Parece ser que la negación católica y de grupos supuestamente de Provida, no es el impedimento para que las mujeres que pueden se van a Texas a abortan evitando el discriminamiento de grupos religiosos y sobre todo cuidando su salud, pues según cifras oficiales 1500 mujeres han muerto en cinco años por abortos clandestinos, pensando que no todos se denuncian como tales. Además se sabe que se práctican 175 mil abortos al año de forma clandestina.
La necesidad de esta reforma de Ley es una medida de Salud Pública porque la vida de cientos de mujeres esta en peligro. La decisión de las mujeres esta por encima del cierre mental de algunos fanáticos religiosos.
“Fast track” fronterizo
Luciano Campos Garzaa MC ALLEN, TEXAS.- La mayoría de las mujeres mexicanas que visitan la clínica Whole Woman’s Health en esta ciudad para practicarse un aborto clínico legal proceden de Monterrey, asegura Andrea Ferrigno, directora ejecutiva de esta institución, donde dos médicos son suficientes para atender en promedio a 30 mujeres por semana.
El procedimiento quirúrgico cuesta entre 375 y 800 dólares y es tan sencillo que, dice, en menos de una hora las pacientes abandonan las instalaciones. Y afirma que algunas incluso se van de shopping (de compras) a esta ciudad. Eso sí, acepta, “salen un poquito atontadas por el sedante, pero al día siguiente pueden regresar al trabajo”.
En entrevista, Andrea Ferrigno, de origen venezolano, comenta que la mayoría de quienes acuden a la clínica de Salud Total de las Mujeres (WWH, por sus siglas en inglés) están seguras de lo que quieren hacer. “Cuando vemos que alguna no está preparada para abortar, le explicamos los riesgos que implica someterse a una operación de manera forzada y la mandamos de regreso a su casa”.
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La necesidad de esta reforma de Ley es una medida de Salud Pública porque la vida de cientos de mujeres esta en peligro. La decisión de las mujeres esta por encima del cierre mental de algunos fanáticos religiosos.
“Fast track” fronterizo
Luciano Campos Garzaa MC ALLEN, TEXAS.- La mayoría de las mujeres mexicanas que visitan la clínica Whole Woman’s Health en esta ciudad para practicarse un aborto clínico legal proceden de Monterrey, asegura Andrea Ferrigno, directora ejecutiva de esta institución, donde dos médicos son suficientes para atender en promedio a 30 mujeres por semana.
El procedimiento quirúrgico cuesta entre 375 y 800 dólares y es tan sencillo que, dice, en menos de una hora las pacientes abandonan las instalaciones. Y afirma que algunas incluso se van de shopping (de compras) a esta ciudad. Eso sí, acepta, “salen un poquito atontadas por el sedante, pero al día siguiente pueden regresar al trabajo”.
En entrevista, Andrea Ferrigno, de origen venezolano, comenta que la mayoría de quienes acuden a la clínica de Salud Total de las Mujeres (WWH, por sus siglas en inglés) están seguras de lo que quieren hacer. “Cuando vemos que alguna no está preparada para abortar, le explicamos los riesgos que implica someterse a una operación de manera forzada y la mandamos de regreso a su casa”.
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