Flujo de movimientos y gobiernos de centro-izquierda
James Petras
Rebelión
Traducido para Rebelión por S. Seguí y Carlos Sanchis. Revisado por Caty R.
En contraste con América del Norte y Europa, los regímenes políticos, los movimientos sociales y las ideologías en América Latina experimentan un movimiento constante. En un periodo de pocos años, el péndulo político puede pasar de una oleada izquierdista aparentemente radical al centro-izquierda o incluso a un predominio de la derecha. Del mismo modo, emergen importantes movimientos sociales que desde sus bases locales o regionales de poder pasan a ser actores importantes en la escena política nacional, desempeñan un papel relevante en la liquidación de los regímenes de derecha e incluso participan en coaliciones gubernamentales, para luego decaer, especialmente cuando no consiguen satisfacer ninguna de las mínimas demandas de sus seguidores.
A pesar de este complejo mosaico de cambios relativamente abruptos y modificaciones del poder político, la configuración social y la dirección ideológica, muchos escritores, comentaristas, intelectuales y periodistas estadounidenses, europeos y latinoamericanos tienen tendencia a establecer generalizaciones excesivas que cubren toda la región y largos periodos de tiempo, y que reflejan, en muchos casos, experiencias limitadas en el espacio y en el tiempo, ya caducas. En la mayoría de los casos estas generalizaciones están escasamente documentadas, tienen rasgos impresionistas y adolecen de falta de profundidad empírica, histórica o analítica. En estos últimos años, aproximadamente desde comienzos del siglo XXI hasta 2007 (y suma y sigue) algunos de los más reconocidos intelectuales de Estados Unidos vienen describiendo América Latina como un vivero de cambio radical, como la sede de los movimientos sociales más dinámicos y como un ámbito de constante transformació n social de carácter izquierdista. Esta visión suscita inmediatamente algunas objeciones bastante obvias.
James Petras
Rebelión
Traducido para Rebelión por S. Seguí y Carlos Sanchis. Revisado por Caty R.
En contraste con América del Norte y Europa, los regímenes políticos, los movimientos sociales y las ideologías en América Latina experimentan un movimiento constante. En un periodo de pocos años, el péndulo político puede pasar de una oleada izquierdista aparentemente radical al centro-izquierda o incluso a un predominio de la derecha. Del mismo modo, emergen importantes movimientos sociales que desde sus bases locales o regionales de poder pasan a ser actores importantes en la escena política nacional, desempeñan un papel relevante en la liquidación de los regímenes de derecha e incluso participan en coaliciones gubernamentales, para luego decaer, especialmente cuando no consiguen satisfacer ninguna de las mínimas demandas de sus seguidores.
A pesar de este complejo mosaico de cambios relativamente abruptos y modificaciones del poder político, la configuración social y la dirección ideológica, muchos escritores, comentaristas, intelectuales y periodistas estadounidenses, europeos y latinoamericanos tienen tendencia a establecer generalizaciones excesivas que cubren toda la región y largos periodos de tiempo, y que reflejan, en muchos casos, experiencias limitadas en el espacio y en el tiempo, ya caducas. En la mayoría de los casos estas generalizaciones están escasamente documentadas, tienen rasgos impresionistas y adolecen de falta de profundidad empírica, histórica o analítica. En estos últimos años, aproximadamente desde comienzos del siglo XXI hasta 2007 (y suma y sigue) algunos de los más reconocidos intelectuales de Estados Unidos vienen describiendo América Latina como un vivero de cambio radical, como la sede de los movimientos sociales más dinámicos y como un ámbito de constante transformació n social de carácter izquierdista. Esta visión suscita inmediatamente algunas objeciones bastante obvias.
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