La dinastía va

Francisco Castellanos y Rosalía Vergara

La presencia de Cuauhtémoc Cárdenas en la campaña de Leonel Godoy ha sido decisiva para que el senador con licencia tenga el primer lugar en las preferencias electorales. Un triunfo del perredismo en las elecciones del domingo 11 de noviembre no sólo significaría un golpe para Felipe Calderón en su propia cuna, sino la continuidad de la dinastía cardenista en el estado donde ya lleva cuatro gubernaturas...

MORELIA, MICH.- La presencia de Cuauhtémoc Cárdenas en la campaña de Leonel Godoy por la gubernatura de Michoacán empujó al senador perredista con licencia hasta el primer lugar de las preferencias electorales.

Es un hecho innegable: dondequiera que el tres veces candidato a la Presidencia de la República y fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, se presenta con el aspirante perredista –postulado también por los partidos del Trabajo, Alternativa y Convergencia–, hay plazas llenas.

En los comicios del 11 de noviembre –donde se juegan la gubernatura, 113 ayuntamientos y el Congreso local–, existe un ingrediente que puede aportar nuevas definiciones:

Michoacán no sólo es bastión de los Cárdenas y cuna del perredismo, sino también la tierra natal del presidente Felipe Calderón.

Por eso maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) comentan a Proceso que si el PAN pierde la disputa por la gubernatura, ese sería un “golpe político” para Calderón, con “su legitimidad en entredicho”, en tanto que “el cardenismo y el perredismo se juegan su futuro rumbo a las elecciones federales de 2009”.

Se recuerda aquí que, en el año 2000, tras perder por tercera vez consecutiva la elección presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas se replegó para trabajar en la Fundación para la Democracia, en el Distrito Federal.

Su alejamiento tuvo consecuencias en la más reciente elección presidencial, pues no se unió a la coalición Por el Bien de Todos y al candidato Andrés Manuel López Obrador; tampoco participó en el movimiento de resistencia civil contra el fraude electoral en 2006, ni ha hecho referencia a la llamada “presidencia legítima de México” que encabeza el tabasqueño.

Esto, a pesar de que la mayoría del perredismo nacional considera que el escenario fue similar al de 1988, cuando Cárdenas acusó a Carlos Salinas de cometer un fraude para robarle la Presidencia de la República, lo que derivó en la creación del Frente Democrático Nacional (FDN) para desembocar en la fundación del Partido de la Revolución Democrática.

En 2002, Lázaro Cárdenas Batel, quien era senador, se convirtió en el gobernador de Michoacán derrotando al PRI, que se mantenía en el poder estatal con Víctor Manuel Tinoco Rubí.

Cinco años después, aunque en principio apoyaba las aspiraciones a la candidatura de Enrique Bautista –exfuncionario del gobierno de Cárdenas Batel–, Cuauhtémoc Cárdenas decidió regresar a su activismo político a favor de Leonel Godoy.

Así, el 28 de agosto pasado, un día antes del arranque formal de las campañas proselitistas, Cuauhtémoc Cárdenas acompañó a Godoy al municipio de Penjamillo para inaugurar una calle en honor a Francisco Xavier Ovando, activista michoacano cercano a Cuauhtémoc que fue asesinado cuatro días antes de la elección presidencial de 1988.

Este fue el primer encuentro público de Cárdenas con el candidato del PRD, apoyado por los partidos del Trabajo, Convergencia y Alternativa, que lo candidatearon de manera independiente, ya que no aparecerán en las planillas electorales como coalición o alianza.

En el evento de Penjamillo, que se convirtió en mitin proselitista, Cárdenas sostuvo que “el cardenismo no está compitiendo” en la elección. “Y, según yo, no hay cardenismo”, agregó mientras los presentes vitoreaban: “¡Arriba los cardenistas!”, a la vez que aplaudían y lanzaban porras para el ingeniero.

El viernes 12, ya de manera formal, Cárdenas realizó con Godoy un recorrido por diversas comunidades de los municipios de Epitacio Huerta y Contepec.

La gira comenzó en Epitacio Huerta, donde hace 27 años Cuauhtémoc inició su campaña por la gubernatura estatal, cuando todavía era militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

El primer mitin fue en una cancha de futbol de San Antonio de los Molinos, donde Godoy se comprometió a darle continuidad a la política gubernamental de Cárdenas Batel.

