados de la administración anterior, está siendo omiso”.

Finalmente señala que las auditorías solicitadas por la Cámara a la ASF podrían derivar en la inhabilitación de los exfuncionarios que resulten responsables y hasta en sanciones administrativas y penales, en caso de configurarse un daño al erario público.



La salida de Juárez



El mismo día que la ASF entregó el informe de la cuenta pública de 2005, el Conaculta informó sobre la renuncia de Saúl Juárez, quien se desempeñaba como director general de Bibliotecas. La salida del poeta michoacano, la primera del gabinete de Vela, se dio luego de que Suárez del Real denunció que el ahora exfuncionario autorizó la toma de fotografías en las instalaciones de la megabiblioteca para un catálogo de modas del Palacio de Hierro, elaborado por la empresa Agente Libre Film & Tape.

Y aunque Suárez del Real dice que la empresa Terán Publicidad DWA, responsable de tomar las imágenes, le pagó sólo 12 mil pesos a la megabiblioteca, el Conaculta asegura que no se recibió ninguna contraprestación a su favor.

La sesión fotográfica se llevó a cabo el 6 de febrero pasado, apenas unos días después de que el escritor Ignacio Padilla asumió la dirección de la Vasconcelos. Y, a decir de Suárez del Real, violó el artículo 9º del Reglamento de los Servicios Bibliotecarios que establece “que las instalaciones, el mobiliario, el equipo y el acervo serán de uso exclusivo de la biblioteca pública, por lo que ninguna persona o institución ajena a la misma podrán disponer o hacer uso de ellos para actividades que no sean las que a su naturaleza correspondan”.

En carta dirigida a Germán Martínez Cázares, secretario de la Función Pública, el diputado presentó también una queja contra Von Ziegler por haber autorizado como director de Bibliotecas en 2006 el banquete del 14 de noviembre de ese año, en el cual rindió su informe sexenal de actividades Julio Di Bela como director de Canal Once.

Ante la pregunta de por qué se procedió ahora con la denuncia, cuando espacios como los museos han sido utilizados para cenas y otros actos, y no es raro encontrar en la red anuncios de empresas de banquetes ofreciendo museos y monumentos para estos fines, el diputado puntualiza que al asumir como representante popular el pasado 1 de septiembre, tiene la responsabilidad de denunciar las violaciones u omisiones que se presenten.

Destaca que las fotos o el banquete son “meramente incidentales”; lo verdaderamente importante para él son los resultados que están arrojando las auditorías de la ASF, pues su propósito es dar certidumbre jurídica, estructural y de protección civil a la biblioteca.

Añade que la renuncia de Saúl Juárez no tiene que ver con las auditorías ni con las irregularidades del proceso de construcción de la megabiblioteca; se relaciona exclusivamente con la elaboración del catálogo de modas.

A diferencia de Juárez, Von Ziegler, quien sí participó en el proyecto de creación de la megabiblioteca y es señalado por Suárez del Real como responsable de autorizar el banquete del Canal Once, no ha renunciado a su cargo de asesor del actual presidente del Conaculta. También se mantiene en su puesto Padilla. Para Suárez del Real las renuncias se hacen “en conciencia” de cada uno de los funcionarios:

“La denuncia presentada ante la Función Pública no se queda en dos funcionarios; de manera explícita expreso que cualquier otro servidor público pudiera ser señalado durante la investigación correspondiente por los actos u omisiones detallados.”

Este semanario buscó a Saúl Juárez, quien prefirió no hacer declaraciones por el momento. El próximo lunes, a las 10 de la mañana, Sergio Vela dará una conferencia de prensa con motivo de la renuncia.

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