Desaparecido

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO, A LAS 11:30 DE LA NOCHE

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO,  A LAS 11:30 DE LA NOCHE Orizaba, Veracruz.- Llevaba una playera negra, pantalon de mezclilla, es de complexion delgado y piel morena...Es militante del Frente Popular Revolucionario y activista de Organizaciones Sociales.

15 diciembre 2007

Alista Calderón embate contrainsurgente: Marcos

de la redacción

* Protagonismo y ataques a AMLO aislaron al zapatismo, reconoce en entrevista concedida a la revista Gatopardo

México, D.F., 14 de diciembre (apro).- La reaparición pública del subcomandante Marcos en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el pasado jueves 13, coincidió con la publicación de una entrevista en la que el líder zapatista confiesa que el movimiento “ya pasó de moda”; confirma que el gobierno prepara una estrategia contrainsurgente, y presume que en las comunidades zapatistas ya no hay hambre y que la mujer juega un rol más importante en las Juntas de Buen Gobierno.

Además, reconoce que su lucha ha valido la pena, y anticipa que en 2008 el EZLN planea lanzar una nueva forma de acción que aspira a ser, dice, “una revolución nueva a la de hace cien años, no en la cuestión armada sino otra que trastoque el sistema político y refunde al país”.

La entrevista aparece publicada en la más reciente edición de la revista Gatopardo. Entrevistado por la reportera, Laura Castellanos, a principios de noviembre, en La Garrucha, Chiapas, Marcos recuerda que él y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) fueron protagonistas en 1994, con el alzamiento, pero reconoce que ahora “ya pasamos de moda”.

“Estamos como en 1993, pero al revés. Entonces preparábamos el alzamiento sin medios y sin gente. Ahora es el gobierno el que está preparando el ataque”, advierte.

Según Marcos, el gobierno de Felipe Calderón viene preparando una estrategia contrainsurgente. En esta estrategia, explica, el gobierno ha alentado intencionalmente la polarización local al dotar a otros grupos indígenas de las mismas tierras apropiadas por el EZLN. “De tal forma que se crea un conflicto social artificial, cultivado como en un laboratorio, y entonces así entran las fuerzas del gobierno a meter paz”.

La reportera le preguntó que en caso de un eventual ataque, cuál sería la respuesta de ellos, y el líder zapatista respondió que por ahora sólo están tomando medidas preventivas. Sin embargo, advirtió que no se va a quedar cruzado de brazos.

En la entrevista, Marcos habla luego de la notable superación que priva actualmente en las comunidades zapatistas, en relación con la condición de absoluta marginalidad que éstas presentaban antes de 1994. “En las comunidades zapatistas no es que sean ricos, pero ya no hay hambre”, presume.

Destaca, así mismo, el marcado descenso en los índices de mortalidad infantil y la participación activa de las mujeres en las Juntas de Buen Gobierno (JBG). “La cuestión de género empieza a meterse en el destino de los recursos”, resalta.

Sobre el declive mediático del movimiento zapatista, Marcos ubica ese descenso a partir de las críticas que hizo contra Andrés Manuel López Obrador, en el marco de la campaña presidencial de 2006, lo que, dice, lo llevó a romper con los intelectuales que apoyaron al tabasqueño.

Cuenta que la decisión la tomó luego del fracaso legislativo de 2001: “Sentí esa responsabilidad y ese dolor de haber fallado, de no haber visto lo que iba a pasar”.

Marcos confiesa que en ese entonces dentro del EZLN se replanteó la posibilidad de tomar las armas de nueva cuenta, pero aclara que después de analizar detenidamente la situación, desistieron. Refiere, sin embargo, que acordaron mejor romper con la clase política y la intelectualidad que apoyaba a ésta, a sabiendas de que eso los iba a aislar.

En la parte final de la entrevista, la reportera logra que Marcos hable de Marcos.

--¿Es mucha la carga de ser Marcos?

El subcomandante, quien acepta que ya perdió la “cinturita”, pero que aún así aceptaría posar a cambio de algunos dólares, responde, tajante: “Sí”.

Explica que el nombre le pesa ya, que es mucha carga porque, afirma, todavía prevalece (la idea) de que los errores del EZLN son de Marcos y los aciertos son de las comunidades.

Marcos menciona que, en ocasiones, también se siente vulnerable, sobre todo, aclara, cuando sale a “La Otra Campaña”. “Me siento indispuesto porque no es mi territorio, no tengo los medios, a mis compañeros, los recursos…”.

A 24 años de haber llegado a las montañas de Chiapas, a concretar sus sueños, Marcos sostiene finalmente que su lucha ha valido la pena. “Si tuviera que hacerlo, lo haría sin cambiar nada”. Sin terminar la idea, hace luego una precisión: “Si algo pensaría en cambiar sería eso, que no hubiera sido tan protagonista en la cuestión mediática”.


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