Victor G. Ayluardo
Muchos seguimos viendo con asombro, molestia y desagrado, en las páginas de los diarios y diversos noticiarios, las imágenes de elementos militares circulando en convoyes de tres o cuatro vehículos las carreteras, avenidas y barrios de prácticamente todas las ciudades del país, con el fin de realizar una cruenta lucha contra las mafias del narcotráfico, esto, según la versión oficial.
La sospecha cabe aquí para quienes seguimos dudando y nos hemos convertido, como dice el dicho popular en "mulas ariscas" y continuamos poniendo en tela de juicio la honorabilidad de muchos de los diversos mandos castrenses frente a los cárteles del narcotráfico, así como la de los niveles medios e incluso los más bajos, que muchas de las veces es sabido por medio de notas aparecidas en los diversos diarios de circulación en el país, que denuncian el control que tienen y el abasto que los mismos hacen de los diversos lugares en donde se realiza el narcomenudeo.
Las dudas no son infundadas, recordemos aquel año del 97, cuando el ex comisionado del extinto Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), el general Jesús Gutiérrez Rebollo fue detenido precisamente por tener estrecha relación con el cártel de Amado Carrillo Fuentes, mejor conocido como "el señor de los cielos".
Gutiérrez Rebollo tenía fama de incorruptible, se sabía expresar perfectamente bien frente a las cámaras de televisión, con un discurso siempre enérgico, duro y contundente. Tras varias sonadas detenciones de algunos narcotraficantes de segunda calaña, fue nombrado máximo responsable de la lucha contra los cárteles de la droga en México.
La DEA lo apoyaba y pensaba que él era el hombre perfecto que se necesitaba para combatir a los narcos. Pero algunos meses después, se descubrió que Gutiérrez Rebollo estaba a sueldo de Amado Carrillo y que había sido el propio "Señor de los cielos" el que le había facilitado las detenciones anteriores para aumentar así sus éxitos y de esa forma ayudarle a subir puestos en el escalafón de los mandos castrenses.
Durante el proceso penal y militar contra Gutiérrez Rebollo, algunos de los testigos declararon abiertamente ante la Procuraduría General de la Republica (PGR), que a ellos sus superiores les decían que la Secretaría de la Defensa Nacional (SDN) tenía conocimiento amplio de los movimientos del general Rebollo e incluso uno de los testigos refirió en una de las diversas audiencias, que el general Gutiérrez Rebollo y sus cómplices ordenaban torturar a los detenidos bajo su responsabilidad en la V Región Militar, de la cual era titular el multicitado general Gutiérrez Rebollo, cosa que siempre fue negada por el alto mando castrense y la propia PGR, como consta en el boletín N°237/97 expedido en México, D.F., el 13 de agosto del 1997, pero la duda sobre las relaciones que el mismo narcotráfico ha tejido dentro de los diversos mandos militares, el poder que este ejerce e incluso, el uso que este hace de elementos, ha sido siempre latente, hay que mencionar también, que la corrupción existente en las altas esferas del poder político - recordemos el asesinato de Colosio y Ruiz Massieu- y los jugosos intereses económicos que se juegan dentro del negocio del narco, pone a todas luces entre dicho cualquier operativo militar en contra de los cárteles del narcotráfico, que se hace "nomas por encimita" sin hacerlo directamente donde se fortalece este poder, en los diversos altos mandos tanto militares como políticos.
Si a todo lo anterior le sumamos las más de mil ejecuciones que van hasta la fecha en todo el país como ajuste de cuentas entre los diversos cárteles, importándoles un comino hacerlo a una cuadra de los retenes militares, deja claro dos cosas, Una, que el poderío con el que cuentan estos grupos, ha puesto en jaque desde el primer día de operativo, a las fuerzas militares –dándoles el beneficio de la duda de que la lucha es en contra de los amos de la droga-. Dos, que la gradual militarización del país no tenga como fin específico el afrontar al narco, pero si, el de poco a poco y bajo el pretexto de tal operativo, esparcir cuerpos militares que den un hondo respiro al gobierno fraudulento de Felipe Calderón frente a lo que todos sabemos es su primordial interés, la aprobación de las reformas estructurales que beneficien a los diversos capitales extranjeros, tales como la reforma fiscal, la reforma a la ley del trabajo y la que seria el botín mas jugoso a los intereses privados, la privatización a la CFE y PEMEX, todas las anteriores de llevarse a cabo, explotarían en las calles con protestas por todo el país contra la aprobación como en la actualidad se hace contra la reciente ley del ISSSTE, por parte del amasiato político-ideológico "PRIAN", ¿que mejor forma de acallar y controlar las protestas sociales si ya se tiene desplegado por todo el país un buen numero de efectivos militares?.
Mas sospechoso resulta, cuando el pasado lunes 20 de mayo, La arquidiócesis primada de México consideró "acertada" e "inaplazable" la decisión presidencial de luchar contra las mafias del narcotráfico por conducto de las fuerzas armadas y lamentó que "algunos sectores" del país, "lejos de apoyar este combate", se dediquen a "denostar al ejército, a hacer acusaciones inverosímiles y difamatorias" -ouch me dolió la pedrada-. Cuando todos sabemos de sobra, que la iglesia católica siempre ha jugado un papel primordial como aval para legitimar a los gobiernos de derecha ante el pueblo; la clase media y alta católica y sus sacerdotes, léase -Norberto Rivera, Onésimo Cepeda, Sandoval Iñiguez y demás integrantes de la cúpula clerical- sirve como una de las fuerzas vivas de control social aunado al bombardeo mediático de "spots" en radio y televisión por parte del gobierno federal, donde uno de ellos presenta a una familia exaltando la notable y valerosa función que están cumpliendo las fuerzas armadas frente a las malvadas bandas del narcotráfico, todo en un tono patético, tanto así que en uno de ellos, la niña que protagoniza el "spot" regala su muñeca a un militar, porque los cuida...oraleeeeee ni a la misma Yolanda Vargas Dulche, se le hubiera ocurrido tal situación llena de melaza y dulzura.
Esperemos ver llegar por estos días la imagen de algún operativo de nuestras gloriosas fuerzas armadas llenas de artilugios lúdicos adornando con muñecas, peluches de Barney y uno que otro rayado que recibió como obsequio un Gia Joe, sus tanquetas y metralletas móviles, mientras tanto nosotros seguiremos gritando...
¡No a la militarización del país!.
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son los mismos de siempre..son los mismos que nos mataron ayer..quien sobra aqui..? los pobres somos muchos mas..!! van a pagar..
http://kolectivoescoria.blogspot.com/2007/05/de-gutirrez-rebollo-gia-joe.html
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Victor G. Ayluardo / Azahena Silva
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