Desaparecido

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO, A LAS 11:30 DE LA NOCHE

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO,  A LAS 11:30 DE LA NOCHE Orizaba, Veracruz.- Llevaba una playera negra, pantalon de mezclilla, es de complexion delgado y piel morena...Es militante del Frente Popular Revolucionario y activista de Organizaciones Sociales.

01 agosto 2007

Los dueños de la frontera


J. Jesús Esquivel WASHINGTON.- El narcotráfico es tan lucrativo en México que está abandonando sus estructuras tradicionales de cártel para integrar grupos más peligrosos y mejor organizados, advierte la agencia federal antinarcóticos de Estados Unidos, la DEA.

Los servicios de inteligencia estadunidenses señalan a Los Guardianes (Gatekeepers) como el ejemplo más representativo de este fenómeno.

“Algunos de los nuevos grupos narcotraficantes que operan en la actualidad, entre estos Los Guardianes, son por mucho más peligrosos y complejos que cualquier otra asociación del crimen organizado”, dijo recientemente ante el Congreso de Estados Unidos John S. Comer, jefe de la oficina de la DEA en Phoenix, Arizona.

Como operan en ambos lados de los 3 mil 141 kilómetros de la frontera, de acuerdo con un reporte del Centro de Inteligencia de El Paso, Texas (EPIC, por sus siglas en inglés), “Los Guardianes son responsables de más del 80% del paso de México a Estados Unidos de los cargamentos de mariguana, heroína, cocaína y metanfetaminas que trafica el crimen organizado mexicano”.

De formación reciente, este grupo criminal se considera dueño de las plazas y puntos fronterizos del paso de drogas. “Son los individuos responsables de cruzar la droga de casi todos los cárteles del narcotráfico de México y se encargan de llevar los cargamentos de un punto específico de la frontera mexicana a cualquier ciudad de Estados Unidos”, dice en entrevista con Proceso James Mavromatis, quien dirigió el EPIC de enero de 2002 a noviembre de 2006.

“Los Guardianes, además de cobrar millones de dólares a los cárteles por pasar la droga, también piden como compensación que se les quede una parte de cada cargamento, droga que ellos después venden en Estados Unidos”, anota Mavromatis, quien se retiró de la DEA a principios de este año.

A diferencia de los cárteles, Los Guardianes no tienen un solo líder y no están metidos por ahora en batallas internas por las plazas, pero sí participan de la violencia que priva en ciudades como Nuevo Laredo, Ciudad Juárez y Tijuana, ya que eliminan a pequeños grupos o matan a miembros de los grandes cárteles que sin su permiso intentan meter droga a Estados Unidos.

“Resguardan todos los puntos de entrada en la frontera sur de Estados Unidos y los de paso en el norte de México, por eso se hacen llamar Los Guardianes. Manejan, además del trafico de droga, el de inmigrantes indocumentados y de armas”, anota el exdirector del EPIC.

En las filas del grupo criminal hay ciudadanos mexicanos y estadunidenses de todas las edades que pertenecen a pandillas, redes del tráfico de personas y al crimen organizado de Estados Unidos, pero no tienen ninguna filiación específica, por lo que es muy difícil identificarlos como Guardianes.

Hace unos cuatro años se comenzó a registrar en los sistemas de inteligencia de Estados Unidos la presencia de un nuevo grupo que hacía trabajo sucio para los cárteles, dice Mavromatis. “Desde que operan Los Guardianes disminuyó el número de arrestos de miembros de los cárteles del narcotráfico de México”, comenta; pero se niega a dar el nombre de algunos integrantes de Los Guardianes, porque esos datos se incluyen en investigaciones que están en curso y forman parte de expedientes judiciales sellados en cortes federales.

Servicios especializados

Los Guardianes cuentan con “casas y bodegas de seguridad” en ciudades del norte de México, donde los cárteles dejan sus cargamentos y datos sobre su destino final en Estados Unidos. Ahí reparten la carga en pequeños paquetes que pasan al territorio estadunidense de muy diversas maneras:

Los meten en maletas deportivas que llevan inmigrantes indocumentados, en compartimentos secretos de autos, en los estómagos de jovencitas estadunidenses, maletas de turistas o residentes fronterizos, en lanchas rápidas –en el río Bravo– o en autos de doble tracción que entran ilegalmente a territorio estadunidense por unos minutos para vaciar su carga.

