De aprobarse las siete iniciativas de Hacienda, en los términos en que fueron presentadas, afectarán en forma directa o indirecta a todos los habitantes del país, debido a que los precios del sector privado y público tenderán a subir, con la consecuente presunción de desatar mayor inflación.
De lograr la recaudación de impuestos para el próximo año de 2008, por los 127 mil Millones de pesos que pretende Hacienda, tendrá que salir de los bolsillos de todos nosotros -que somos los consumidores- ya que fatalmente repercutirá en el precio de venta de productos y servicios, ya que de ninguna manera los grandes empresarios permitirán que sus utilidades se vean disminuidas en mayor medida; posiblemente disminuyan un tanto su volumen de ventas, pero al encarecer el precio unitario de bienes y servicios, mantendrán buenas ganancias.
Si Diputados y Senadores aprueban la pretendida reforma fiscal, dificultará la ya de por sí dificil situación económica de la mayor parte de la población, que ha visto disminuido el poder adquisitivo de sus ingresos, el acceso a nuevos empleos; ya que los salarios, en esta propuesta de Hacienda serán gravados con la tasa del 16% de la CETU en 2008 y 19% de 2009 en adelante, además de las cuotas al IMSS, INFONAVIT, SAR, Tesorería del G.D.F. entre otros gastos más, por lo que es posible que disminuyan notablemente las contrataciones, antes bien se incrementen los despidos y con todo ello, el desempleo tendrá un mayor incremento.
Es de considerar que tanto la recaudación de impuestos -que ahora han aumentado, según declaración de la propia Hacienda- así como los ingresos por los excedentes de la venta del petróleo, se han utilizado en mayor medida para el pago de los llamados rescates, tanto de banqueros –FOBAPROA- carreteros, de ingenios azucareros o de otros tantos desaciertos económicos en que ha incurrido el gobierno y una buena parte de la sociedad no está de acuerdo en sacrificarse más para pagar mayores precios e impuestos; sin antes conocer de una necesaria reducción en los gastos del aparato público, especialmente en las elevadas prestaciones y gastos suntuarios de funcionarios, sobre todo sin tener ninguna ingerencia en el destino y aprovechamiento de los egresos y gastos gubernamentales.
La concentración de riqueza y oportunidades en un reducido grupo constituido por grandes empresas que dominan el mercado nacional y han logrado obtener el antídoto fiscal contra el pago proporcional y equitativo de impuestos ha generado la reacción agresiva de la Secretaría de Hacienda para implantar la CETU -Contribución Empresarial a Tasa Única- que es su eje fundamental, la cual duplica la tributación y la contabilidad, ya que habrá que calcular el ISR conforme a la tarifa y deducciones vigentes, además, en forma separada calcular la CETU al 16% en 2008 y 19% de 2009 en adelante.
La base para el cálculo de la CETU no solo grava la utilidad de las empresas, sino la generación de todo el flujo económico destinado a la retribución total de los factores de la producción, con menores deducciones -entre ellas la mano de obra, componente esencial del costo y gastos- para pagar el importe que resulte más alto.
El afán recaudatorio de la propuesta fiscal es inoportuno en un sexenio que inicia con bajos o nulos índices de crecimiento, solo la perspectiva financiera de mantiene en buen nivel; por un lado el peso está fortalecido, las reservas casi llegan a 70 mil MD las tasas de interés se han mantenido estables y la bolsa mantiene ganancias, pero aún no aparece la propuesta de gravar el capital especulativo.
Los actuales legisladores tiene ante sí una trascendental decisión, para lo cual deberán escuchar las voces de los ciudadanos que carecemos de los conductos de interlocución.
Deberemos hacer saber a nuestros Diputados federales y Senadores de la República el sentir de la sociedad, son ellos quienes nos representan, pero deciden y votan en razón de los intereses de su partido político, más que los intereses de sus representados.
Por lo cual deberemos realizar un gran cruzada de rechazo a las citadas iniciativas y en su lugar, solicitar a los legisladores efectúen un cuidadoso estudio para que todos paguemos en forma "proporcional y equitativa" que mandata la Constitución, que quienes obtengan más utilidades netas paguen más impuesto sobre la renta, sin los regímenes de consolidación o devoluciones que benefician a los grandes empresarios.
Enviémos nuestra opinión a los Legisladores, sobre todo a los integrantes de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. Requerimos de otra alternativa de REFORMA FISCAL, PERO POR AHORA, LO IMPORTANTE ES RECHAZAR ESTAS SIETE INICIATIVAS.
Aquí encontrarán sus datos con sus correos electrónicos.
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