Analizan impacto social y económico del ferrocarril en Sonora.
En vísperas de su publicación "Ferrocarriles y Minería en Sonora durante el Porfiriato. 1880-1910", el investigador Juan José Gracida del Centro INAH de esa entidad, estudia el impacto social y económico del citado medio de transporte en la zona noroeste del país.
Con su anterior publicación "La llegada de la modernización a Sonora: establecimiento del ferrocarril 1880-1897" que escribió en 2001, Gracida analiza la historia del ferrocarril a nivel local y regional, intentando medir el impacto social y económico de este transporte en Sonora y en la región circundante.
En ella narraba la llegada del ferrocarril a esa entidad por parte de la compañía estadounidense Atchinson Topeka Santa Fe, que recorría 422 kilómetros de vía con salida del puerto de Guaymas al de Nogales.
Su importancia radicó en la unión con el sistema ferroviario de Estados Unidos, particularmente con el área este.
"Este ferrocarril fue construido a fin de tener una vía más cercana de salida por el Pacífico, sin embargo, no sirvió para el propósito inicial que era el envío de mercancías industriales a los mercados japonés y australiano, pues posteriormente se abrió otra salida por San Francisco, California", expresó.
Esto dio como resultado la entrada de Sonora a la modernidad, que hasta entonces había sido un estado aislado del resto de México, igual que Arizona lo estaba del resto de Estados Unidos.
Fue así como Sonora y en general, el noroeste de México, pudo comerciar sus productos principalmente minerales y agropecuarios, agregó.
El experto en historia económica recién concluyó la continuación de esa historia a través del libro "Ferrocarriles y minería en Sonora durante el Porfiriato 1880-1910", que se prevé sea coeditado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad de Sonora (Unison).
En él abunda de manera particular en el arrendamiento del ferrocarril de Sonora, entonces manejado por la Atchinson Topeka y la Southern Pacific R.R. Company en 1898.
"Este ferrocarril siempre se mantuvo arrendado (cedido para su aprovechamiento temporal) durante el Porfiriato, quizás por los problemas financieros que arrastraba desde su origen y que no le permitieron ser una empresa financieramente sana", declaró.
Sigue Analizan impacto. dos. declaró.
Luego, la Southern Pacific obtuvo el control de la compañía ferroviaria Cananea, Río Yaqui y Pacífico. Esta última, propietaria de la vía Naco (Nacozari) a Cananea.
En 1905, la Southern Pacific obtuvo la concesión que le permitiría llegar hasta Guadalajara, proyecto que quedó varado en Tepic hacia 1912 por la Revolución y no tuvo continuidad sino hasta la llegada de Plutarco Elías Calles a la presidencia, para concluir en 1927.
Gracida consideró que "fue en el Porfiriato cuando Sonora se modernizó gracias a su integración al mercado norteamericano y por eso no es de extrañar que del noroeste provengan algunas de las propuestas más avanzadas de la Revolución.
En Sonora se estableció una minería industrial y en los primeros años siglo XX, una agricultura también comercial que empezó en los valles del Yaqui y del Mayo.
El ferrocarril definió no sólo una arquitectura local de estilo californiano, sino que la entrada de la vía también transformó la vida cotidiana de las ciudades a donde ésta llegaba, pues todo giraba alrededor de las estaciones, convirtiéndose por muchos años en el centro de reunión de las poblaciones.
Ferrocarriles y minería en Sonora, durante el porfiriato, abunda en la importancia de los recursos metalúrgicos procedentes de la zona serrana de esa entidad, siendo el ferrocarril el que permitió unir zonas como Nacozari y Pilares, propiedad de la Phelps Dodge, que tenía el control de varios centros mineros en Arizona y Nuevo México, Estados Unidos.
El crecimiento de Cananea se mantiene como uno de los principales de México en los últimos años del porfiriato, debido a la llegada de "The Cananea Consolidated Copper Corporation" fundada por William Cornell Green.
Así, de contar con 222 habitantes en 1900, pasó en seis años, antes de la famosa huelga, a concentrar alrededor de 17,000.
"El tipo de minería que analizó aquí es el de una economía moderna, de sociedades asalariadas y con una relación estrecha con las asociaciones de mineros de Arizona", comentó.
A los mineros de Cananea les llega la influencia de los mártires de Chicago y de los hermanos Flores Magón, eso significa tener un nivel de conciencia de clase trabajadora, con derechos."
Recordó que los mineros de Cananea exigían una jornada de ocho horas y un salario mínimo, pero también pedían que se les pagara igual que a sus compañeros estadounidenses.
La trascendencia de los centros mineros sonorenses fue tal que las compañías estadounidenses pactaron con los posteriores gobiernos revolucionarios el mantenimiento de la producción en los mismos." SALVEN EL FERROCARRIL!!
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