1. Mito uno: “Casi ningún trabajador gana el salario mínimo en México”.
En plena negociación para fijar los salarios mínimos generales 2007, el representante de los empresarios en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami),líder de la Confederación Patronal, Tomás Natividad, y posteriormente el presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Zermeño Infante, declararon a los medios de difusión que ya “casi nadie gana salario mínimo en México”.
Particularmente Jorge Zermeño indicó que es necesario revisar lo que está sucediendo, argumentando lo siguiente: “Creo que el salario mínimo en México es un referente, no es un salario que gane mucha gente; muchas empresas pagan salarios muy por encima de lo que es el mínimo…”
Los datos oficiales del INEGI nos muestran una realidad muy distinta de la planteada por los señores Zermeño y Tomás Natividad, en virtud de que un gran número de trabajadores mexicanos ganan hasta un salario mínimo, de acuerdo con el reporte del mes de diciembre de 2006, del INEGI, como se puede apreciar en el cuadro sobre población ocupada según nivel de ingreso.
Los datos oficiales del INEGI revelan que de 42’846 141 trabajadores que componen la población ocupada en el nivel nacional, 5’589 264 trabajadores mexicanos ganan hasta un salario mínimo. En otras palabras, 13.04 por
ciento de la población económicamente ocupada de nuestro país gana
hasta un salario mínimo diario, lo cual la condena a un nivel de ingreso de extrema pobreza.
De acuerdo con datos de expertos en el tema de economía, como es el caso del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM (CAM de la UNAM), el costo de la canasta obrera indispensable (COI) en 2006 fue de $288.23, por lo que con el salario mínimo general actual, que se ubica en $50.57, solamente se puede adquirir 17.54 por ciento de dicha canasta básica, como se puede apreciar en el siguiente cuadro:
Poder de compra de un salario mínimo respecto
a la canasta obrera indispensable (COI)
2. Mito dos: “No hay necesidad de aumentos ‘desmedidos’ de los salarios, porque
la inflación está controlada”.
A raíz del aumento del precio de las tortillas, la llamada “clase política” declaró que en virtud de que la inflación estaba controlada, y que el aumento a ese producto no provocaría una escalada inflacionaria, no había necesidad de aumentos salariales de emergencia.
Asimismo, el primero de febrero de este año, el coordinador de la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados, Héctor Larios Córdova, señaló que la realidad económica mexicana “dista mucho de una escalada de precios”.
Para desmentir estas afirmaciones, a continuación presentamos la siguiente lista de precios de artículos que componen la canasta básica recomendable (CBI), recomendada por el CAM de la Facultad de Economía de la UNAM, en donde se podrá observar que los precios que tenían los bienes y servicios de dicha canasta al 1º de diciembre de 2006, sufrieron un importante incremento en febrero de 2007.
Los precios fueron sacados de la canasta inteligente, publicada en la página de internet de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), es decir, son
datos oficiales:
Precios de la canasta básica recomendable indispensable (CBRI),
1º de diciembre de 2006
Como conclusión podemos afirmar que la política económica implementada por Felipe Calderón es la misma que la de sus antecesores: de contención de los salarios por un lado, y aumentos desmedidos a los productos de consumo básicos, por otro lado. Asimismo, la inflación no se ha contenido; por el contrario, hay una escalada de precios, en virtud de que todos los productos básicos han aumentado de precio y no sólo la tortilla como afirma el gobierno federal y sus voceros.
3. Mito tres: “Los aumentos salariales de los trabajadores son inflacionarios”.
A fines del mes de enero de 2007, el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, repitió la vieja tesis neoliberal de que los aumentos salariales a los trabajadores generan inflación. Al referirse este funcionario a la demanda de algunos sindicatos de un aumento salarial de emergencia por la escala da inflacionaria, respondió como loro y de manera bonachona que “un aumento como éste resultaría inflacionario”.
Estos argumentos, además de ser viejos, no tienen fundamento alguno,
como vamos a demostrar a continuación: uno de los métodos que utilizan los economistas para medir el poder adquisitivo de los diferentes secto res de la población, es la elaboración de canastas básicas. La canasta básica es un conjunto de bienes y servicios indispensables y necesarios para que una familia
satisfaga sus necesidades básicas de consumo a partir de su ingreso (salario).
Del nivel del salario de los trabajadores depende qué tanto se acerque o se aleje una familia trabajadora a la capacidad de adquirir esta canasta.
Desde que en el año de 1902 se elaboró en Inglaterra una de las primeras canastas básicas que se conocen, el contenido de ésta ha evolucionado, en virtud de que en aquel entonces este conjunto de productos se limitaba a necesidades físicas, debido a que la alimentación es la necesidad más apremiante.
Sin embargo, tiempo después, otros investigadores diseñaron canastas que incluían aspectos de esparcimiento, cultura y educación, entre otros. En la actualidad las canastas básicas consideran tanto los gastos en alimentos como los de vivienda, vestido, mobiliario, equipamiento, educación, transporte y diversos conceptos adicionales.
Y aquí cabe la siguiente pregunta: ¿Cómo está en México la relación salarioscanasta
básica?
Desde 1977 el poder adquisitivo del salario mínimo ha sufrido una brutal
caída. Principalmente, de acuerdo con opiniones de expertos en el tema, la caída salarial más drástica ha sido durante el periodo de diciembre de 1987 a 2006.
En nuestro país, de acuerdo con datos de una investigación del CAM de la Facultad de Economía de la UNAM, en el periodo mencionado “el precio de la canasta obrera indispensable pasó de $6.86 a $288.23, es decir, acumuló un incremento de 4 101.60 por ciento. Mientras que por otro lado, el salario mínimo pasó de $6.47 a $48.87 presentando un aumento de 655.33 por ciento, en el mismo periodo”.
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