Ricardo Ravelo
Están llegando alto las investigaciones de la DEA y la PGR sobre el DC-9 que fue asegurado en Campeche con cinco toneladas de cocaína, así como el Grumman Gulfstream que se desplomó hace meses en Yucatán. En la operación de ambas aeronaves está involucrada una extensa red de narcotráfico, en la que aparecen los nombres de políticos y empresarios ligados a George W. Bush y a Vicente Fox...
Las operaciones de narcotráfico efectuadas en México a través de dos aviones (el DC-9 asegurado en Campeche en abril de 2006 y el Gulfstream accidentado en un paraje cercano a Mérida, Yucatán, en septiembre último) arrastran una historia que salpica a prominentes empresarios panistas en presuntas actividades de narcotráfico y lavado de dinero, en cuya madeja vuelven a ser mencionados el expresidente Vicente Fox y sus amigos.
Esta maraña tiene alcances mayores, según el expediente del caso, pues el escándalo –que ya alcanzó a poderosos empresarios de Estados Unidos– tronó por las presuntas operaciones de lavado de dinero de la Casa de Cambio Puebla, asegurada por la Procuraduría General de la República (PGR) el 20 de noviembre pasado al detectarse una supuesta operación irregular por 2.7 millones de dólares para comprar, en 2004, el avión Gulfstream que el pasado 24 de septiembre se estrelló en la comunidad de Tixkokob, Yucatán, con tres toneladas de cocaína a bordo.
Con 20 años de existencia, 34 sucursales en el país y 287 empleados en total, la empresa cayó en la quiebra tras el aseguramiento, en Estados Unidos, de poco más de 11 millones de dólares que, de acuerdo con las autoridades de aquel país, provienen del lavado de dinero. Según la PGR, la casa de cambio realizaba este ilícito para el cártel de Sinaloa.
Aunque, como su nombre lo indica, la empresa tiene su matriz en el estado de Puebla, la mayoría de sus socios son veracruzanos; son 10 accionistas, entre ellos la familia Gutiérrez de Velasco, conocidos empresarios panistas que durante el sexenio pasado estuvieron estrechamente ligados al presidente Vicente Fox.
Negra historia
El historial de las aeronaves registrado en informes de inteligencia de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR y de la agencia estadunidense antinarcóticos (DEA), así como en documentos publicados en internet (www.madcowprod.com), revela que los aviones no sólo están relacionados con la transportación de drogas del cártel de Sinaloa, sino que distintos empresarios y magnates de Estados Unidos –algunos de los cuales financiaron la campaña presidencial de George W. Bush– los utilizaron en diversas operaciones presuntamente vinculadas al tráfico de drogas y armas en varios países de Europa y Sudamérica, así como en México.
Para borrar sus antecedentes ilegales, los aviones citados cambiaban constantemete de dueños.
Los aviones implicados en esta investigación tienen historia: el DC-9, por ejemplo, fue asegurado en abril de 2006 en el aeropuerto de Ciudad del Carmen, Campeche, con un cargamento de cinco toneladas de cocaína oculta en maletas marcadas con etiquetas de colores diversos.
El día 11 de ese mes, la aeronave realizó una turbia travesía al despegar del aeropuerto de Maiquetía, Venezuela, pues en dos ocasiones solicitó pista en la misma terminal aérea, minutos después de su despegue para dirigirse a México. La razón: fallas mecánicas, según argumentó el piloto Miguel Vicente Vázquez Guerra, cuya declaración está registrada en el expediente PGR/SIEDO/UEIDCS/071/2006.
Lo cierto es que el avión salió de Venezuela y se dirigió a Barranquilla, Colombia, donde presuntamente fue cargado con las cinco toneladas de cocaína.
La investigación revela que su destino inicial era el aeropuerto de Toluca, pero debido a que algunos elementos de la Policía Federal Preventiva no se “arreglaron” con sus colegas de la policía fiscal, el aparato aterrizó en Campeche, donde los pagos por derechos de aeropuerto –entre otros– fueron cubiertos por dos pilotos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Fernando Poot Pérez y Marcos Pérez de Gracia.
Ambos arribaron en un avión Falcon 20 con los supuestos receptores de la droga, a quienes recogieron en el aeropuerto de Toluca, Estado de México.
