Caricatura sin Monitos
¡Despertemos! Hasta donde nos llevado la dejadez. Esta nota es en extremo indignante. ¿Acaso nos merecemos tener estos estúpidos funcionarios? Yo no. Si usted quiere que lo sigan tratando como un imbécil, deje de leer esto y encienda su televisor. Pero, si también le duele, como a mí, este tipo de declaraciones, haga algo. Mándele un correo electrónico al señoreate de apellido Valdés y reclame el trato que le da. No es posible que permitamos más actitudes paranormales. Y digo esto, porque gente razonable no se explicaría los actos aberrantes de esta caterva de vividores que ganan lo que a usted le quitan.
Solamente a una persona que tenga un coeficiente intelectual del tamaño de una semilla de mostaza, se le puede ocurrir esa irracionalidad. ¿Que no viven en el mismo mundo que nosotros? ¿O que, por estudiar tanto se les secó la materia gris? No es creíble que, a la persona que vino a suplir al mal presidente (por decirlo suavecito), que fue Ugalde, se le ocurra este tipo de tonterías. En un país no dividido en dos como muchos piensan, sino fragmentado, llevar a cabo este tipo de provocaciones es jalarle la cola al diablo. Es buscar la conflagración que tanto se desea por intereses ajenos a nuestra idiosincrasia. Es ser un fiel servidor a los que quieren ver a México de cabeza.
Los beneficiados con este tipo de actitud, son los corruptos que están robando las riquezas nacionales e impunemente van por lo único que nos queda. El tesoro del fondo del mar, se ha salvado por lo mismo; porque no está a su alcance. Es necesario que intentemos hacer un dique en contra de la corriente de los podridos servidores públicos y los ladrones de corbatas Hermes. No valen los pretextos, estamos hablando de la posibilidad de cambio. Si usted no quiere ser el mozo de los próximos dueños del país, haga algo hoy. Si a usted no le gustase ver a sus hijos y nietos como verdaderos esclavos, es momento de actuar. Porque, así como le enseñaran las boletas electorales con vitrinas de por medio, viéndole la cara de tonto, el día de mañana será con la carne, las leyes y sus derechos humanos. ¡Ah Caray! ¿Dije mañana?
Caricatura sin Monitos caricaturasinmonitos@yahoo.com
¡Despertemos! Hasta donde nos llevado la dejadez. Esta nota es en extremo indignante. ¿Acaso nos merecemos tener estos estúpidos funcionarios? Yo no. Si usted quiere que lo sigan tratando como un imbécil, deje de leer esto y encienda su televisor. Pero, si también le duele, como a mí, este tipo de declaraciones, haga algo. Mándele un correo electrónico al señoreate de apellido Valdés y reclame el trato que le da. No es posible que permitamos más actitudes paranormales. Y digo esto, porque gente razonable no se explicaría los actos aberrantes de esta caterva de vividores que ganan lo que a usted le quitan.
Solamente a una persona que tenga un coeficiente intelectual del tamaño de una semilla de mostaza, se le puede ocurrir esa irracionalidad. ¿Que no viven en el mismo mundo que nosotros? ¿O que, por estudiar tanto se les secó la materia gris? No es creíble que, a la persona que vino a suplir al mal presidente (por decirlo suavecito), que fue Ugalde, se le ocurra este tipo de tonterías. En un país no dividido en dos como muchos piensan, sino fragmentado, llevar a cabo este tipo de provocaciones es jalarle la cola al diablo. Es buscar la conflagración que tanto se desea por intereses ajenos a nuestra idiosincrasia. Es ser un fiel servidor a los que quieren ver a México de cabeza.
Los beneficiados con este tipo de actitud, son los corruptos que están robando las riquezas nacionales e impunemente van por lo único que nos queda. El tesoro del fondo del mar, se ha salvado por lo mismo; porque no está a su alcance. Es necesario que intentemos hacer un dique en contra de la corriente de los podridos servidores públicos y los ladrones de corbatas Hermes. No valen los pretextos, estamos hablando de la posibilidad de cambio. Si usted no quiere ser el mozo de los próximos dueños del país, haga algo hoy. Si a usted no le gustase ver a sus hijos y nietos como verdaderos esclavos, es momento de actuar. Porque, así como le enseñaran las boletas electorales con vitrinas de por medio, viéndole la cara de tonto, el día de mañana será con la carne, las leyes y sus derechos humanos. ¡Ah Caray! ¿Dije mañana?
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