Desaparecido

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO, A LAS 11:30 DE LA NOCHE

GABRIEL GOMEZ CAÑA, POR ULTIMA VEZ SE LE VIO EL SABADO 25 DE MARZO PASADO,  A LAS 11:30 DE LA NOCHE Orizaba, Veracruz.- Llevaba una playera negra, pantalon de mezclilla, es de complexion delgado y piel morena...Es militante del Frente Popular Revolucionario y activista de Organizaciones Sociales.

20 noviembre 2007

De regreso, la violencia electoral


Jesús Cantú

En cuatro de las cinco entidades en las que el Partido Revolucionario Institucional ganó la totalidad o la mayoría de las diputaciones locales de mayoría relativa reapareció la violencia electoral.

Estos hechos violentos vinculados a los procesos electorales habían quedado atrás en buena parte del territorio nacional y, por lo mismo, los medios de comunicación masiva destacaron su reaparición.

El pasado viernes 16, un comando de alrededor de 10 personas, encapuchadas y con armas de alto poder, destruyó los paquetes electorales en la sede de la Junta Distrital Electoral de Zamora, Michoacán, justo cuando concluía el conteo de votos.

El domingo 11, última fecha del calendario electoral de 2007, llamó la atención el resultado en Puebla, donde el PRI ganó los 26 distritos electorales, a pesar de los escándalos protagonizados por el gobernador Mario Marín y la debacle que ese partido sufrió el año pasado, cuando en los comicios presidenciales cayó hasta la tercera posición, y en segundo lugar en los de senadores y diputados.

En Tamaulipas el PRI se impuso en los 19 distritos electorales en disputa. El resultado fue similar al de la elección de hace tres años, cuando el Partido Acción Nacional se quedó con un distrito electoral y los restantes 18 fueron acaparados por los priistas.

Las otras entidades en las que el Revolucionario Institucional arrasó fueron Durango, en donde ganó los 17 distritos electorales el 1 de julio, y Oaxaca, donde obtuvo las 25 diputaciones de mayoría relativa el 5 de agosto. En Veracruz, el 2 de septiembre, el PRI logró recuperar 15 distritos y se impuso en 28 de los 30 en disputa, después de que hace tres años únicamente había ganado 13, incluso por detrás del PAN, que obtuvo 14. En este caso, la recuperación priista fue sorprendente.

Más allá de los resultados electorales y las denuncias de la oposición sobre la abierta intromisión de las autoridades estatales en los procesos electorales, destaca el hecho de que en Puebla, Tamaulipas, Veracruz y Oaxaca hubo hechos de violencia.

En Puebla, el martes 6, cinco días antes de la elección, el candidato del PAN a diputado local por el distrito con cabecera en Teziutlán, Antonio Vázquez, sufrió un atentado a balazos, del que salió ileso. Sin embargo, el 10 de noviembre, en la víspera de la jornada electoral, el simpatizante panista Antonio Amador fue asesinado, presuntamente por el candidato priista a la alcaldía de Jalpan, Humberto César Olarte Fajardo.

En el caso de Tamaulipas, las agresiones tuvieron como blanco a los panistas. En esta entidad, el martes 6 fue secuestrado durante 12 horas Eliseo Trejo, coordinador de campaña del candidato a la alcaldía de Ciudad Mante. Tres días después fue plagiado el candidato panista a primer regidor en el municipio de Reynosa, Rodrigo Moreno Ricart, quien fue liberado el pasado miércoles 21.

Oaxaca y Veracruz

En Oaxaca, este año hubo dos elecciones: las primeras se realizaron el 5 de agosto para renovar el Congreso estatal; las segundas, el 7 de octubre, y abarcaron a 151 de los 152 ayuntamientos, pues en uno de los distritos no fue posible celebrarlas. En ambos procesos se desató la violencia.

En vísperas de los comicios de agosto, los medios de comunicación difundieron que el candidato priista en el municipio de Matías Romero, Germán Juárez, amenazó de muerte a la candidata perredista Nigdalia Espinoza Manuel.

Así mismo, durante la jornada electoral, habitantes de La Ventosa, municipio de Juchitán, prendieron fuego a la papelería electoral de cuatro casillas, en protesta por el abandono en el que, aseguran, los tienen las autoridades. El mismo Instituto Electoral Estatal dio a conocer que otras 22 casillas no se pudieron instalar debido a problemas políticos y agrarios.