Al aterrizar, el avión fue revisado. En su interior se encontraron cientos de maletas de viaje en las que se transportó el cuantioso cargamento de cocaína que, de acuerdo con la PGR, era propiedad del capo Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.
La caída del Gulfstream
En cuanto a la aeronave Grumman Gulfstream II de 24 plazas, con matrícula estadunidense N987SA, presuntamente también está relacionada con la Casa de Cambio Puebla, lo mismo que con empresarios y políticos estadunidenses y el cártel de Sinaloa.
El 24 de septiembre último, la habitual calma de la comunidad yucateca de Tixkokob, de 17 mil habitantes, se rompió con el estruendo provocado por el desplome del avión, que ese mismo día despegó del aeropuerto de Río Negro, en Medellín, Colombia, cargado con poco más de tres toneladas de cocaína.
El avión llegó a esa ciudad colombiana proveniente del aeropuerto de Fort Lauderdale, Florida. Se dirigía al aeropuerto de Mérida, Yucatán, la misma terminal aérea que habían escogido los pilotos del DC-9 para aterrizar aquel 11 de abril de 2006 con las cinco toneladas de cocaína, antes de desviarse a Campeche.
Según explicó entonces Eduardo Medina Mora, procurador general de la República, el narcoavión tenía como destino final el aeropuerto de Cancún.
Los informes mencionados sostienen que, después de su despegue, el avión Grumman siguió la ruta habitual hacia la península yucateca, pues se captaron las comunicaciones y radioseñales de los aeropuertos ubicados en el trayecto, incluidos el de Islas Cisne, Jamaica, y la terminal de Honduras, donde el gobierno estadunidense tiene una base militar dotada de potentes radares.
El parte aeronáutico dice además que, al no poder aterrizar para descargar las 3.7 toneladas de cocaína en Cancún, hubo un cambio de plan: el cargamento sería entregado en Yucatán, donde aparentemente ya los esperaban en tierra algunas personas, entre ellas Dante Pat Caamal y Leonel Ayala López, detenidos posteriormente por intentar sobornar a elementos del Ejército con 1 millón de pesos para que liberaran a los presuntos narcos y les devolvieran la droga.
Informes de la PGR y del Ejército sostienen la hipótesis de que en la ruta del avión estaba considerado el aeropuerto de Kaua, construido en el sexenio del gobernador Víctor Cervera Pacheco cerca de Valladolid, por la ruta Mérida-Cancún. La razón es que tiene todos los servicios de apoyo, poco movimiento y una precaria vigilancia.
Sin embargo, cuando la nave ingresó al espacio aéreo mexicano por Chetumal aquella madrugada del 24 de septiembre, fue interceptada por un avión Embraer (también conocido como C-26, de fabricación brasileña) de la Fuerza Aérea Mexicana. Su tripulación ubicó la posición del Grumman y lo siguió hasta Yucatán. Cuando el piloto se percató de que era seguido, intentó un aterrizaje, pero falló. Todavía trató de hacerlo de nuevo, y finalmente cayó por falta de combustible en Tixkokob.
Conexión estadunidense
De acuerdo con reportes de la DEA y otros datos registrados en la página en internet www.madcowprod.com, fechados el 28 de noviembre pasado, los dos aviones mencionados también tienen una negra historia en Estados Unidos.
Con base en una investigación de Mad Cow Morning News, existe una relación entre algunos de los propietarios de los aviones DC-9 (el de Campeche) y el Grumman Gulfstream, por sus presuntos vínculos con el transporte de drogas. En las investigaciones, la primera aeronave es registrada como “Cocaína I” y la segunda como “Cocaína II”. Dice el informe:
Recientemente fueron liberados por la FFA (la fuerza aérea estadunidense) los récord (registros o antecedentes) del jet de negocios Gulfstream que (…) cayó en México con 4 toneladas de cocaína y en (los informes) se revela que el avión estaba estacionado bajo el nombre de un desarrollador de bienes raíces de Nueva York, supuestamente relacionado con la mafia rusa…
Stephen Adams realizaba negocios con el abogado de Miami de nombre Michael Farkas, quien fundó SkyWay Aircraft, y dicha aerolínea era propietaria del avión capturado hace 18 meses (el DC-9).