Después, Los Guardianes llevan la droga a otras bodegas de seguridad en Texas, Arizona, Nuevo México y California.

“Varios de Los Guardianes que se encargan de distribuir la droga en Estados Unidos, viven en México pero tienen visa de turista, la cual utilizan para ingresar legalmente y luego hacen los repartos de la mercancía en ciudades como Chicago, Los Ángeles, Nueva York, Miami, Nueva Orleáns, Boston, Houston, San Diego, Atlanta, Las Vegas y Seattle”, anota Mavromatis.

Para distribuir tan ampliamente la droga, Los Guardianes cuentan con una red de transporte difícil de detectar, porque llevan pequeñas cantidades en camiones de carga comercial, vehículos privados y maletas que regularmente se mueven en tren o en autobuses.

Pero no sólo son distribuidores. “Los Guardianes operan a nombre de los cárteles y también aplican los encargos del cártel por medio del cohecho, intimidación, extorsión, torturas y ejecuciones”, dijo el jefe de la DEA en Phoenix, John S. Comer, en un informe a puerta cerrada al Comité Permanente y Selecto de Asuntos de Inteligencia de la Cámara de Representantes.

Otro agente de la DEA que trabaja en una ciudad fronteriza estadunidense y quien está a cargo de una investigación contra Los Guardianes, explica a Proceso que las autoridades mexicanas le han achacado a los cárteles, “erróneamente”, muchas de las ejecuciones que tienen la marca del narcotráfico: el tiro de gracia en la cabeza.

“Las víctimas son pequeños narcotraficantes que se han metido en una región fronteriza o punto de cruce de droga bajo el dominio de Los Guardianes. Estos criminales tienen un grupo de gatilleros dedicados exclusivamente a eliminar a todos los intrusos que ingresan a su territorio”, dice el agente de la DEA, que exigió mantener su anonimato para no entorpecer su trabajo.

Según investigaciones de la DEA concentradas en EPIC, el control de Los Guardianes en la frontera de México y Estados Unidos es tan amplio que incluso los cárteles de Colombia han empezado a contratarlos para pasar por mar los cargamentos de cocaína provenientes de Guatemala, Yucatán y Veracruz, cuyo destino final es Florida o la ciudad de Seattle, en el estado de Washington.

La DEA calcula en “varios miles” el número de integrantes de Los Guardianes, pero aclara que muchos de sus “cargadores”, sobre todo en territorio estadunidense, son empleados temporales que ganan miles de dólares por llevar paquetes una sola vez y sin padecer intimidaciones ni amenazas de muerte; otra de las diferencias respecto de los cárteles.

“Lo único que se paga con la vida es la traición, como ocurre en cualquier grupo criminal; eso pasa hasta en las pandillas”, comenta el agente de la DEA.

Por otra parte, las autoridades federales y sobre todo las policías de varias ciudades estadunidenses han detenido a decenas de personas que se encargan de pasar droga para Los Guardianes, pero en la mayoría de los casos se trata de cargadores temporales y las investigaciones llegan, cuando mucho, a una sentencia de pocos años de cárcel para el arrestado.

Comer, en su informe al mencionado comité de la Cámara de Representantes –a cuya versión escrita tuvo acceso este semanario–, establece que Los Guardianes trabajan al menos para 46 organizaciones de narcotraficantes mexicanos, entre ellas las dirigidas por Ignacio Coronel Villarreal, Joaquín El Chapo Guzmán, Arturo Beltrán Leyva, Juan José Esparragoza Moreno, Ismael Zambada García, Osiel Cárdenas Guillén, Vicente Carrillo Fuentes y los hermanos Arellano Félix.

En su investigación, la DEA establece que Los Guardianes están aprovechando la lucha sangrienta entre los cárteles del narcotráfico por el control de rutas y plazas en el norte de México, ya que están aumentando la tarifa por pasar cargamentos a Estados Unidos, sobre todo cuando se trata de metanfetaminas.

Los Guardianes dan a sus clientes su palabra de no convertirse en sus competidores directos, siempre y cuando paguen lo que les piden y les cedan parte de la droga para consumo de sus clientes en el enorme mercado estadunidense.

“Esa garantía se ha mantenido intacta, pero no confiamos en que pueda ser permanente, sobre todo si grupos ambiciosos como el que dirige El Chapo Guzmán toman la decisión de apoderarse de toda la frontera norte a costa del derrame de sangre”, remata el agente especial de la DEA. l

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