Rosalía Vergara
El gobierno del presidente Felipe Calderón exhibe un juego doble. Por una parte, anuncia que se investigarán los millonarios recursos que Pemex destinó a su sindicato mediante un acuerdo lesivo a los intereses de la paraestatal. Por otra, permite que la actual administración, dirigida por Jesús Reyes Heroles, suscriba con la cúpula sindical un Convenio de Transacción que pretende ocultar, bajo un nuevo nombre, un mismo esquema mediante el cual se otorgan enormes beneficios al grupo encabezado por Carlos Romero Deschamps.
Casi al mismo tiempo que la Secretaría de la Función Pública anunció, en julio pasado, que investigará a exdirectores de Pemex en relación con la firma del convenio 10275/04 –el cual obligó a la paraestatal a entregar millonarios recursos al sindicato petrolero–, el director de la empresa, Jesús Reyes Heroles, autorizó la reactivación de ese acuerdo, ahora denominado Convenio de Transacción.
Lo anterior ocurrió en el marco de la renovación del contrato colectivo de trabajo (CCT) para el bienio 2007-2009 entre Petróleos Mexicanos y el sindicato de la compañía, realizada el 16 de julio pasado.
En los hechos, el actual convenio sustituyó al 10275/04 que el 26 de julio de 2004 firmaron el director del organismo, Raúl Muñoz Leos, y Carlos Romero Deschamps, dirigente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Mediante dicho acuerdo, Pemex entregó a esa organización más de mil 700 millones de pesos que, según las indagatorias del caso, se desviaron al Partido Revolucionario Institucional para la contienda electoral de 2006.
Aunque nunca logró aclararse en qué rubros se usó ese dinero, el PRI fue sancionado por el Instituto Federal Electoral con una multa de más de mil 100 millones de pesos por haber violado las reglas de financiamiento de campañas en relación con los comicios del 2006. De manera tradicional, Pemex y el sindicato petrolero constituyeron la fuente de financiamiento más importante del PRI.
El convenio signado en 2004 fue puesto en marcha el 25 de agosto de 2005 para cumplir con obligaciones establecidas en el CCT correspondiente al bienio 2005-2007. Al día siguiente, el acuerdo fue ratificado ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) con el nombre de Convenio de Transacción.
Ese convenio establece que se entregarían al sindicato 200 millones de pesos para mantener campos deportivos; 459 millones para ayudas reclamadas de 2001 a 2004; 114 millones 814 mil pesos para cubrir la cláusula 251 bis en 2005; 49 millones para construir un deportivo en Ciudad del Carmen; mil 65 millones 518 mil pesos del programa de préstamo al STPRM, y 800 millones para préstamos de vivienda. La suma de estos recursos da un total de 2 mil 687 millones 518 mil pesos.
Las condiciones poco transparentes del convenio motivaron una investigación de la Auditoría Superior de la Federación (ASF). En abril pasado, este órgano fiscalizador dio a conocer a la Cámara de Diputados el resultado de la auditoría a la cuenta pública 2005, y el secretario de la Función Pública, Germán Martínez Cázares, reconoció que se investigaba a Muñoz Leos porque el convenio había ocasionado un quebranto a la paraestatal.
El 31 de julio pasado, el periódico El Universal publicó declaraciones del exabogado de Pemex Juan Carlos Soriano a la SFP en las que responsabilizó al exdirector Luis Ramírez Corzo de avalar el Convenio de Transacción. Dijo que el 17 de agosto de 2005, en la sesión extraordinaria 756 del Consejo de Administración, el funcionario giró instrucciones para que se entregaran al sindicato casi mil 900 millones de pesos, según se consignó en el acuerdo CA-274/2005.
Los señalamientos de Soriano no encontraron eco. Días antes –el 19 de julio pasado–, el director corporativo de Administración de Pemex, Rosendo Villarreal Dávila, envió a las direcciones corporativas y subsidiarias de Pemex el oficio circular DCA-618 para informarles de la creación de nueve acuerdos; el último de éstos es el CMC-CE/041/07. Todos se refieren al Convenio de Transacción y determinan la manera en que Pemex cumplirá los compromisos pactados con anterioridad.