Así mismo (…) Stephen Adams, quien era propietario del Gulfstream (matrícula N987SA), entre 1999 y el año 2000, él personalmente compró un millón de dólares en espectaculares para la campaña del 2000 del actual presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
En base a los archivos del SEC, Stephen Adams y Michael Farkas controlan la compañía Holiday RV Superstores INC… Nuestro interés en los record de la FAA del Gulfstream han acelerado nuestra sospecha que los frecuentes y recientes cambios de propietarios del avión es un sofisticado juego para encubrir los verdaderos propietarios del mismo.
A pesar de los supuestos propietarios privados, la página incluye referencias de que estos aviones volaban sin restricción alguna por el espacio aéreo estadunidense, incluido el de la base militar de Guantánamo, Cuba, lo cual sólo se puede hacer con autorización oficial.
En la lista de usuarios frecuentes del DC-9 aparece el senador por Florida, Mel Martínez, quien según la fuente citada ahora recolecta fondos para el Partido Republicano…
La Casa de Cambio Puebla
Con base en los informes de la DEA y las posteriores investigaciones de la PGR en México, fue asegurada en la totalidad de sus operaciones la Casa de Cambio Puebla, cuyos principales accionistas son empresarios poblanos y veracruzanos.
De acuerdo con la investigación de la DEA y con un reporte reciente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, empleados de esa casa de cambio realizaron operaciones irregulares por un monto superior a 10 millones de dólares entre 2003 y 2007. En esa trama se mezclan empresas y empresarios dedicados a la compra de aviones.
La investigación que lleva a cabo la SIEDO –a partir de la información de la DEA– establece que Pedro Alfonso Alatorre Damy, conocido como El Piri –y quien entre 2003 y 2004 fungió como ejecutivo de cuenta de la Casa de Cambio Puebla en la sucursal del World Trade Center de la Ciudad de México–, realizó al menos una transferencia por 2.7 millones de dólares, presuntamente para comprar uno de los aviones utilizados por el cártel de Sinaloa en el transporte de cocaína colombiana a México.
Según la investigación oficial, Alatorre Damy no operaba solo: la DEA le pasó el dato a la PGR de que sus presuntos cómplices en aquellas operaciones eran Eduardo Sánchez (promotor y captador de clientes de la empresa) y Ángel Orozco.
Alatorre fue despedido de la Casa de Cambio Puebla en 2004, junto con su jefe, Eduardo Sánchez, por presuntas operaciones sospechosas detectadas al interior de la empresa. El Piri, a quien la PGR llama “operador financiero del cártel de Sinaloa”, abrió después un centro de cambio en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Tiempo después volvió a ligarse con los Gutiérrez de Velasco –accionistas de la Casa de Cambio Puebla– y fue habilitado como empleado externo.
Ángel Orozco, por su parte, permaneció más tiempo como empleado de la empresa, hasta que fue detenido, presuntamente, tras el escándalo causado en Estados Unidos y México cuando la DEA ordenó el aseguramiento de 11 millones de dólares de la Casa de Cambio Puebla.
Actualmente la PGR mantiene bajo arraigo de 90 días a Pedro Alfonso Alatorre Damy. Presuntamente, los otros dos exempleados de la casa de cambio están detenidos.
En los próximos días, la PGR podría citar a declarar a los accionistas de la empresa, pues el Ministerio Público Federal tiene el reto legal de demostrar cuál es el nexo entre El Piri y la casa de cambio, ya que fuentes consultadas aseguran que por los probables errores de tres empleados, “no se puede cerrar toda una empresa que tiene 20 años de existencia”.
El juicio iniciará en Estados Unidos este mes y es posible que adquiera dimensiones mayores, debido a las redes empresariales y políticas –muchas ligadas al PAN– que están “enganchadas” en el caso. l
2 comentarios:
Mi nombre es Elizabeth Lopez,me gustaría entrar en contacto con el señor Revelo,pues tengo información a mi manera de ver importante con respecto al avion que fue derribado en Yucatan,y por el cual mi esposo esta pedido en extradicion para E.U.y se encuentra privado de la libertad en una carcel de alta seguridad,como si fuera un "capo" del narcotrafico aqui en Colombia.Gracias por su amable atención.
Hola Elizabeth, me interesa mucho el caso de esos aviones. como no dejas ningun correo electrónico te dejo el mio y espero q te pongas en contacto knmigo....dany031@hotmail.com
Publicar un comentario