Luego, ambos asistieron a un evento con miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas en Tuxtepec, municipio de Contepec. Allí, mientras los asistentes tomaban fotos, aplaudían y gritaban “¡Arriba Cárdenas!”, Godoy prometió que respetará la autonomía sindical y tratará de impedir cualquier modificación a la Ley Federal del Trabajo que atente contra las conquistas laborales…

“Culto exagerado y lucro”

Un analista político y asesor del PRI en el Congreso del estado, Leopoldo González Quintana, considera que el peso de los Cárdenas en Michoacán se debe a que la dinastía que lleva el apellido se ha dedicado a “lucrar” con su historia de familia.

A su juicio, hay un “culto exagerado” a la memoria del general Lázaro Cárdenas, “usufructuada” por Cárdenas Solórzano y Cárdenas Batel. Pero éste, advierte, “es un exceso en la historia michoacana, a la que han contribuido ciertos historiadores”.

La “sobrepresencia política” de los Cárdenas proviene de que “esa dinastía se mueve con base en coyunturas para cuidar intereses financieros y su permanencia histórica. Es mentira que busquen la democracia, la justicia social, afianzar la identidad de la izquierda o mejorar al estado”, apunta.

El apoyo a Godoy, continúa, no es por ideología, sino porque los Cárdenas defienden sus “intereses políticos”.

Así lo explica: “El peso histórico y político de la familia Cárdenas le confieren a Godoy un soporte de legitimidad histórica y un respaldo que, de otro modo, Godoy no tendría. Por su parte, el senador con licencia representa la protección de la memoria histórica de los Cárdenas y la defensa de sus intereses políticos”.

En contrapunto, el sociólogo Arturo Molina, quien fue director de la Casa Natal de Morelos durante el gobierno de Víctor Manuel Tinoco Rubí, autor, entre otras obras, de Los libros malditos de la Universidad Michoacana y compilador de Cien pensamientos de Morelos, estima que, después de haber gobernado la entidad 20 años en diversos períodos, el cardenismo está en decadencia.

Y hace el recuento: Primero gobernó el general Cárdenas por cuatro años (1928-1932); luego, Dámaso Cárdenas, su hermano, por seis (1950-56); le siguió Cuauhtémoc Cárdenas, durante otro período de seis años (1980-86), y por último vino Cárdenas Batel, quien lleva cuatro años en la gubernatura.

Molina se extiende: “Consanguíneamente, hasta aquí llegaron los Cárdenas y tienen que aceptar jugar con otros allegados. En este caso Godoy no era el candidato de los Cárdenas, sino Enrique Bautista.

“Los Cárdenas –sentencia– tienen un peso político que va en decadencia porque este gobierno fue deficiente. La presencia de Cuauhtémoc en la campaña de Godoy es el hálito del cardenismo en Michoacán.”

Reconocimiento a Calderón

En opinión de Arturo Molina, los Cárdenas ya “han mostrado su verdadero rostro”, y eso se refleja en las actitudes recientes del ingeniero: “Primero, Cuauhtémoc acepta ser representante del Bicentenario con el presidente Vicente Fox; deja el cargo para abrir las condiciones rumbo a la gubernatura de Michoacán, pero ya se dio cuenta de que perdió su llamada ‘autoridad moral’ en el PRD; y ahora reconoce a Calderón como presidente”.

En efecto, el 8 de septiembre pasado Cuauhtémoc Cárdenas reconoció en Zacatecas a Felipe Calderón Hinojosa como presidente de la República. Y un mes más tarde, el 17 de octubre, manifestó que el de Calderón “debe ser reconocido por todos los mexicanos porque ya es un gobierno constituido”.

En su visita a San Antonio de los Molinos, Godoy fue cuestionado por los reporteros sobre el reconocimiento a Calderón. Como respuesta, soltó: “No es mi papel, yo ando en campaña”. A unos días del cierre, el senador con licencia expresó que “sería demente no reconocer que Calderón es presidente”.

Ante esto, Saúl Escobar, delegado del CEN del PRD en Michoacán, señala que las palabras del candidato constituyen el mensaje de que puede gobernar la entidad, pues para hacerlo “deberá trabajar con el Ejecutivo”.

No obstante, reconoce que estos dichos se mezclaron con la disputa interna en el PRD frente a la próxima renovación de su dirigencia, programada para marzo de 2008.