Beneficios sin fin
Luego del carpetazo a la investigación del millonario desvío de recursos de Pemex a la campaña del priista Francisco Labastida en el 2000, en lo que se llamó el Pemexgate, Romero Deschamps –acusado del ilícito– se fortaleció políticamente. Modificó los estatutos del STPRM para reelegirse como secretario general y pactó el CCT para el bienio 2005-2007 con el sucesor de Muñoz Leos, Luis Ramírez Corzo.
El Convenio de Transacción se sumó a los grandes beneficios obtenidos por el sindicato en la revisión contractual de 2005, estimados en 7 mil 781 millones de pesos.
En 2007, Pemex y el sindicato retomaron el acuerdo CMC-CE/041/07 referido al Convenio de Transacción y, sin mencionar el nombre del convenio 12075/04 que le dio origen, establecieron que a partir del 1 de agosto de 2007 la paraestatal deberá cumplir con montos y obligaciones similares a los que pactó anteriormente.
En el CCT no se especifica punto por punto el contenido del Convenio de Transacción, pero se precisan las modificaciones que deben realizarse. Al compararlas con las cláusulas e incisos del convenio 10275/04, éstas coinciden.
En la cláusula quinta incisos “a”y “c” acuerdan que se rente durante cinco años, con opción a compra, un casco de buque convencional, y que se renten con el mismo esquema tres buques tanque convencionales a casco desnudo.
El punto dos de la misma cláusula establece que a partir del 1 de agosto de 2007 se efectúe una reunión para analizar la denominación de “activos”, a fin de adecuarlos a la cláusula 1 fracción VIII del CCT. Este apartado se refiere a los “representantes del patrón”; es decir, los funcionarios y empleados de Pemex y sus subsidiarias “con facultades para tratar y resolver los asuntos de trabajo en sus respectivos ámbitos de competencia, con motivo de la aplicación de este contrato”.
En el CCT se reconocen como representantes generales de la empresa al director general, Jesús Reyes Heroles; al director corporativo de Administración, Rosendo Villarreal Dávila; al subdirector de Relaciones Laborales; a los directores de
las subsidiarias, y a los subdirectores de recursos humanos y los gerentes de relaciones laborales.
En el Convenio de Transacción, Pemex y el sindicato también acordaron analizar la reagrupación de las plazas de confianza en un año, y que en agosto se cumpla de manera obligatoria con el punto 6 “del convenio que dio origen a la transacción”. Éste indica que Pemex deberá destinar 32 millones de pesos al mantenimiento y rehabilitación de 34 escuelas; 80 millones de pesos para el mantenimiento de instalaciones deportivas, y 120 millones de pesos para el mismo fin durante el último trimestre del año en curso.
Además, deberá aportar 15 millones de pesos para el reequipamiento de las escuelas y 49 millones de pesos para la construcción del Centro Deportivo de Ciudad del Carmen, Campeche.
De acuerdo con la cláusula segunda del Convenio de Transacción, el incremento salarial de 4.6% quedó suspendido por 60 días contados a partir del 1 de agosto de 2007. Al término de este lapso “se determinará la forma de su cumplimiento”. También se suspendió durante 10 meses, a partir del 1 de agosto, el incremento de 4.6% a las pensiones; al finalizar este período, las partes buscarán que se cumpla.
Respecto de la cláusula octava, Pemex y el STPRM se comprometieron a “adecuar las estructuras organizacionales y administrativas que se encuentren en una situación similar a la de las instalaciones petroleras ubicadas en Ciudad Camargo, Chihuahua, a fin de iniciar un proceso de reubicación de trabajadores atendiendo las necesidades específicas de cada caso concreto y mejorando las condiciones operativas de Pemex”.
