Estimados amigos:
El próximo 8 de octubre celebraremos el primer Día mundial de América Latina. Se escogió ese día en honor a uno de los más significativos e ilustres personajes, que, sin duda, es representativo de la América Latina en su conjunto: Ernesto Ché Guevara, quien murió asesinado con vileza en Bolivia el 8 de octubre de 1967. Estaremos conmemorando los 40 años de esa tragedia latinoamericana y reivindicando el espíritu de lucha, de independencia antimperialista, de fraternidad, de unidad latinoamericana, de mística y entrega revolucionaria que representa el Ché.
El Día de América Latina ha de celebrars reflexionando sobre la importancia de la unidad latinoamericana como elemento fundamental para abrir una nueva etapa de vida para la humanidad en su conjunto. La importancia que esa unidad continental tiene para el cambio social en cada uno de nuestros países. Analizaremos una vez más nuestra historia compartida, nuestras fortalezas (que son muchas), nuestras debilidades y limitaciones, las oportunidades que en la época actual podemos aprovechar y las amenazas que se anuncian.
Recordaremos que somos cerca de 600 millones de habitantes en 23 países latinoamericanos, en los que se habla principalmente español y portugués, además de casi 100 lenguas diferentes, algunas -desgraciadamente- en peligro de extinción. Haremos notar que somos una región privilegiada en recursos naturales, con raíces históricas profundas y grandes aportaciones culturales, pero hemos padecido un sometimiento pertinaz que -hasta ahora- no nos ha permitido florecer en toda nuestra potencialidad. Somos la región con mayor desproporción entre la riqueza de unos cuantos y la pobreza de más de 500 millones de personas.
El cambio social de la humanidad no vendrá de Francia, de Inglaterra, de Estados Unidos, de Alemania o de Japón, pues allí, desafortunadamente, predomina un ambiente soberbio, ensimismado y decadente. Es en América Latina donde se refugia la esperanza. Aquí se hibridan progresivamente todas las culturas, todavía predomina la calidez y el afecto entre la gente. A pesar de la influencia consumista e individualista, a pesar de la violencia creciente que se asocia al narcotráfico; no obstante la descomposición que se nos viene encima, la familia todavía es un punto fundamental de referencia. Por eso millones de latinos que han tenido que emigrar a Nortamérica en busca del sustento, siguen anclados a sus raíces y envían millones de dólares continuamente.
Es necesario volver a pensar en grande, desde el norte hasta la patagonia, para hacer nacer un nuevo mundo.
Saludos cordiales.
Marco Eduardo Murueta
05 septiembre 2007
8 de octubre: Día de América Latina
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America Latina,
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