Nota de LaJornada
Con imágenes de multimedia representamos el mestizaje, adelanta el director escénico
Considerada uno de los hallazgos del siglo, la partitura de la ópera Montezuma, de Antonio Vivaldi, permaneció en el olvido durante 270 años.
Ahora será puesta en escena por primera vez en América Latina, en el contexto del séptimo Festival Internacional de Verano Viva Vivaldi.
Estrenada en 1733, con libreto de Alvise Giusti, en el Teatro Angelo, de Venecia, dicha obra se encontraba en el archivo de la Sing-Akademie zu Berlín (integrado por 5 mil 500 partituras), el cual retornó a Alemania en 2001, luego de haber permanecido durante cinco décadas en Ucrania, como botín de guerra.
Tras el hallazgo, se ha interpretado en distintos conciertos, pero sólo han sido dos las puestas en escena que se han realizado, una en Alemania y otra en Suiza.
Con la dirección musical de Michael Meissner y la dirección escénica de Luis Martín Solís, ahora se montará en nuestro país, la que se considera ''la primera partitura que se acercó a un tema exótico para Europa, como fue la conquista de México".
A esa obra de Vivaldi, explicó Meissner, le faltan las siete primeras escenas del primer acto, así como el inicio y el final del tercer y último acto. Por ello, se recurrió a completar dichas partes con arias y coros de las obras vivaldianas Il Giustino y Judi-tha Triumphante, ''esto se hizo siguiendo la costumbre barroca y el ejemplo del propio compositor, quien en múltiples ocasiones utilizó un mismo material -que coincidía en cuanto a las emociones de los personajes-, para diferentes óperas".
Similitudes de legisladores con Cortés
En el siglo XVII no se conocían muchos detalles sobre el hecho real, histórico, de la conquista de México, por lo que el guión respondía más a un exotismo que tenía Europa sobre el tema. ''Es un guión muy contradictorio que va dando saltos", explicó Luis Martín Solís.
''Respetando el espíritu barroco de la partitura, lo que tratamos de lograr en algunas escenas del montaje, es hacer referencia a los datos históricos y su devenir, que ahora ya conocemos.
''No se trata de contar propiamente la historia de la conquista. Lo que hacemos es insertar algunas notas históricas -simbólicas y críticas- para darle mayor peso al aspecto dramático, porque en estas óperas la dramaturgia no tiene la solidez que se encuentra en óperas de finales de los siglos XVIII o XIX, en los que ya el teatro y la música están totalmente engarzados.
''Con algunas imágenes en multimedia, representamos lo que fue el mestizaje". Asimismo, con el trabajo dramatúrgico intentan reflejar ''que la conquista se da gracias a los diferentes pactos que Cortés, con gran habilidad, va haciendo con los diferentes pueblos indígenas y que en la actualidad se parece mucho a lo que ocurre en las cámaras de Diputados o de Senadores.
''Parecería ser -añade Solís- que es un modus operandi que no se ha modificado desde entonces."
La otra propuesta se ve reflejada en el contexto de lo sonoro. ''Esta ópera pertenece a una época en la que los papeles principales eran encargados a los castrati. En los recientes montajes europeos, han puesto a cantantes mujeres en los personajes masculinos.
''Nosotros decidimos poner las voces de los personajes al género que pertenece cada uno."
El tiempo en que se ubica la ópera es cuando Hernán Cortés fue huésped en el palacio de Moctezuma.
Con las interpretaciones estelares de Jesús Suaste (Moctezuma), quien celebra 25 años de trayectoria, y Carla López-Speziale (Mitrena), Montezuma se presentará en dos únicas funciones el viernes 10 y el sábado 11 de agosto, a las 20 horas, en el Teatro de la Ciudad, Donceles 36, Centro Histórico.
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