Francisco Rodríguez
La historia se repite. Ese es uno de los errores de la historia
Charles Darwin
Casi 101 años después y en el marco de las anunciadas reformas laborales, Cananea es hoy vista también cual un presagio. Porque, no obstante que tras un siglo son distintas la forma de gobierno y el peso de la clase obrera en la sociedad, no mucho han cambiado en las condiciones de explotación y en la dependencia vergonzosa de las inversiones extranjeras orientadas a la extracción de materias primas y basada en la salvaje explotación de la mano de obra doméstica.
La represión a los trabajadores, lo peor de todo, es idéntica en Cananea.
El empleador y dueño de la mina ya no es un coronel estadounidense llamado William C. Greene, sino un empresario "nacionalista" cual dice ser el heredero Germán Larrea --cuyo nombre lo mismo aparece en los directorios de Televisa que en los de la ya moribunda Fundación Vamos México--, y el movimiento es encabezado hoy por Napoleón Gómez Urrutia, pero en homenaje a Juan José Ríos, Manuel M. Diéguez y Esteban Baca Calderón, cuyo espíritu no languidece en Cananea.
Hoy ahí no son sólo 5 mil 360 los trabajadores en lucha, es toda una organización de más de 270 mil mexicanos quienes, en un sindicato dan la pelea por el respeto a sus conquistas laborales y en contra de la complicidad de burócratas federales y estatales con el capitalista siempre dispuesto a apoyar sus campañas electorales e invitarlos a este o a aquel negocio sucio.
Por tal ha sido que, otra vez, en días recientes, se declaró inexistente la huelga de Cananea con argumentos ilegales y falsos; hubo confabulación de autoridades de la STPS y de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) con Minera México, y se utilizó la fuerza pública con casi mil elementos policíacos, los cuales tienen "tomadas" las instalaciones de la minera Cananea. Concertados todos por el capital, que es el que manda, desplegado por Germán Larrea.
La mina, "tomada" por la PFP... la empresa de Larrea, infiltrando "guardias blancas" y "grupos de choque"... 20 mineros golpeados, algunos con costillas rotas...trabajadores "desaparecidos y detenidos" por la acción policíaca que se desplegó para deshacer la huelga.
Todo en el marco de la violación al tan cacareado y reiteradamente violado "Estado de Derecho", pues lo mismo la Secretaría del Trabajo que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje se han pasado por el arco del triunfo el artículo 123 de la Constitución, al declarar -instrucciones de Larrea- inexistente la huelga, apoyados por causales que sólo tienen vigencia en su interesada imaginación.
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