Por: Edna Lorena Fuerte
Cd. Juárez, Chihuahua, México
El sistema educativo en México, sobre todo a nivel básico, está diseñado para proveer de los conocimientos y habilidades fundamentales a nuestros niños y jóvenes. De manera institucional y desde los planes y programas de estudio está la información que fundamenta dicho sistema, pero la formación es algo mucho más complejo.
No sólo se trata de conocimientos, habilidades y nociones sobre diversas materias, la educación, en todos los niveles, tiene una ingerencia sustantiva en la definición de las personas. Así, la labor de los maestros está mucho más allá de la dotación de conocimientos, moldea la percepción de la realidad.
En nuestro país los maestros se forjaron una imagen muy especial en el tiempo de la escuela rural que recibía a los jóvenes entusiastas recién salidos de la Escuela Normal, quienes comenzaron a formar parte sustancial de la organización social de nuestras comunidades.
Más que una figura paternal, el maestro comenzó a erigirse como un guía que muestra el camino a través del conocimiento y la experiencia, que ofrece su mano como guía para trazar las primeras letras. Así, la enseñanza va ampliando le percepción del mundo, la hace más profunda y certera.
Festejar a los maestros es premiar al conocimiento, reconocer en él la vía del desarrollo, y apostar por la educación como el mejor camino para el engrandecimiento de México. Pero así como podemos hallar la virtud clara en la labor del maestro, también debemos analizar los rezagos y defectos.
Problemas como los salarios, con la disputa por la rezonificación de los tabuladores, las condiciones laborales, la funcionalidad de los sindicatos y sus líderes; tienen a la clase magisterial en una situación crítica que, evidentemente se transmite a los educandos.
Pero no son de hoy estas discusiones, hace muchas décadas que los maestros se ganaron el epíteto de "apóstoles de la enseñanza", por su labor de sacrificio y las escasas condiciones que la enseñanza ofrecía. Poco ha cambiado en sus condiciones la educación, y eso que se ha modificado ha ido sumando vicios a la tarea de los maestros.
Es importante que se revalore la labor de la enseñanza, desde la misma conciencia del gremio hasta la sociedad misma que poco valora la vida escolar de sus hijos. Debemos repensar al maestro, recordar la idea del mentor que nos heredaron los clásicos, que va más allá del informador y se instala en la historia personal de cada uno de nosotros.
Después de los años siempre queda la frase certera, el regaño que nos hizo carácter, la anécdota que forma parte de nuestra memoria. Siempre hay un maestro que se queda en nuestra mente para seguir siendo nuestro guía. Por lo que en cada uno de nosotros han sido los maestros, y por lo que deben seguir siendo para México, hagamos de este 15 de mayo una celebración sincera.
Soy Edna Lorena Fuerte y mi correo es edna_fuerte@yahoo.com , para sus comentarios, muchas gracias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario