Desaparecido

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO, A LAS 11:30 DE LA NOCHE

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO,  A LAS 11:30 DE LA NOCHE Orizaba, Veracruz.- Llevaba una playera negra, pantalon de mezclilla, es de complexion delgado y piel morena...Es militante del Frente Popular Revolucionario y activista de Organizaciones Sociales.

03 abril 2007

Ahora Hay que Celebrar “El Día del Taco”

Haciendo gala de la vieja fórmula del Imperio Romano donde al pueblo hay que darle “pan y circo”, el gobierno federal, en complicidad con algunos medios de comunicación, no cesan de planear cómo hacer para dar un poco de pan y mucho circo a los miles de habitantes del país.

No bastando el bombardeo mediático y mercantil de días como “San Valentín” donde el que más tiene más ama. Ahora se ponen a inventar, junto con Televisa, otros días como lo es “El día del Taco” en donde pretenden meter a miles de mexicanos a un estadio para presenciar sus artistas y sus patrocinadores mientras afuera cada día la impunidad, la corrupción, la venta de la patria a capitales extranjeros, la militarización del país, el desalojo de la APPO , el caso Atenco, las reformas a leyes como la del ISSSTE y tantas injusticias más por parte del gobierno siguen presentes.

Es el recurso del panóptico (modelo sustentado en la generación de estados de aislamiento de los prisioneros dentro de un espacio circular constantemente vigilado) como el estado y algunas empresas mediáticas esperando que bajo el “orgullo mexicano por el taco” den vuelta a la tortilla y no se pregunten más qué ha pasado con el aumento del maíz que según prometieron “estabilizar” (u oficializarlo que es lo mismo). ¿Acaso no es una estrategia más para aumentar la demanda del mismo?.

Es bajo una sociedad “domesticada” que el presente gobierno busca estabilizar al país, dejar de lado las mentes abiertas, creativas, organizadas y guiar un sólo pensamiento, mismo que vaya dirigido a la desaparición del reconocimiento del otro.

Ahora resulta que todos debemos decir, hacer y celebrar lo que ellos, los de arriba, nos digan qué merece ser celebrado.

¿Y si celebramos nuestra libertad?

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