En Oaxaca, el abstencionismo dominó la jornada de agosto, pues sólo acudió a votar poco más de 30% de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral. La violencia se recrudeció en las elecciones municipales de octubre, cuando un comando atacó el cuartel de la Policía Preventiva de Juchitán pocas horas antes de las votaciones. En el enfrentamiento murió un agente.

En Santiago Laollaga, por tercera ocasión consecutiva (2001, 2004 y 2007) se suspendieron las elecciones para renovar autoridades municipales debido al clima de tensión que se vivía. Dos semanas antes de los comicios el dirigente perredista Humberto Alcalá Betanzos fue herido a navajazos.

En Veracruz hubo heridos y secuestrados. Los medios locales informaron que durante la jornada del pasado 2 de septiembre, en Monterreal, municipio de Tonayán, un grupo de desconocidos disparó contra cinco panistas, quienes resultaron heridos. Ese mismo día, en la madrugada, el candidato a la presidencia municipal de Tres Valles fue atacado a balazos, pero resultó ileso.

A las 15 horas de ese día, la Secretaría de Seguridad Pública reportó que los ataques dejaron un muerto y 15 personas lesionadas. Sin embargo, el gobernador Fidel Herrera Beltrán aseguró que los hechos no tuvieron relación con el proceso electoral.

Por su parte, el dirigente estatal del PRD en Veracruz, Rogelio Franco Castán, denunció que dos de sus operadores políticos en el municipio de Sayula Alemán fueron levantados por militantes priistas, encabezados por el alcalde de ese municipio, justo en la víspera de los comicios.

Durango fue la única entidad en la que no se presentó ningún hecho violento vinculado al proceso electoral. El PRI se llevó el carro completo (al igual que en 2004), al ganar los 17 distritos en disputa.

En las cinco entidades federativas referidas el PRI se recuperó de la derrota del 2 de julio de 2006, cuando en todas ellas perdió la elección de senadores, mientras que en tres (Puebla, Tamaulipas y Veracruz) cayó a tercera fuerza en la elección presidencial. Y en Oaxaca y Veracruz, donde los comicios fueron muy competidos, ese partido superó la adversidad experimentada en 2004, cuando estuvo a punto de perder las gubernaturas.

Otros estados donde se observó un repunte del PRI son Yucatán, donde recuperó la gubernatura; Aguascalientes, en donde se hizo del Congreso y recuperó cuatro alcaldías, entre ellas la capital, y Zacatecas, donde tuvo un fuerte repunte gracias a los conflictos entre Amalia García y Ricardo Monreal.

Comando antielectoral

En lo que respecta a la violencia en Zamora, Michoacán, el comando referido que asaltó la sede de la Junta Distrital Electoral amagó a funcionarios electorales y a representantes de partidos políticos –que en ese momento concluían el cómputo de la elección de presidente municipal de dicha entidad–, roció con gasolina los paquetes electorales y les prendió fuego con bombas molotov.

De acuerdo con la información proporcionada por el vocal ejecutivo distrital, Ignacio Chávez Hernández, el fuego consumió gran parte de los 223 paquetes que contenían las 133 mil boletas usadas para votar por gobernador, alcalde y diputado en el distrito 6, que corresponde a este municipio.

El funcionario electoral dijo que el fuego no afectó las actas de escrutinio y cómputo, que contenían los resultados de las elecciones. Indicó que en el momento de la irrupción prácticamente se había concluido el cómputo –es decir, habían terminado el correspondiente a gobernador y diputados y llevaban 90% del conteo de la elección de presidente municipal– y las actas ya no estaban en la bodega.

Se desconoce hasta el momento el móvil del asalto, pues no hubo ninguna demanda o reivindicación del comando atacante. Los resultados favorecieron, con relativa cómoda ventaja, a los candidatos del PAN a diputados y alcaldes, y no afectaron mayormente los correspondientes a la elección de gobernador.

El mismo día de la jornada, el domingo 11, funcionarios de casilla fueron asaltados en el municipio de Aquila y les quitaron dos paquetes electorales.

Estos hechos bien merecen estudios más profundos. Los resultados y los hechos están ahí. Lo cierto es que reaparecieron dos fenómenos que parecían desterrados: el carro completo y la violencia electoral. l

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