“Además –añade–, el partido no ha definido con claridad cómo deben participar los gobernadores con el Ejecutivo. Deben asumir actitudes institucionales. Claro que Leonel colaborará con el gobierno federal de ser gobernador, sin que esto signifique que desacate las decisiones del partido”.

Cardenismo y perredismo

Con todo, los candidatos a la gubernatura del PAN y del PRI, Salvador López Orduña y Jesús Reyna, respectivamente, dicen respetar la imagen de Cárdenas y reconocer su peso político y liderazgo, aunque descartan que su apoyo a Godoy haya impactado negativamente en sus campañas.

La presencia de Cárdenas junto al candidato perredista ha sido positiva porque “hay buenos recuerdos por sus acciones como gobernador de Michoacán. Así lo aprecian diversos sectores, y esto ayudó a levantar la campaña del PRD”, considera el diputado local perredista Manuel Duarte.

Por su parte, la diputada local perredista Lucila Arteaga Garibay asevera que el cardenismo sigue vigente en Michoacán, al grado de que Jesús Reyna, candidato a gobernador por el PRI, “enarbola la bandera cardenista”.

Del mismo modo, para el diputado local Uriel López Padilla, “el cardenismo sigue teniendo un peso grande política y socialmente. Se le ve como una doctrina política no sólo en Michoacán, sino en otros estados como Chihuahua, Durango, Yucatán o Campeche”.

Agrega que el cardenismo “tiene peso, y esto se nota por el efecto que Cuauhtémoc Cárdenas ha tenido en la gente que asiste a las giras a las que ha acompañado a Godoy. La figura de Cuauhtémoc habla de que el cardenismo sigue vigente, y Lázaro Cárdenas Batel saldrá de la gubernatura dando una buena imagen”.

El reconocimiento de los michoacanos a Cuauhtémoc Cárdenas se observa incluso en el hecho de que, la semana pasada, le pusieron su nombre a la Feria del Charro, mientras que el gobernador Cárdenas Batel coordinó el reciente festival de cine que se realizó en Morelia. Y, activo, el ingeniero visitó Morelia el domingo 21 de octubre para apoyar al empresario Eloy Vargas, candidato del PRD a la presidencia municipal.

En una de las giras, el coordinador de los senadores perredistas Carlos Navarrete justificó el activismo de Cuauhtémoc Cárdenas en Michoacán con la siguiente frase: “Nadie puede desligar el apellido y la tradición cardenista del PRD mismo”.

¿Y López Obrador?

Cuando faltan menos de 15 días para que se efectúen las elecciones, quien figura en cuarto lugar en la disputa por la gubernatura –después de Godoy, López Orduña y Reyna, en ese orden– es el candidato del Partido Verde Ecologista (PVEM), Alejandro Méndez, quien no logró hacer coalición con los priistas.

Para los comicios por la gubernatura se realizaron en Michoacán dos reformas constitucionales con el fin de empatar los procesos estatales con los federales legislativos, pero en octubre de 2006 el PRD se inconformó e interpuso un recurso de inconstitucionalidad en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). La Suprema Corte solicitó la intervención del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y ésta declaró que la reforma era improcedente.

Posteriormente, el 24 de enero de 2007, el PRD negoció con los panistas y priistas una reforma electoral para que existan dos períodos consecutivos de cuatro años para los gobernadores, de modo que se empaten las elecciones federales y estatales en el año 2015. La propuesta fue aprobada por unanimidad en el Congreso estatal.

Se estableció así que el gobernador que sea elegido el próximo 11 de noviembre tomará posesión el 15 de febrero de 2008 y concluiría el 14 de febrero de 2012. Su sucesor asumiría el poder el 15 de febrero de 2012 y concluiría el 30 de septiembre de 2015. A partir del 1 de octubre de 2015 los períodos volverían a ser de seis años y los ayuntamientos y el Congreso local durarían cuatro.

Mientras tanto, es notorio que, a raíz de que Cuauhtémoc Cárdenas tomó de la mano a Leonel Godoy, el llamado “presidente legítimo de México”, Andrés Manuel López Obrador, no se ha presentado en la entidad pese a que el senador con licencia afirmó que López Obrador era su candidato y prometió incluso reunir a los dos líderes del PRD en un mismo evento proselitista. Los perredistas aún esperan la presencia de López Obrador en el cierre de campaña…