El argumento empresarial para este atropello a la verdadera libertad de expresión y, sobre todo, al derecho a la información de millones de ciudadanos, es que la labor de Aristegui “dejó de ser compatible con el modelo editorial” impulsado por Televisa y Grupo Prisa a través de esa radioemisora.
Hoy por hoy ha sido uno de los pocos espacios que ha insistido en temas de derechos humanos (como el caso Lydia Cacho, el encubrimiento de curas pederastas, el de Ernestina Ascensión, entre muchos otros) y la clausura de este programa adquiere el sentido de un anuncio ominoso por parte del grupo en el poder: no se tolerará más la existencia de voces independientes ni se permitirá el acceso ciudadano a los medios informativos. El ejercicio honesto y profesional del periodismo al servicio de la sociedad es una presencia incómoda para el grupo que se ha adueñado del país y que desea imponerse en ausencia de voces disidentes.
Por ello, los abajo firmantes manifestamos nuestra solidaridad fraternal a Carmen Aristegui, repudiamos este grave atropello a su libertad de expresión y al derecho a la información de la ciudadanía y alertamos sobre el augurio de intolerancia, censura y represión que lleva implícito.
Si deseas adherirte a esta carta, que se publicó ayer lunes 7 de enero en La Jornada, envía un email a Pedro Miguel y escribe en el asunto del mensaje "Suscribo la carta contra el despido de Carmen Aristegui".
Apoya en http://censurahoyporhoy.blogspot.com/
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