Rodrigo Vera La mañana del pasado martes 2, el señor Gerardo Cárdenas Abuin salió a comprar los periódicos del día. Se llevó una gran sorpresa al leer –en la primera plana de El Universal– que el empresario Luis Miguel Moreno Vélez le había regalado un Jeep rojo a Vicente Fox cuando éste era presidente de la República. El regalo fue, al parecer, a cambio de favores que el empresario recibía de Los Pinos.
Cárdenas Abuin no daba crédito a la insólita noticia, pues desde hace tres años tiene demandado a Moreno Vélez debido a que el empresario construyó, en Huixquilucan, Estado de México, un centro comercial llamado Plaza Granada que provocó la destrucción de su casa y afectó a otras viviendas de la zona, sin que hasta la fecha las autoridades lo hayan sancionado. Relata:
“Me llevé la sorpresa de mi vida. Ahí estaban las fotografías del Jeep rojo y las declaraciones de mi demandado, diciendo que había hecho el regalo a petición de Marta Sahagún, la esposa de Fox. ¡Hombre! No creo que le haya regalado ese Jeep de a gratis, sería infantil pensar que no recibió favores a cambio.
“Hasta hoy comprendo por qué mis demandas no prosperan, porque a Moreno Vélez lo protegen las autoridades estatales y municipales. Lo cubre un manto de impunidad a pesar de que he presentado todas las pruebas en su contra. Destruyó mi patrimonio familiar y jamás se le castigó”.
–¿Usted no sabía anteriormente que Moreno Vélez tenía relación con Marta Sahagún?
–No, nunca lo supe. Últimamente sólo oí el vago rumor de que tenía algo que ver con la Presidencia de la República. Fue todo. Eso sí, una vez el abogado de Moreno Vélez me dijo en tono prepotente: “Usted nunca va a ganarnos, tenga cuidado porque el señor Moreno es gente muy peligrosa”. Yo le contesté: “Pues será muy peligroso y todo, pero yo sólo quiero que se me haga justicia”.
“Ahora deberían investigarse las influencias de Moreno Vélez, hasta qué grado tuvo relación con Marta Sahagún y Vicente Fox. Debió tener una red de conocidos que le permitió el acceso directo a ellos, o por lo menos a otras personas situadas en las altas esferas del poder… No lo sé... Yo únicamente me limito a defender lo mío”.
Cárdenas Abuin señala que, por lo pronto, el lunes 8 tiene cita con un grupo de diputados que ya investigan las posibles corruptelas de la llamada “pareja expresidencial”; quizá integren la comisión investigadora, que ya está autorizada pero aún no se instala formalmente.
“El lunes tengo cita con el diputado Juan N. Guerra en la misma Cámara de Diputados. No sé qué otros legisladores vayan a estar presentes. La Cámara está interesada en mi caso”, dice el entrevistado.
Gobierno sin autoridad
Gerardo Cárdenas relata desde el principio el atropello del que fue víctima: En febrero de 2004 Moreno Vélez empezó a excavar la parte baja de una loma para edificar ahí el centro comercial Plaza Granada. Inmediatamente, las excavaciones comenzaron a afectar los cimientos de las residencias asentadas en la parte alta; a lo largo de un tramo de la calle Paseo de La Herradura, en el exclusivo fraccionamiento Parques de la Herradura.
Los muros de las residencias empezaron a cuartearse, gruesas y profundas grietas surgieron en sus jardines. Los pisos se inclinaron peligrosamente. Mientras que abajo seguía escarbando la maquinaria que metió el supuesto protegido de Marta Sahagún, sacando tierra y más tierra del vientre de la loma.
Las viviendas más afectadas fueron la de Cárdenas Abuin y la perteneciente a la señora Margarita Haber, marcadas con el número 349 y 347 de Paseo de la Herradura, respectivamente.
Mientras exhibe fotos de su resquebrajada vivienda, Cárdenas Abuin lamenta: “Las excavaciones se estaban realizando sin un estudio de mecánica de suelos del área afectada. Y se perforaba el subsuelo de nuestras casas, lo cual es totalmente ilegal”.
–¿Y usted qué hizo?
