Desaparecido

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO, A LAS 11:30 DE LA NOCHE

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO,  A LAS 11:30 DE LA NOCHE Orizaba, Veracruz.- Llevaba una playera negra, pantalon de mezclilla, es de complexion delgado y piel morena...Es militante del Frente Popular Revolucionario y activista de Organizaciones Sociales.

21 julio 2007

Corrupción ¿Causa o Efecto?


Por Germinal
En estos días en que se ha perdido toda proporción y decoro en el ámbito de la administración pública, empezando con la presidencia espuria como cabeza y expresión de un sistema decrépito y decadente, encontrar a un político decente entre los miembros del gabinete usurpador, es prácticamente, una empresa de romanos.

El manoseo que se ha hecho en torno del escándalo del llamado “chinogate”, y el manejo de los famosos 205 millones de dólares, independientemente de si el Sr. Ye Gon miente o no, es un buen marco para poner en perspectiva la hipocresía y la falsa indignación de la que hicieron gala un sin número de “periodistas”, comentaristas y “lideres de opinión” en el caso Bejarano.

Ni por un segundo pretendo justificar las acciones de René Bejarano y Carlos Imaz, sin embargo es de elemental justicia establecer un comparativo, de como trataron los medios de comunicación con sus jilgueros intelectuales, esos abajo-firmantes y levanta cejas que se desgarraban las vestiduras ante los videos políticos mas exhibidos en la historia de la televisión mexicana, señalando con dedo flamígero, a los “prevaricadores” y a los dirigentes perredistas, que aun con sus fallas (que no son pocas ni pequeñas), tuvieron la vergüenza y dignidad suficiente, como para que:
Primero: Se expulsara del instituto político a los protagonistas del escándalo,
Segundo: Se entablara una investigación para llevar ante la justicia a los involucrados y someterlos a un juicio que les diera la oportunidad de demostrar su inocencia jurídica, que no política.
Trecero: Los involucrados “dieron la cara”, ambos renunciaron a sus puestos, no se fugaron y asumieron las consecuencias de sus actos. Ambos aceptaron que en política un “error” como el que consignaron los videos, es el fin de sus carreras.
En cambio, las muy fundadas sospechas en contra de la Carmen Segura Rangel, ex coordinadora general de Protección Civil, por el desvío de dinero para la precampaña de Santiago Creel, y por ende responsable del quebranto al FONDEN por más 863 millones de pesos y, las trapacerías de los Fox Quesada y sus amigochos y amigochas, que empiezan a salir a la superficie y que con la complacencia y protección de Calderón y a su pandilla, al más puro estilo priista, pintan para ser un espectáculo nauseabundo, está pues, fuera de toda proporción, que no merezcan la menor atención de los medios entregados al gobierno usurpador.

No hemos visto a los medios de comunicación, tanto de radio como de televisión e impresos, salvo raras excepciones como diría amlo, denunciar y exigir transparencia en el destino de los desvíos de fondos del FONDEN, ni tampoco hemos visto una sola crítica a un individuo que, sin ningún rubor, fue capaz de mendigar dinero a los poderosos, para competir en una elección de estado, y a la vez se que proclamaba portador de “manos limpias”, hacia componendas para proteger, no a los pillos que lo antecedieron, sino al sistema de privilegios que le da la oportunidad de hartarse de ganar dinero, y por ello, actúa ahora, con tal cinismo, que no solo no acabó con la “cleptocracia”, si no que la esta alimentando.

Lo que están ejerciendo los panistas, pues, nos hace recordar los días de gloria del “Negro Durazo”, pero con la careta de santurrones, con el consentimiento cómplice de quienes se dicen portadores de la decencia.

El sentido común me dice que el manejo de de sustancias químicas, tan codiciadas por las redes del crimen organizado, requiere de un manejo extremadamente escrupuloso, y de un rigor profesional, tanto en el terreno técnico como en el administrativo, por parte del SAT, la Administración General de Aduanas y la Secretaría de Salud, que a estas alturas, toda la sociedad deberíamos estar perfectamente informados, de todo el procedimiento y la forma en que cerca de 100 toneladas de seudoefedrina, sustancia necesaria para el procesamiento de la cocaína, llegaron a México para su uso “legal”.