Estas modificaciones no están incluidas en el Convenio de Transacción que reprodujo el Informe de Resultado de la Revisión y Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2005, pero son similares a las contenidas en el convenio 10275/04 que supuestamente quedó sin efecto.
Convenio encubierto
La reactivación del Convenio de Transac-ción –disfraz del convenio 10275/04–, al igual que el oneroso contrato colectivo de trabajo del sindicato petrolero para los próximos dos años, estuvo a cargo del director corporativo de Administración, Rosendo Villarreal Dávila, y de Carlos Romero Deschamps, los mismos que en 2005 hicieron la revisión contractual y pactaron el acuerdo.
Además de ratificar el Convenio de Transacción, ese año crearon una nueva cláusula, la 251 bis, que avaló la entrega de 120 millones 555 mil 134 pesos anuales para los festejos del Día del Trabajo, el Aniversario de la Expropiación Petrolera y para “cada inicio de revisión anual del Contrato Colectivo” (Proceso 1519).
Dos años después, y apenas iniciado el gobierno de Felipe Calderón y con Reyes Heroles como director de Pemex, entre las “principales modificaciones al contrato colectivo de trabajo bienio 2007-2009” destaca el aumento de recursos para mantenimiento de instalaciones, deportivos, fiestas, viáticos, salarios y prestaciones de la cúpula sindical.
El monto de la cláusula 251 bis se incrementó a 135 millones 69 mil 693 pesos para los mismos festejos, que se repartirán así: 26 millones 323 mil 756 pesos “antes del día 1 de mayo” como ayuda para los gastos del desfile; 14 millones 745 mil 937 pesos para la celebración del aniversario de la expropiación petrolera y 94 millones “por concepto de gastos de contratación derivados de las revisiones anuales al CCT”.
Además, Pemex deberá pagar a los 68 integrantes del Comité Ejecutivo General del sindicato y a los comisionados de las 39 secciones sindicales salarios, prestaciones, viáticos, ayuda para transporte y “gastos conexos foráneos”.
Según el Informe de Resultado de la Revisión y Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2005 dado a conocer en abril de 2007, el 25 de agosto de 2005 el director general, el director corporativo de Administración y el abogado general de Pemex, el secretario general y el secretario tesorero del STPRM, firmaron el Convenio de Transacción para cumplir con algunas obligaciones consignadas en el convenio 10275/04.
“El Convenio de Transacción –dice el informe– fue formalizado de acuerdo con las facultades que en materia laboral confieren al director general. El 26 de agosto de 2005, el STPRM y Pemex ratificaron ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje el Convenio de Transacción en todas y cada una de sus partes, pactos y voluntades, como si se tratase de laudo ejecutoriado elevado a la categoría de cosa juzgada, y se desistieron a su entero perjuicio de la ejecución del convenio 10275/04.
“Por lo que respecta a la diferencia que resulta entre las cantidades que se detallan en el Convenio de Transacción y las cantidades exhibidas en los cheques, el STPRM manifestó su entera inconformidad en el sentido de que esta diferencia ya fue satisfecha plenamente y se considera totalmente pagada.”
Según el mismo documento, dicho convenio carece de criterios o lineamientos que lo regulen. Por ello, la ASF recomendó “que Petróleos Mexicanos instruya a quien corresponda para que se establezcan los criterios y lineamientos que regulen y permitan determinar las cantidades que se pacten en los convenios sindicales que se suscriban con el sindicato petrolero”. También ordena a Pemex que informe a la ASF los resultados de su gestión.
Al hacer un análisis sobre los montos pagados por Pemex al sindicato derivados de las obligaciones contraídas en dicho Convenio de Transacción, la ASF detectó irregularidades y recomendó a la paraestatal que “se abstenga de contraer compromisos que impliquen erogaciones de recursos por obligaciones de ejercicios anteriores con cargo en el año en que se suscriban los convenios con el sindicato petrolero”, y le pide además rendirle cuentas sobre el particular. l
No hay comentarios.:
Publicar un comentario