–En dos ocasiones acudí a la oficina de Protección Civil del ayuntamiento de Huixquilucan para que determinara el grado de riesgo en el que vivíamos los vecinos. Las dos veces concluyó en que nuestras vidas corrían un alto riesgo, pero no detuvo las excavaciones. Ante esto, acudí a Protección Civil del gobierno estatal. Su dictamen fue el mismo, por lo que ordenó suspender la obra. Pero en pleno desacato, Moreno Vélez continuó con sus trabajos.
El afectado muestra los dictámenes del ayuntamiento de Huixquilucan. Uno es del 16 de mayo de 2005 y otro del 31 enero de 2006.
El primero le advierte: “Se le notifica que la casa habitación de su propiedad se considera de alto riesgo, por lo cual se recomienda no se habite”. Y el segundo reitera los peligros del área: “Existe un riesgo específico de deslizamiento”.
Por su parte, Protección Civil del gobierno del Estado de México –en su dictamen del 16 de mayo de 2006– pide que se estudien los “aspectos técnicos” para poder continuar con la obra. Y ya menciona concretamente a Moreno Blanco Bienes Raíces, S.A., la empresa que constituyeron Moreno Vélez y su socio Luis Blanco, que es dueña de Plaza Granada. También señala a Obras Especializadas XXI, S.A., empresa que entonces hacía las excavaciones y cuyo propietario es Luis Blanco.
Este dictamen agrega: “Se recomienda suspender la construcción en proceso, a fin de tener alternativas para evitar mayores afectaciones en las viviendas, que pudieran generar un colapso de las mismas con los consecuentes daños a sus posesionarios, su patrimonio y el entorno”.
Al ver que nada podía detener los trabajos, Cárdenas se quejaba personalmente con el alcalde de Huixquilucan, Adrián Fuentes Villalobos. Incluso escribió en dos ocasiones al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, para ponerlo al tanto de la situación. Igual de infructuosas resultaron estas medidas.
“Para entonces, mi esposa y yo, junto con nuestros cuatro hijos, ya habíamos abandonado nuestra casa, después de vivir 14 años ahí. No podíamos exponernos a que se nos cayera encima. Actualmente estamos rentando. Sí señor, Moreno Vélez nos ha perjudicado muchísimo”, refiere.
–¿Y cómo fue la demanda que, por la vía judicial, interpuso contra él?
–A principios de 2005 demandé a las empresas Moreno Blanco Bienes Raíces y a Obras Especializadas XXI, por interdicto de obra nueva y peligrosa. De entrada, Eucario García Villanueva, juez decimotercero con sede en Huixquilucan, ordenó suspender la obra hasta que terminara el juicio. Pero no le hicieron caso y la obra continuó. Luego fui perdiendo la primera y la segunda instancias… y también el amparo. Algo inaudito.
Sin embargo, no se da por vencido. Apenas en agosto pasado interpuso una nueva demanda civil, ahora ante el Juzgado XII de Tlalnepantla. En esta ocasión también señala al alcalde de Huixquilucan y a otros funcionarios municipales y estatales, entre ellos al secretario general de Gobierno y al de Desarrollo Urbano del Estado de México.
–¿Por qué demandó a estos funcionarios públicos?
–Porque todos tienen responsabilidad en este caso. Nunca hicieron nada para detener la obra, a todas luces ilegal. El gobierno debió intervenir. Quiero que se me repare el daño causado.
–¿Otros colonos pusieron también demandas?
–Por lo pronto, mi vecina Margarita Haber pondrá una demanda contra los constructores. Ignoro si algunos otros vecinos tomarán medidas semejantes.
Actualmente, Plaza Granada ya está funcionando. Es un edificio con estructura de acero y recubierto de cristal. Lo circundan palmeras y áreas verdes. Su parte trasera quedó metida en la loma. Arriba, aún están en pie las tambaleantes residencias.
“Moreno Vélez terminó de construir su centro comercial en diciembre del año pasado. Todavía no renta la totalidad de sus locales. Existe el riesgo de que algunas casas se colapsen y caigan sobre Plaza Granada. Y entonces estaríamos hablando no sólo de costos materiales, sino de vidas humanas”, advierte Cárdenas. l
01 octubre 2007
Un Jeep a cambio de impunidad
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