Así pues, si este sistema político, del que tanto se ufanan la derecha y Calderón, tuviera algo de elemental decencia, debería al menos, expedir órdenes de arraigo en contra de los funcionarios del sexenio foxista, los señores Francisco Gil Díaz, José Guzmán y Julio Frenck Mora, como presuntos cómplices, y a los actuales ministros de Hacienda, Salud y el director de Aduanas, como presuntos encubridores.

Pero no, se impuso la formidable fuerza que representa la oligarquía metida a la política con sus medios de comunicación a su servicio, y con ellos lo mas destacados hampones de la política, miembros del PRIAN, para defender por todos los medios, los privilegios y prebendas corruptas del ancien régime.

Hace unos días platicaba con una amiga muy talentosa de radioamlo, sobre la naturaleza y las causas de la corrupción, yo sostenía que la corrupción, más que una causa era un efecto, un resultado de un sistema viciado de origen (al menos en nuestro país), que se fue conformando de tal manera, que casi todas la actividades económicas pasan por alguna instancia de corrupción, desde la consabida “mordida”, “el moche” para agilizar un trámite, sea un permiso, una licencia, alguna multa, etc. hasta los grandes contratos en el que se negocian cientos de millones de dólares a costillas del desarrollo del país.

La recurrencia de estas acciones se han convertido, prácticamente, en una costumbre, a tal grado, que el contratismo ya convertido en una actividad “respetable”, me hacen pensar que es el sistema quien causa el fenómeno.
Andrés Manuel López Obrador describe en su libro, una situación que refuerza este punto, “…Durante el tiempo que fui jefe de Gobierno, enfrenté todas esas prácticas de corrupción. Tuve que andar ahuyentando coyotes de las oficinas hasta que los corrí, y se dieron cuenta de que las cosas habían cambiado. En mi experiencia, las proposiciones de corrupción llegaron hasta por el lado de mis hijos. Recuerdo que cuando yo era jefe de Gobierno, mi hijo José Ramón estudiaba Derecho, y supuestos amigos de la Universidad le ofrecían: “Oye fíjate que hay este negocio. Es totalmente legal. Se trata de una indemnización ordenada por la autoridad judicial. Si tu papá paga, a ti te damos tanto”. Y no solo en caso de los predios. Es frecuente que los “amigos” ofrezcan a sus hijos toda tipo de negocios: “Fíjate que tengo un sistema de cómputo extraordinario. Si nos lo compra el gobierno de la Ciudad, y tú puedes intervenir con tu papá, a ti te damos una cantidad. Y todo esto se ve, que es lo peor, como si fuese una cuestión natural. …” El subrayado es mío. (La mafia nos robó la Presidencia”. Pag, 140 Andrés Manuel López Obrador)

Mi argumento, pues, se basa en que los jóvenes ya ven natural las prácticas corruptas. Ya el sistema se ha transformado en un bicho insaciable de ganancia rápida, que si no se responde a este imperativo, el “orden establecido” colapsa. Pero no solo en el ámbito de los negocios de ocasión se manifiesta el fenómeno de descomposición, por ejemplo, hace unos 10 años el anatosismo era considerado como delito de usura y era castigado con cárcel, ahora el interés sobre interés, es práctica común y hasta legal, gracias a que el aparato jurídico del sistema está al servicio de los modos de producción, los ministros de la corte avalan modificaciones a la ley, e incluso a la Constitución (recuérdese las reformas al art, 27 con Salinas), para garantizar, no solo sobrevivencia del sistema, sino también su expansión.

Con este razonamiento le pregunté, muy orondo, a mi amiga; entonces que, ¿la corrupción es una causa o un efecto?

Y mi amiga, con esa sabiduría propia de su sexo, me contestó, son las dos, “…yo creo en la superestructura, yo creo que con una buena reforma del estado, saneamos las instituciones y el aparato de administrar justicia ya no permitirá que los ideales de justicia social se desvirtúen, y para eso estamos luchando en la Resistencia Civil Pacífica”.

No hay comentarios.: